Un paso histórico: Petrobras acelera la importación de gas de Vaca Muerta y se abre una nueva relación energética

Un nuevo escenario se dibuja en el mapa energético de Sudamérica, y esta vez, el foco está en la integración gasífera entre Brasil y la Argentina. Petrobras, la gigante petrolera brasileña, revelo que obtuvo la aprobación del gobierno de la Argentina para importar gas desde la Cuenca Neuquina, en un movimiento que podría marcar el inicio de un flujo más regular y competitivo del gas de Vaca Muerta hacia el mercado brasileño.

La noticia, que llega en un contexto de búsqueda de nuevas fuentes de suministro, confirma que Petrobras ya está autorizada para importar hasta 1 millón de metros cúbicos diarios de gas de forma "interrumpible", según se reveló en el Was Week que organiza el portal especializado Eixos. 

Aunque la cantidad es modesta, el hecho de que la empresa estatal brasileña, que hasta ahora se había mantenido al margen de las pruebas iniciales, se sume a la iniciativa, es un paso significativo.

La fuente de suministro para la mega petrolera brasileña es su propio gas. La compañía, a través de su filial Petrobras Operaciones S.A., posee una participación del 33,6% en el activo Río Neuquén, en la Cuenca Neuquina, operado por la empresa estatal argentina YPF. Ambas compañías también mantienen un acuerdo no vinculante hasta 2027 para evaluar posibles oportunidades de negocio en exploración y producción.

Con la vista puesta en el próximo verano, un total de 19 empresas, entre productoras de la Argentina y comercializadoras de Brasil, están explorando activamente oportunidades de negocio. La sinergia entre el sector privado y las empresas estatales está acelerando las negociaciones, con la expectativa de que el flujo de gas aumente a partir de enero, cuando se espera que los nuevos precios mínimos de exportación en la Argentina sean más competitivo.

La competitividad del gas argentino es una de las grandes motivaciones para las empresas brasileñas. Se estima que, con los ajustes en los precios mínimos, el gas de la Argentina podría llegar a Brasil con un costo cerca de un 20% inferior al de las pruebas iniciales. Este factor es crucial para un mercado que busca diversificar sus fuentes y reducir costos.

Sin embargo, para que esta integración sea una realidad a gran escala, se requieren inversiones sustanciales en infraestructura. La Transportadora Gas del Norte (TGN), parte del grupo Techint, ha puesto sobre la mesa un ambicioso proyecto: un nuevo gasoducto de 750 km desde Neuquén hasta La Carlota, con una inversión estimada de 2.000 millones de dólares. El objetivo es claro: aumentar la capacidad de transporte de gas de Vaca Muerta, destinando la mitad a Brasil y la otra mitad al mercado interno.

Tablero geopolítico y rutas alternativas

La concreción de un nuevo gasoducto no solo es un desafío de ingeniería y financiamiento, sino también político. Bolivia, tradicionalmente el puente para el gas argentino hacia Brasil, se encuentra en un momento de transición política con elecciones presidenciales que podrían reconfigurar el escenario energético regional.

En este contexto, surgen otras propuestas de rutas, como las que pasarían por Paraguay y Uruguay. Aunque los expertos, como Daniel Ridelener de TGN, se inclinan por la ruta boliviana como la "más obvia", no descartan otras opciones, como la ruta por Uruguayana, que permitiría crear un interesante "anillo de gas".

La integración energética entre la Argentina y Brasil es un proyecto a largo plazo, con desafíos que van desde la financiación de la infraestructura hasta la estabilidad política en la región. Sin embargo, el creciente interés de empresas clave como Petrobras y la movilización del sector privado demuestran que, a pesar de las complejidades, el gas de Vaca Muerta tiene un camino cada vez más claro hacia el mercado brasileño.