Paradoja en industria de la cal: por qué se invierten millones de dólares, pese al desplome de la obra pública

Las empresas mineras de la cal están en medio de un plan de inversión contraintuitivo. Desde 2024 sufren una caída del 15% en la demanda más importante que tienen, siderurgia y construcción. Pero, en este mismo periodo, confirmaron inversiones por casi u$s50 millones que ya están funcionando y un jugador internacional apostó en septiembre por comprar una empresa que operaba en el país.

Los productores de esta materia prima no están apurándose por el RIGI, ya que no alcanzan la suma mínima de u$s200 millones. En materia de política, el Gobierno nacional los golpeó con fuerza con el freno de la obra pública. Aun así, tienen un objetivo a mediano y largo plazo: tener la capacidad para proveer a los proyectos de cobre.

Los tres anuncios más importantes del último año y medio fueron en San Juan, la provincia que genera más del 55% de las cales industriales del país, según informe del CFI. Pero, además, es el lugar donde están 5 de los 8 yacimientos de cobre más importantes del país. Dos de estos son los más avanzados de Argentina: Vicuña que se encuentra en etapas iniciales de construcción y Los Azules que obtuvo su RIGI por u$s2.700 millones.

La cal ante un salto productivo histórico

Raúl Cabanay, gerente general de Calera San Juan e integrante de la Cámara Minera de San Juan, dialogó con iProfesional y explicó los movimientos que se están dando recientemente en el sector calero. "En los próximos cinco años se va a dar una necesidad de cal muy importante por el cobre y los productores nos hemos anticipado, tanto nosotros como el otro gran productor, Calidra", aseguró.

Solo estas dos empresas vienen invirtiendo muy fuerte en el último tiempo. Calera San Juan terminó este año su cuarto horno Maerz, que cuesta alrededor de u$s15 millones. Este fue el último paso de un plan que pusieron en marcha en 2016, cuando empezaron a instalar esta tecnología, que es la que produce cales con el nivel de pureza que requiere la minería del cobre. Este año sumaron también una inversión de u$s2,5 millones para proveerse de energía solar.

En paralelo, Calidra inauguró este año su quinto horno del mismo tipo. Esta empresa es la mayor productora de la región, de capitales mexicanos, hizo mejoras en su planta ubicada en San Juan por más de 30 millones de dólares. Su capacidad productiva se amplió en 219.000 toneladas anuales, lo que elevó el número total a más de 2.000.000 de toneladas anuales en capacidad instalada.

La inversión de la empresa del Grupo Carmeuse, de origen belga, fue la última novedad de este grupo de minerales, que se usa tanto en la construcción, en la siderurgia, potabilización de agua, producción de plásticos y también como insumo en la minería del litio, el oro y el cobre. El anuncio fue internacional, porque lo que compraron los europeos fue el 97,1% de la chilena CBB, que es una de las principales productoras de cales de la región.

Más proyectos en marcha

Entre los activos que quedaron dentro de la transacción, que se cerró el 11 de septiembre, está una mina en Jáchal, al norte de la provincia de San Juan. Ahí la firma chilena tenía una producción de 500 toneladas, con un solo horno de alta calidad que genera 160 toneladas diarias. Se trata de una explotación pequeña, explicó Cabanay, pero que puede crecer. Tiene también una ventaja frente a las otras firmas que operan en San Juan: está 200 kilómetros más cerca de la futura mina Vicuña.

"No sabemos todavía qué va a hacer, si va a haber una inversión, pero no sería nada raro que lo hicieran", contó. En esa zona ya tienen un competidor a futuro: los dueños de la Mina Gualcamayo, de oro, también tenían planeado empezar a explotar cales, primero para su propio suministro y luego para vender.

A esto, agregó Cabanay, se suma que las empresas que ya estaban en la zona sur ya tienen un largo camino recorrido. El fuerte de la explotación está cerca de la Ciudad de San Juan, en Albardón, y en Los Berros, una localidad que está cerca del límite con Mendoza. Ahí están los mejores yacimientos de calizas, el mineral precursor de la cal.

En el norte de la provincia, donde están Vicuña, Gualcamayo y Veladero, no están tan desarrolladas las explotaciones caleras. Esto se debe a que esta zona, aunque cuenta con la demanda minera, está lejos de las conexiones de rutas y el tren, por donde históricamente estos minerales salieron hacia el este, a la siderurgia y construcción.

Los desafíos actuales de las cales

En la actualidad, el 65% de las ventas de los caleros sigue siendo para la siderurgia y construcción. En el primer grupo está el comprador más fuerte hasta ahora: Acindar. En cambio, para las obras civiles, las cales de San Juan y el Norte competían con las de Buenos Aires, Córdoba y San Luis, los otros productores, que, aunque no cuentan con yacimientos de alta pureza, están más cerca de los grandes centros urbanos.

El freno a la obra pública fue golpe para este sector. Las ventas cayeron un 15%, explicó Cabanay. "Acindar está trabajando a un 50% de su capacidad y eso nos repercute directamente", dijo el empresario sanjuanino. Es que en la elaboración de aceros la cal es parte fundamental del proceso.

Por un lado, la diminución de obras con presupuestos estatales, la contracción de la construcción privada de 2024 y también "la importación de aceros chinos o algunos insumos", fueron disminuyendo la facturación de los caleros.

El escenario pudo ser peor, pero lograron compensar parte de estas ventas con exportaciones. Chile, principal productor de cobre del mundo, alcanzó a cubrir por primera vez el 35% de las ventas de cales argentinas, en especial las de San Juan. En el NOA, donde Jujuy es el más importante productor, también cubrieron la demanda perdida con el aumento de la producción de litio.

Para exportar las cales los productores tenían un problema hasta hace algunos meses: las retenciones. El pasado 6 de agosto la gestión nacional quitó este costo impositivo y liberaron parte de la capacidad del pais. Esto fue clave, dijo el empresario, ya que el margen de ganancia no es tan alto como para poder competir con la producción de Chile, Perú, Asia o México.