Calefaccionar con aire acondicionado: ¿cuánto más se gasta por encima de los 22 grados recomendados?
Con la llegada del frío, el consumo de energía en los hogares argentinos se dispara, y uno de los principales responsables es el uso de sistemas de calefacción. Si bien los aires acondicionados con función de calor son una opción cada vez más popular por su eficiencia, un uso desmedido, especialmente al configurar la temperatura por encima de los 22 grados recomendados, puede generar un impacto significativo en la factura mensual.
Para entender el gasto adicional, es fundamental comparar el consumo de diferentes equipos y escenarios. Si se consideran solamente equipos de aire acondicionado con eficiencia energética clase A, que son los que mayormente se consiguen en el mercado, para un equipo de 3000 frigorías, el aumento del consumo es notable al elevar la temperatura por sobre la recomendación de 22°C.
Mantener el ambiente a 22 grados representa un costo en la factura si se utiliza 1 hora diaria, de $5.385 (29 kWh), en comparación con los $5.915 al mes (33 kWh) si se usa a 24 grados. Como la tendencia general es que a mayor temperatura configurada, mayor consumo, usarlo a 26 grados durante una hora diaria implica un gasto de $6.578 (38 kWh) mensual.
Pero en los días de frío constante se suele extender el uso del aire acondicinado, y en esos casos encender el equipo 3 horas diarias a 24 grados implica que la factura mensual se incrementa en $14.798 (100 kWh). Y si se hace 6 horas diarias también a 24 grados, el gasto asciende a $30.045 (201 kWh) adicionales por mes.
Cuando se trata de un equipo más potente de 5600 frigorías, es lógico analizar que un equipo de mayor capacidad tendrá un consumo superior, y la diferencia se acentúa con el uso prolongado. Así, 1 hora diaria a 24 grados se refleja con un gasto extra de $9.760 (62 kWh) al mes; 3 horas diarias a 24 grados, la cifra se eleva a $28.181 (187 kWh) y si se utiliza 6 horas al día a esa misma tempratura, el impacto en la factura es considerable, alcanzando los $53.078 (374 kWh) mensuales.
Ante el frío, cómo calefaccionar sin gastar de más
Cada grado por encima de la temperatura recomendada y cada hora adicional de uso, naturalmente, se traducen directamente en un mayor gasto, especialmente con equipos de mayor potencia. Pero para mitigar el impacto del frío en el consumo energético, las empresas distribuidoras de energía brindan una serie de recomendaciones prácticas.
Para hacer un uso inteligente de la energía, es fundamental adoptar hábitos responsables y conocer cómo elegir y usar estos equipos de manera eficiente. Es necesario tener en cuenta que un aparato eficiente puede ser un poco más caro al comprarlo, pero a largo plazo te ayuda a reducir significativamente tu factura de electricidad.
Caloventores y estufas de cuarzo: Son aparatos que calientan rápidamente un espacio pequeño mediante resistencias eléctricas. Aunque su efecto es inmediato, tienen un consumo energético elevado y suelen ser menos eficientes para calentar grandes ambientes o mantener la temperatura por largo tiempo.
Aires acondicionados con función calefacción: Estos equipos utilizan una tecnología que extrae calor del exterior para calentar el interior, lo que los hace mucho más eficientes energéticamente que los caloventores y estufas. Aunque la inversión inicial puede ser mayor, el ahorro en consumo eléctrico se notará, luego en la factura.
Con esta diversidad de equipos, al momento de comprar un electrodoméstico, es crucial prestar atención al etiquetado energético. Optar por equipos con clasificación "A" o superior (como A+++) asegura un menor consumo a largo plazo, a pesar de una posible mayor inversión inicial. El etiquetado también muestra el consumo estimado en kWh, facilitando la comparación.
Hábitos de confort y eficiencia energética
Adoptar ciertos hábitos no solo permitirá mantener un ambiente confortable en casa, sino también reducir significativamente la factura de electricidad y contribuir al cuidado del medio ambiente. Para simular el consumo de invierno y obtener más consejos, se puede visitar el simulador de Edenor.
Temperatura ideal: La recomendación general es fijar la temperatura de la calefacción en 22°C. Ajustar un solo grado en el termostato puede generar un ahorro de hasta el 8% en el consumo de climatización.
Aprovechar el sol: Durante el día, abrir cortinas para que los rayos del sol calienten naturalmente los ambientes. Al caer la noche, cerrarlas para conservar el calor acumulado.
Aislamiento fundamental: Revisar que ventanas y puertas estén bien selladas para evitar fugas de aire frío y la pérdida de calor. Colocar burletes puede ser una solución económica y efectiva. Las persianas, por su parte, son una protección adicional que ayuda a disminuir las pérdidas de calor al cerrarlas cuando baja el sol.
Calentar solo lo necesario: Limitar el uso de la calefacción a los ambientes que realmente se están utilizando. Evitar calentar espacios vacíos.
Ventilación inteligente: Para renovar el aire, es suficiente con abrir las ventanas entre diez y quince minutos al día. Esto permite ventilar sin perder todo el calor acumulado, evitando una importante pérdida de energía.
Mantenimiento clave: Un buen mantenimiento de los equipos es esencial para su eficiencia. Limpiar regularmente filtros y rejillas, revisar que no haya acumulación de polvo y verificar que los sistemas funcionen correctamente para evitar sobreesfuerzos.