Ferrer: "El sistema previsional podría fondear acciones de fomento"
Es un viejo pedido de los industriales: crear un banco de desarrollo para el financiamiento del sector, similar al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) que funciona en Brasil.Todavía hay espacio en la Argentina de hoy para el debate. La crisis internacional zambulló al país en las aguas de lo urgente: el objetivo imperioso es que no se caiga el nivel de actividad y los fondos están dirigidos a prestar en el corto plazo. En tanto, el proyecto estratégico de inversión a largo plazo quedó relegado. Los principales obstáculos que enfrenta son la estructura de fondeo de las entidades y la unidad de cuenta de los préstamos. Sin embargo, el economista afín a la Casa Rosada, Aldo Ferrer, subrayó "la importancia del sistema previsional como fondeo de las acciones de fomento". Y consideró "relevante, a partir de la reforma del sistema jubilatorio, destinar esos recursos al proceso de desarrollo y de acumulación y, al mismo tiempo, preservar el valor de los aportes".No obstante, consideró como condición necesaria para su creación lograr el equilibrio macroeconómico que en la actualidad no está presente por la fuerte salida de recursos. "La fuga de capitales es un problema grave", dijo.Así lo afirmó en el Museo Histórico del Banco Provincia Dr. Arturo Jauretche, donde el Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (CEFIDAR) presentó un estudio de casos sobre la banca de desarrollo y fomento local y otro sobre la historia de esa banca en el país.Fuente de financiaciónVarias son las experiencias internacionales de creación de instituciones que instrumentan el financiamiento productivo y el crédito a largo plazo.El Estado brasileño creó el BNDES en 1952 para ejecutar la política industrial de sustitución de importaciones. Hoy el banco brasileño es fundamental para el sector industrial de la nación vecina. El plazo promedio de préstamos que otorgaba el BNDES es de siete años, en tanto, la tasa de interés real no superaba el 12%, según lo relevado por CEFIDAR a mediados de 2007.Ferrer, quien impulsó el fallido Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) en 1970, cuando era ministro de Economía, sigue proponiendo la creación de un banco público destinado a la producción. Para implementarlo, subrayó "la importancia del sistema previsional como fondeo de las acciones de fomento". El economista consideró "relevante, a partir de la reforma del sistema jubilatorio, destinar esos recursos al proceso de desarrollo y de acumulación y, al mismo tiempo, preservar el valor de los aportes".Desde octubre, cuando se estatizaron las jubilaciones, la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) gestiona un stock, que en ese momento se calculó en $97 mil millones, y un flujo anual de 15 mil millones de pesos.Ese fondo es el que podría direccionarse a financiar a los sectores productivos. Ferrer tomó como ejemplo la experiencia de Brasil, donde "una fuente de fondeo fundamental es la proveniente del sistema previsional, que permite que el banco adquiera dimensiones gigantescas y dar crédito a largo plazo".El economista recalcó que los fondos deben destinarse a promover proyectos de empresas de capital nacional. "No es prevención de la inversión extranjera, pero el ahorro argentino es para las empresas argentinas. Que las compañías del exterior traigan sus propios recursos", dijo.Función de fomentoLos bancos de desarrollo que funcionan en el mundo tienen 50 años de existencia. Ferrer reconoció que "un banco como el de Brasil, por su estructura y cuadros técnicos, no se crea de la noche a la mañana".Pero explicó que "la función de banco de fomento se puede expresar en infinidad de instrumentos". Su idea consiste en tratar de aprovechar la estructura de las entidades que ya están operando. Que abran una ventanilla de banco de fomento, bajo un programa que provea de reglas claras al que puedan adherir, para prestar a empresas innovadoras. Así, para el economista, el Banco Nación y el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) podrían asumir el rol de bancos de desarrollo.El director del Banco Nación Matías Kulfas, también orador de la presentación, coincidió en aprovechar la estructura existente y dotarla de coherencia con el plan de desarrollo y en usar como fuente de fondeo los ahorros previsionales. "Se abre el desafío de usar los ahorros previsionales para que puedan operar como banca de segundo piso que fondee las instituciones de desarrollo", dijo Kulfas.Consideró que los fondos que administra la ANSES son más que suficientes para pagar las jubilaciones y satisfacer las necesidades de financiamiento del Estado. "La discusión de fondo es qué programa -de desarrollo- queremos implementar y cómo redireccionar los fondos", dijo Kulfas.Otras fuentes del Banco Nación, que prefirieron el anonimato, explicaron que hoy los fondos previsionales están comprometidos en la deuda pública y en los proyectos de desarrollo del gobierno nacional. "El stock está destinado en un 50% a la deuda pública y el resto, al sector privado. El flujo anual está comprometido en la formación del superávit primario del sector público nacional. No sobra plata", explicó.El problema para implementar el programa de fomento sigue siendo entonces el fondeo de largo plazo. "Se tendría que generar con un impuesto y que se desarrolle un mercado de capitales de largo plazo, algo que hoy no existe", dijo la fuente.Dentro del Banco Central se estudian las posibilidades de creación de un banco de desarrollo. Fuentes de la entidad contaron que descartan el uso de los fondos previsionales por considerar que ya están siendo utilizados para otros fines. Más bien se estudian los casos internacionales y se trata de definir si conviene que una entidad de este tipo se fondee con depósitos o con crédito internacional.De todos modos, saben que en el contexto de incertidumbre actual el proyecto de un banco de desarrollo no se definirá en el corto plazo.Plan estratégico y estabilidad macroeconómicaPero además de los fondos, Ferrer consideró que el país necesita "consolidar el equilibrio macroeconómico" como condición necesaria para la creación de un banco de estas características. Explicó que hoy "la fuga de capitales es un problema grave a pesar del esquema macroeconómico". Para llevar adelante el proyecto, "los operadores se tienen que convencer de que el mejor lugar para invertir los fondos es Argentina".El economista, que es ideológicamente afín al modelo industrial, también recordó que en los países donde se creó un banco de fomento "ha habido políticas de desarrollo". Las diseña el Ministerio de Economía en base a un estudio sectorial y de las cadenas de valor.Brasil fue nuevamente el ejemplo porque conservó a largo plazo algunas políticas fundamentales, como las vinculadas al sector petrolero, aeronáutico y de infraestructura. "En ausencia de ese objetivo no tiene sentido el banco y nuestra experiencia lo demuestra", dijo. Experiencias previasKulfas explicó que hay que rescatar la experiencia del BANADE, aún con las limitaciones y los errores cometidos.Desde los ´70 hasta su liquidación, en 1993, el BANADE prestó dinero a tasas negativas a las empresas más importantes del país. Su disolución dejó como saldo la discusión sobre la alta discrecionalidad con que se otorgaron los créditos, la forma en que se financiaron y una incobrabilidad del 90%. "Las condiciones favorables fueron efímeras y el instrumento se pervirtió y se utilizó para fines espúreos", dijo Ferrer.Kulfas rescató la discrecionalidad en el otorgamiento de los créditos. Dijo que "las políticas de desarrollo implican transferencia de renta y eso no tienen que horrorizar". Para el funcionario, la discusión no debe centrarse en "la decisión soberana de elegir sectores y actores a quienes transferirle renta" sino en "que se explicite el plan detrás de esa decisión y cuáles son las metas y objetivos: que tengan prioridades y que sean monitoreados".Otras experiencias argentinas han sido el Banco de Crédito Industrial, creado en 1944, en medio del proceso de sustitución de importaciones, y hoy disuelto. Y en 1992, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), para canalizar financiamiento bajo la estrategia de banca comercial.El director del Nación bregó por aplicar una política industrial distinta a la vigente en la década del 90 como "un mecanismo para moldear una nueva estructura productiva". Se trata de buscar a los sectores intensivos en el uso de conocimiento, aquellos con un proceso productivo más maduro pero que generen empleo y desarrollar e integrar producciones regionales.Para Kulfas, el desafío es "cómo generar la coordinación de las instituciones existentes, la discusión de un plan de desarrollo y el monitoreo de las decisiones que se van tomando".
Verónica Dalto©iProfesional.com