A pesar del crecimiento, los argentinos no perciben una buena calidad de vida
La Argentina se ubica en el puesto 11 entre 23 naciones de América latina en relación a la calidad de vida de sus habitantes, de acuerdo con nuevo estudio presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El informe destaca que los ciudadanos de países que experimentaron un crecimiento económico acelerado en los últimos años, como la Argentina, se encuentran menos satisfechos con su calidad de vida que aquellos que viven en naciones con tasas más bajas de desarrollo.
Según el BID, los habitantes de países con mayor crecimiento en la región también son los más disconformes con su calidad de vida. El trabajo concluyó que "el mayor crecimiento económico afecta negativamente las percepciones de satisfacción de vida".
Ciudadanos de América latina y el Caribe fueron consultados sobre la forma en que perciben aspectos claves de sus vidas, incluyendo la calidad de la educación, los servicios de salud, la vivienda y el empleo. El trabajo detectó que los niveles de satisfacción no son necesariamente los más altos en los países más ricos, en aquellos donde se brindan los mejores servicios sociales o en los de mayor crecimiento.Países en la región con altos ingresos per capita, como Brasil, Argentina, Chile y Uruguay mostraron niveles de satisfacción de vida moderados, y se ubicaron detrás de países con menor ingreso per capita, como Guatemala, Colombia y Jamaica.
Según el relevamiento:
- los costarricenses son los más satisfechos con sus vidas y los haitianos los menos.
- La Argentina ocupa el puesto 11, detrás de Costa Rica, Panamá, México, Venezuela, Bélice, Guatemala, Colombia, Jamaica, Brasil y Guyana.
- Los que figuran por debajo de la Argentina son: Trinidad y Tobago, Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, El Salvador y Paraguay.
"En términos generales, los latinoamericanos están satisfechos con sus vidas, pero curiosamente, las personas que viven en algunos de los países más pobres, son los más optimistas, mientras que los ciudadanos de algunos de los países más desarrollados se encuentran entre los más pesimistas", dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.
"No es sorprendente que personas con mayores ingresos se encuentren más satisfechas con sus vidas que aquellas con menores ingresos. Sin embargo, el crecimiento económico alienta el descontento en lugar de generar mayor felicidad, al menos en el corto plazo", explicó Moreno.
El estudio muestra que el crecimiento económico acelerado hace que las aspiraciones de las personas por un mejor estilo de vida crezcan aún más.Los cambios rápidos en la economía, y no solamente en los niveles de ingreso o consumo, afectan los niveles de satisfacción en el corto plazo."Los gobiernos que concentran sus políticas únicamente en el crecimiento, están destinados a perder apoyo a largo plazo si no responden a las altas expectativas que acompañan al crecimiento como la educación, la salud y la distribución de ingresos", explica Eduardo Lora, economista jefe interino del BID y coordinador del estudio.
"La dificultad radica en responder a esas demandas sin eliminar el crecimiento", concluyó el especialista.