Pampa Energía rompe un récord de producción en Vaca Muerta

Pampa Energía alcanzó durante el tercer trimestre de 2025 un nuevo récord de producción en su bloque Rincón de Aranda, dentro de la formación Vaca Muerta, y se consolidó como uno de los principales operadores privados del shale argentino.

La empresa informó que logró una producción promedio de 14,4 mil barriles por día (kbpd), lo que representa un salto significativo frente a los 13,2 kbpd del mismo período de 2024 y 6,9 kbpd más que en el trimestre anterior. En términos interanuales, el crecimiento fue del 220%, un avance sin precedentes para la empresa en el segmento de hidrocarburos no convencionales.

Con ese desempeño, la producción total de petróleo de Pampa trepó a 17,3 kbpd, impulsada por la expansión del plan de desarrollo en el bloque neuquino, que pasó de dos pozos activos en 2024 a veinte en 2025.

Pampa Energía en Vaca Muerta: expansión y eficiencia operativa

El aumento de la producción estuvo acompañado por la completación de tres nuevos pads y la puesta en marcha de una Planta de Procesamiento Temporal (TPF), diseñada para manejar mayores volúmenes de crudo en esta etapa de desarrollo acelerado.

Si bien los costos de extracción aumentaron un 7%, los caules se ubicaron en u$s6,4 por barril equivalente, la escala productiva y la eficiencia operativa logradas en Rincón de Aranda compensaron el impacto, permitiendo mantener márgenes competitivos.

El bloque se convirtió en el centro operativo del portafolio energético de Pampa, con infraestructura propia, logística integrada y una gestión de campo automatizada que redujo los tiempos de perforación y maximizó la recuperación del shale oil.

Resultados financieros y crecimiento del negocio

El desempeño operativo tuvo un impacto directo en los resultados financieros. El EBITDA ajustado consolidado alcanzó los u$s322 millones, lo que representa un incremento del 16% interanual, mientras que el segmento de Petróleo y Gas llegó a u$s171 millones, con una mejora del 40% respecto del año anterior.

Las ventas totales de la compañía sumaron US$591 millones, un 9% más que en 2024, impulsadas por el negocio de hidrocarburos, que creció 35% hasta u$s308 millones. Según el portal especializado Más Energía, el bloque Rincón de Aranda fue determinante para ese salto: permitió aumentar el volumen de exportación, que ya representa el 47% de las ventas de petróleo, mejorando la composición de ingresos.

Aunque el precio internacional del crudo retrocedió un 15% interanual, de u$s71,9 a u$s61,1 por barril, la mayor producción y la estrategia de exportación flexible de Pampa —basada en contratos spot y acuerdos de corto plazo— compensaron el impacto de precios.

Inversión, deuda y proyección

Durante el trimestre, la empresa invirtió u$s267 millones, de los cuales el 65% se destinó a Rincón de Aranda. Ese esfuerzo llevó la deuda neta a u$s874 millones en septiembre, aunque se redujo a 790 millonesn de dólares al cierre del período, con un ratio deuda neta/EBITDA de 1,1x, un nivel considerado saludable para el sector.

En su reporte, la compañía destacó que el desarrollo del bloque "marca un punto de inflexión en la estrategia de crecimiento en Vaca Muerta", ya que le permite diversificar el portafolio energético y reforzar el perfil exportador, en un contexto global de menor rentabilidad del gas natural.

Con Rincón de Aranda en fase de producción plena y nuevos pozos programados para 2026, Pampa proyecta mantener un ritmo sostenido de expansión, equilibrando inversión, costos y deuda. El objetivo será consolidar la eficiencia operativa alcanzada y capitalizar el aprendizaje técnico obtenido en la formación neuquina.

El principal desafío de la compañía será sostener la curva de producción en un escenario internacional de precios más bajos, aprovechando las oportunidades que ofrece la infraestructura en expansión, como el Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS) y los proyectos de exportación de GNL, que permitirán ampliar la capacidad de salida del crudo argentino hacia nuevos mercados.