Para el Financial Times uno de los legados que el presidente electo Alberto Fernández debe preservar, aún cuando la herencia en materia económica es pésima, es el encarado en la lucha contra la corrupción.

"Macri recibe con razón elogios por haber hecho más transparente la contratación pública, haber introducido la ley del arrepentido y reforzado el programa de protección de testigos", dice en una columna publicada este martes.

Aún cuando consideró que estos aspectos son los que debe mantener el nuevo Gobierno a partir de ahora, también admitió que quedaron pendientes. Entre ellos, el modo en que se nombran jueces y fiscales, por tratarse de una modalidad muy politizada. Para el influyente medio inglés, estos funcionarios deberían ser elegidos por un órgano independiente.

Rescata, en ese sentido, el hecho que de Fernández haya sido jefe de gabinete durante cinco años lo que lo dota de la suficiente experiencia para avanzar en una modificación de estos esquemas.

Claro que también advierte que no será una tarea sencilla puesto que su vicepresidenta es Cristina Fernández, quien lo ungió como candidato a presidente al tiempo que es juzgada por supuestos hechos corrupción, con nueve casos pendientes durante los ocho años en que fue jefa de Estado.

A esto se suma su presentación la semana pasada a Tribunales donde le dijo a los jueces que llevan su causa que eran ellos y no ella quienes debían responder preguntas sobre su comportamiento.

Mientras tanto, continúan las especulaciones sobre cómo serán sus movimientos siendo vicperesidenta. El Financial Times recordó que si bien su cargo tiene poco peso, ya logró que su hijo Máximo Kirchner quede al frente del bloque peronista en la Cámara Baja.

Por eso, indicó este medio, a Alberto Fernández no le faltarán desafíos. Tendrá que sacar a una economía en recesión, luchar contra una de las tasas de inflación más altas del mundo y renegociar la deuda de más de u$s100.000 millones sin perder acceso al crédito ni el respaldo de quienes lo votaron.

Respecto de la economía, indicó que la designación del ministro de Economía, sin experiencia de gestión, le permitirá avanzar con políticas más intervencionistas. Al mismo tiempo, subrayó que en la batalla contra la corrupción "Argentina no puede darse el lujo de dar marcha atrás, aunque eso signifique sacrificar a su problemática vicepresidenta".