• 4/12/2025
ALERTA

La factura de luz en CABA cayó al nivel más bajo de la era Milei, pero es tan cara como en los ’90.

La factura promedio de electricidad en el AMBA ascendió a $38.587, el nivel más bajo desde 2023 y alcanzando un valor comparable al de la década de 1990
10/11/2025 - 18:05hs
La factura de luz en CABA cayó al nivel más bajo de la era Milei, pero es tan cara como en los ’90.

La factura promedio de electricidad que están abonando este mes de noviembre los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires ascendió a $38.587, ubicándose en el nivel más bajo de toda la gestión de Javier Milei y alcanzando un valor comparable, en términos reales, al de la década de 1990, de acuerdo a un informe del instituto de economía de la UADE.

El análisis histórico muestra que el costo de la canasta de energía eléctrica de diciembre de 2015 fue el más bajo de los últimos treinta años, equivalente a $4.011 a precios de noviembre de 2025. En el otro extremo, el valor máximo se registró en febrero de 2024, con un equivalente actual de $79.292, mientras que el promedio histórico se ubica en torno a $26.822.

A lo largo de las últimas tres décadas, la brecha entre la factura más alta y la más baja fue de 20 veces, reflejando la alta volatilidad de los precios que enfrentan los hogares al afrontar el pago de los servicios públicos. En la actualidad, el valor real de la factura eléctrica se encuentra 53 % por debajo del pico observado en febrero de 2024, de acuerdo al reporte.

Las variaciones en las tarifas eléctricas respondieron históricamente más a cambios de orientación política y coyunturas electorales que a los costos reales de provisión del servicio. Es habitual que las administraciones apliquen ajustes tarifarios después de los procesos electorales y reduzcan los incrementos o congelen precios antes de ellos.

Así, aunque el valor actual de la factura promedio se sitúa 40 % por encima del promedio histórico, su peso relativo sobre el salario es el menor en décadas. Aun así, el costo vigente continúa siendo más del doble que el nivel mínimo registrado durante la gestión anterior de Gobierno.

Tarifas de servicios e ingresos

Cada mes, las familias en Argentina destinan parte de su ingreso a hacer frente al costo de los servicios públicos, tales como el suministro de electricidad, agua y gas, entre otros consumos que hacen parte del gasto total de los hogares. La provisión de energía eléctrica a los hogares, por ser un servicio público, está regulado por el Estado nacional para garantizar la igualdad y el bienestar de la sociedad.

En consecuencia, el precio de la tarifa de consumo residencial se establece mediante resolución del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), dependiente del Ministerio de Economía (MECON), que a su vez depende del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Por lo tanto, el nivel de tarifas está determinado, en parte, por el contexto social y político que resultan en políticas de Estado y estas suelen variar según lo hacen las administraciones nacionales.

En el análisis de la UADE, se analiza la evolución del nivel de tarifas eléctricas en Ciudad de Buenos Aires (CABA) en función de las distintas administraciones que han estado a cargo del PEN desde 1996 hasta el presente. Se utilizaron dos alternativas para evaluar, en términos reales y de esfuerzo salarial, las variaciones en os niveles de la tarifa eléctrica, descontando el marcado efecto que tiene la inflación en todos los precios de la economía argentina.

Ambas consisten en observar la evolución de una canasta de consumo de 250 kWh. La primera alternativa se basa en actualizar todas las canastas mensuales, a moneda constante de poder adquisitivo de noviembre de 2025. El segundo enfoque consta en relativizar cada canasta mensual en función del salario medio del sector privado registrado. De esta manera, se obtiene el peso que tuvo en cada período la canasta de consumo eléctrico en la remuneración media.

Mientras que una metodología permite evaluar, de forma aislada, la variación de precios sin su impacto en el poder adquisitivo, es decir, el precio real; la otra permite inferir, de forma más precisa, las variaciones en el esfuerzo que afrontan las familias para pagar el servicio, sin reflejar necesariamente los cambios de precios aislados de las variaciones salariales, es decir, el esfuerzo familiar. 

Política tarifaria según gobiernos

Bajo ambos enfoques se observa que durante los períodos 1996-1999 y 2001-2002 la tarifa de luz se mantuvo en un nivel constante en términos reales, aunque con marcada volatilidad respecto de los salarios. Tal volatilidad, se explica más por la caída del poder adquisitivo de la remuneración media que por variaciones en las tarifas.

A partir del 2003 y hasta el 2015 se observa una marcada disminución del costo de la energía eléctrica, tanto en términos reales como en proporción del salario. Sin embargo, la disminución es aún más marcada en relación con la remuneración media, lo que deja trascender incrementos en el poder adquisitivo del salario en este período.

Durante el período 2016-2019, las tarifas en términos reales se incrementaron moderadamente, a la vez que su peso en el salario se elevó en mayor medida, exhibiendo una mesurada disminución del salario real. 

Entre los años 2020 y 2023 tanto en términos reales como de esfuerzo, la canasta de consumo eléctrico primero disminuye y luego se incrementa considerablemente. Finalmente, a principios de 2024 se observa una marcada suba, sucedida de una continua disminución hasta el presente, que encuentra su valor más bajo en la gestión Milei.

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