Aprueban el ingreso al RIGI del primer proyecto de oro y plata con una inversión de u$s665 millones

El Gobierno nacional aprobó el primer proyecto de un aprovechamiento minero de oro y plata que podrá gozar de los beneficios del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), por u$s665 millones de inversión comprometidos que permitirá reactivar la mina Gualcamayo, en la provincia de San Juan.

Como ya es habitual, un posteo en la red X del ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, confirmó que un nuevo proyecto ingresó al RIGI. Esta vez se trata de la primera propuesta para poner en marcha una mina de oro y plata, para lo cual a firma, parte de AISA Group, invertirá u$s665 millones.

El ministro celebró que se trata de un proyecto exportador que permite "la extensión de vida de una mina en etapa de agotamiento". Es que la mina empezó a producir en 2007 y ya terminó de extraer oro en dos áreas que fueron las que encontró en un principio.

Para avanzar con el nuevo yacimiento, conocido como Depósito Carbonatos Profundos (DCP), deben construir una nueva planta de tratamiento, porque el mineral no se puede procesar con el sistema que ya venían utilizando hace casi dos décadas. Si bien esta zona rica en oro ya estaba identificada, desde 2018 las empresas que estuvieron a cargo de la explotación, primero Yamana y después Mineros, no habían podido hacer la mega inversión.

Con el apoyo del RIGI, el nuevo grupo planea iniciar los trabajos de construcción, invertir también en una planta fotovoltaica de 50 Mw para alimentar de energía la mina, emplear a entre 1.000 y 1.500 personas en las obras y extraer oro de DCP a partir de 2029.

Esta nueva etapa, dijeron en un comunicado, les va a permitir "sentar las bases para varias décadas de desarrollo minero, con una mirada técnica, responsable y de largo plazo". Para eso, u$s50 millones se destinarán a invertir en más exploración, ya que calculan que sólo hay conocimiento profundo de un 4% de las zonas alrededor de Gualcamayo donde opera la empresa.

Un hito para la minería del oro

El apoyo a Gualcamayo significa el primer ingreso de un proyecto de oro al régimen de incentivo. Hay sólo otro pedido pendiente de aprobación por parte de la autoridad nacional, que es la ampliación de Veladero, la mina de oro más grande del país, por u$s400 millones, que ingresó a mediados de 2025.

Este RIGI llega en medio de una profunda crisis de la producción aurífera argentina, que si bien representa casi el 90% de las exportaciones minerales del país, está en riesgo de sufrir una caída muy fuerte en la producción.

Es que las actuales minas de oro que hay, la mayoría en Santa Cruz, con dos referentes fuertes en San Juan y una más en Salta, son fruto de la promoción que significó la Ley de Inversiones Mineras que se aprobó en los años ‘90.

En las últimas dos décadas el sector sufrió una fuerte desinversión sobre todo en la exploración de nuevos proyectos, lo que explica que no hay propuestas para el RIGI de este metal, a pesar de que se encuentra en máximos históricos.

Los cambios del RIGI de Gualcamayo

Para convertirse en una pionera de la producción de oro en el régimen, Gualcamayo es el proyecto que transitó un camino más largo. Fue el primer proyecto minero en presentarse cuando apenas habían aprobado esta herramienta, en noviembre de 2024.

La autoridad no aceptó la primera propuesta, que era de más de u$s1.000 millones, porque abarcaba otra unidad de negocios, una cantera para producir cal, y una serie de desembolsos para seguir obteniendo una porción menor de riquezas del mismo yacimiento con el sistema actual.

En mayo de 2025 la empresa anunció que iba a modificar su propuesta, dejando solo lo necesario para la planta de Carbonatos Profundos y la primera parte del parque solar. Con esta reformulación es que finalmente obtuvo el aprobado este martes, por lo que la inversión se redujo al actual valor.

Aun así, desde la empresa adelantaron que siguen en pie los otros planes. En entrevistas que dio a la prensa sanjuanina en julio, el presidente de AISA Group, Juan José Retamero, adelantó que en un futuro continuarán con la idea de producir cales en una zona cercana, primero para autoabastecerse y luego para vender. Es una decisión estratégica, ya que en el norte de San Juan estarán los grandes proyectos de cobre que consumen cal.

A su vez, hay otra unidad de negocios que podría sumarse al complejo Gualcamayo: la producción de energía solar. Dentro del primer VPU incorporaron la planta de 50 MW, pero a largo plazo quieren construir infraestructura para casi 1.000 Mw, con la que piensan inyectar al sistema eléctrico nacional y vender energías verdes.

Para eso, la empresa ya planea volver a solicitar los beneficios del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, una propuesta que cobra más fuerza ahora que obtuvieron el apoyo del comité.