La Argentina de los servicios públicos baratos llegó a su fin y en 2009 se sinceran los precios
El 2009 comenzó con malas noticias para gran parte de la sociedad argentina, con aumentos en las tarifas de los servicios públicos que se sumarán a un largo listado de incrementos que ya afectan los servicios privados, desde los colegios o prepagas hasta la telefonía móvil.El primer golpe del año lo sufrirán los peajes y el segundo el transporte público, con los colectivos a la cabeza.
Sin embargo, los expertos sostienen que la decisión es acertada y que después de muchos años de contener las subas, con una economía que se desacelera y con una descompresión inflacionaria, hay posibilidad de corregir los desequilibrios que rigen desde que se puso fin a la convertibilidad.Además, hay una buena señal desde las finanzas públicas que es la menor presión en el gasto primario en un momento en que los ingresos tributarios y vía retenciones tienden a ser menores, explicó Pedro Greaves, economista de la consultora Claves Información Competitiva. De esta manera, la mira está puesta en disminuir los subsidios que se dan a diferentes sectores, que alcanzaron casi los $25.000 millones en el año."El Gobierno buscará contener la "caja" en 2009 disminuyendo las transferencias corrientes al sector privado y público. En el acumulado del año, las transferencias al sector privado ascendieron a $ 39.771 millones (equivalentes al 24% del gasto primario), 54% más que las otorgadas en igual período de 2007. Las transferencias al sector público han sido de $13.722 millones, con una suba acumulada de 23%", explica un informe de Luciano Laspina, del Centro de Estudios Económicos del Banco Ciudad.Según Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein & Asociados, los subsidios podrían bajar a $19.000 millones en 2009. "Cerca de la mitad de ese ahorro es por cantidades y la otra mitad es por precios", comentó la economista.
La contracara de la medida es el impacto que tendrá en los sectores de menores recursos y en las expectativas de la sociedad en general, en medio del malhumor producto de una crisis que cambió los hábitos de consumo y seguirá afectando los ingresos y el ahorro. De hecho, según el índice de confianza del consumidor que realiza la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), las perspectivas pesimistas para los próximos 12 meses a nivel nacional alcanzan al 64% de la población.No obstante, no sucede lo mismo en el ámbito empresario, donde un escenario más ordenado con renegociaciones tarifarias de por medio puede servir para aclarar el panorama y generar más confianza en los inversionistas.Traslado a preciosLos expertos coinciden en que en este contexto de desaceleración de la economía no hay riesgos de que los incrementos en los servicios públicos se trasladen a precios. De todos modos, según el economista Pedro Greaves, hay que hablar de dos impactos en términos de inflación:
- Por un lado, se verá un coletazo sobre la gente ,porque cuando en economía se demoran las decisiones las consecuencias terminan siendo más graves. "Golpearán significativamente en el bolsillo de los más pobres, especialmente cuando hablamos de transporte", comentó.
- Por otro lado, como hay una tendencia a que la inflación caiga, no se esperan mayores consecuencias tanto por un contexto internacional recesivo como porque hay que ver como se manejan los números en el INDEC.
Guillermo Giusti, de Economía & Regiones (E&R), tampoco espera un mayor efecto en la inflación a pesar de que los servicios públicos siempre se trasladan a precios. Sin embargo, "no es el momento adecuado con los indicadores de un crecimiento económico mucho más lento en 2009", advierte."En este escenario, la decisión no afectará la inflación. Pero lo importante es que las medidas se encuadren dentro de una renegociación correcta a largo plazo", agrega Mariano Lamothe, economista de la consultora Abeceb.com.Cuestión de tiempoSi bien hay amplia coincidencia en cuanto a la decisión de "tocar las tarifas", los expertos coinciden en hay un problema de timing y que no es el momento adecuado. "Se tendría que haber realizado gradualmente", explican.Para Lamothe, haberlo concretado hace dos años atrás hubiese dado lugar a un escenario de certidumbre a largo plazo, para generar inversiones."Hoy es tarde pero más vale tarde que nunca, porque se hace inconsistente mantener el gasto público con tantos subsidios", comenta el economista.También en Economía y Regiones destacan que hoy puede impactar negativamente en las expectativas. Giusti manifiesta que "el sinceramiento era algo que se necesitaba hace tiempo, pero no se hizo para evitar su impacto en la economía. La consecuencia es que hoy golpeará las expectativas y después de cinco años de crecimiento fuerte se aplica en un momento de crisis donde hay un gran malhumor. En 2008 hubiese sido más tolerante".En tanto, Greaves añade que ven que hacia adelante seguirán siendo decisiones de carácter compulsivo. "Prevemos que el crecimiento del gasto tendría que menguar vía incremento tarifario para disminuir subsidios. No hay un objetivo de actualización de tarifas, sino que es una consecuencia de una necesidad fiscal y el principal costo es de carácter social: repercutirán en la parte más pobre de la sociedad", enfatiza.El fin de los precios bajosLa Argentina tuvo hasta el año pasado los precios de los servicios públicos más baratos en comparación con el resto de la región gracias, en gran parte, a los excesivos subsidios. De acuerdo a los economistas y expertos consultados por iProfesional.com, hay tres formas de realizar la comparación de precios: dos tomando parámetros internacionales y otra midiéndolo contra la evolución del índice de Precios al consumidor. En cualquiera de los casos se notan las diferencias.Pero el presupuesto para este año ya deja ver que se vendrán incrementos tarifarios en diferentes rubros porque se prevé una reducción de los fondos enviados. En principio, hay una baja de 3,5% en las transferencias a trenes, colectivos, empresas aéreas y algunos alimentos, así como los giros a universidades, entre otros rubros.Además ya se anunciaron disminuciones de:
- $3.463,4 millones para el sector energético
- $600 millones al transporte aerocomercial
- $2.400 millones para combustibles líquidos
Comparaciones regionales para el transporteEn el caso del transporte los países limítrofes duplican el valor de algunos pasajes que se pagan en la Ciudad de Buenos Aires. Greaves explicó que aún siendo más caro, gran parte del transporte público en el mundo es subsidiado y deficitario. Pero la diferencia con la Argentina es que acá son baratos pero la cantidad y la calidad es muy baja, por lo cual no puede compararse. Según datos de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), los ferrocarriles y el subterráneo porteño reciben en promedio $2,14 por cada pasaje que se vende en las boleterías. El ranking de los que servicios que más reciben se define entre:
- Belgrano Sur, con $13,21
- Roca, con $4,18.
- Ferrovías (Belgrano Norte), con $3,15
- San Martín, con $2,68
- Mitre y Sarmiento, (operados por Trenes de Buenos Aires), con $1,89
- Subterráneo y el ramal Urquiza (Metrovías), con $0,93
En el caso de los colectivos, el Estado aporta $1,45 por cada boleto. Solo de esta manera, si se incluye el subsidio, el boleto argentino cuesta entre $2,30 y $2,50. Valores similares a los de Chile, donde también hay subsidios, y la mitad que en las zonas urbanas de Italia o España. También en la consultora Abeceb.com reconocen la diferencia de costos entre los países y que la Argentina. "Es un país que hasta ahora fue demasiado barato", explican. Sin embargo Mariano Lamothe admitió que algunas variaciones del contexto internacional están nivelando los precios, como sucede con los combustibles a partir de la baja en la cotización del crudo.El caso de la energíaEn este sector la reducción de subsidios ya tuvo la primera consecuencia que son incrementos de hasta el 40% en hogares e industrias de mayor consumo. La medida alcanza al:
- 8% de los usuarios residenciales
- 4% de los comercios
- 2% de la industria
Ricardo Molina, experto en temas energética, afirma que "en materia de generación de electricidad y producción de petróleo, la situación de descalce entre los precios locales y los internacionales que se mantuvo durante los últimos seis años, parecería que por ahora está en una situación de empate". Sin embargo, advierte que esto dependerá de la crisis internacional y que la desinversión en términos de producción de gas, petróleo y electricidad se seguirá pagando con divisas ya que cada día hay más dependencia de la importación de energéticos. "Respecto al precio del gas en boca de pozo, aún después de esta baja del precio internacional, igual sigue descalzado en tres o cuatro veces, tomando como referencia que a partir de Enero a Bolivia se le pagará un poco más de u$s5 por millón de BTU, y a los productores locales no llega a u$s 1,50", comentó.Cambios en la miraDespués de los ajustes a la luz, el Gobierno cerró el año con un cambio en los costos de los peajes en la autopista Riccheri, el Acceso Norte y el Acceso Oeste, y le seguirán aumentos en trenes, subterráneos y colectivos.El siguiente paso sería el gas. Están pendientes los incrementos anunciados para las transportadoras de gas (del Sur y del Norte) y para la gran mayoría de las distribuidoras que llegan a los domicilios de los usuarios, porque hasta ahora los ajustes sólo se aplicaron en el área de Gas Natural Buenos Aires Norte.También falta reglamentar otra suba anunciada para los productores de gas, de modo que los tres segmentos que constituyen la tarifa (gas en boca de pozo, transporte y distribución) tendrán adecuaciones que impactarán sobre el valor final a pagar. Y la revisión tarifaria integral de las distribuidoras eléctricas Edenor, Edesur y Edelap. Según Molina, los últimos aumentos de tarifas de gas y electricidad están destinadas a reducir los subsidios que paga el Estado. No representan ingresos algunos para las empresas prestadoras de servicios públicos. Técnicamente, son un nuevo impuesto."Por lo tanto, en términos de las empresas de transporte y distribución –tanto gas como electricidad- la situación sigue siendo la misma: aún no hemos pagado el costo de la pesificación y congelación de tarifas, salvo por el deterioro de los sistemas. Por lo tanto, el aumento mínimo que requieren estas empresas es del orden de tres veces la tarifa actual. En caso que el Estado ya no tenga recursos para destinar a las inversiones necesarias en los urgentes mantenimientos que los sistemas están demandando, habrá que adicionar el monto de dichas inversiones a las tarifas. Para medir su impacto en la tarifa final hay que considerar que la porción que le corresponde al transporte y a la distribución representa algo así como el 60% de la tarifa final, el resto es producción o generación", comenta.En el caso de los combustibles, hace seis meses, con el crudo rozando los u$s150 por barril, el precio del litro en el mercado local era uno de los más baratos del mundo. Ahora, con el petróleo cotizando a un tercio de ese valor y con el tipo de acuerdo fijado entre el Gobierno y las petroleras, por el que se estableció un "precio techo" de u$s42 (cifra que reciben las compañías por cada barril exportado), los precios se igualaron o encarecieron. Las características de este tipo de acuerdo hacen que el precio del litro, en el mercado local, no se mueva al compás del contexto externo, algo que sí ocurre en naciones como Brasil, Chile, Uruguay y Estados Unidos que, de un modo u otro, mantienen una política de precios que está sujeta a las oscilaciones del mercado. Nicolás Bridger, economista de la consultora Prefinex, destaca un cambio en los valores regionales a partir del crac exhibido por el petróleo en los últimos meses. "En un momento, la diferencia de precios era significativa: Uruguay y Brasil vendían un 100% más caro que la Argentina, pero eso se achicó en el último tramo del año", opina Bridger.Escenario 2009"La economía argentina atraviesa un proceso de ajuste resultado de la combinación del escenario internacional, los ajustes pendientes al modelo y los efectos negativos sobre las expectativas del rumbo de las decisiones de política económica. Esta situación queda en evidencia al analizar la evolución de la recaudación al cierre del año", explican en Joaquín Ledesma & Asociados.En este contexto, los próximos meses prometen ser clave en materia de actualización de las tarifas de los servicios públicos para bajar los subsidios y recomponer las deudas pendientes con el sector privado.Guillermina Fossati © iProfesional.com