El peso argentino ya es candidato al Oscar por premio a la "mayor revaluación 2011"
Durante mucho tiempo, el ciclo de revaluación de varias monedas frente al dólar en países emergentes fue motivo de grandes alegrías para muchos inversores. En la práctica, aquellos que se desprendieron de divisas duras, como la estadounidense, y se posicionaron en otras (como pueden ser reales, pesos chilenos o incluso mexicanos) lograron hacerse de ganancias más que interesantes.En tal sentido, uno de los primeros que apostó a ellas fue el multimillonario Warren Buffett quien tiempo atrás, en el balance anual de su compañía, declaró que había ganado nada menos que u$s280 millones apostando al real brasileño, cuando pocos lo tenían en la mira. Pese a que en algún momento se levantaron algunas voces alertando sobre la posibilidad de que este ciclo podría llegar a su fin, hoy existe consenso mayoritario de que la rápida expansión de las economías en desarrollo continuará, lo cual mantendría el impulso de sus respectivas monedas.Esto es una muy buena noticia para quienes aún mantienen su dinero en activos de esos países, o para aquellos que tienen en mente ingresar."Las tasas muy bajas en el mundo desarrollado empujarán a los inversores, por un largo período de tiempo, a volcarse hacia los mercados que ofrecen intereses más altos y muestran potencial de apreciación de sus monedas", afirma Ashish Agrawal, analista de Credit Suisse Group.En la actualidad, dichos mercados representan un 20% de la economía mundial, de acuerdo con las estimaciones de HSBC Holdings. Mientras tanto, a medida que crece la confianza en ellos, los gobiernos y las empresas de esos países aprovechan para emitir deuda en moneda local. El año pasado lo hicieron por un total cercano a los u$s450.000 millones, de acuerdo con Dealogic.Los Gobiernos intentan frenar el aluviónPara evitar males mayores, muchas naciones, están tratando de poner algún tipo de trabas al ingreso de capitales, con el fin de evitar una mayor apreciación de sus monedas, aunque los resultados aún no están a la altura de las expectativas oficiales. La motivación para alentar estas iniciativas se debe a que el fortalecimiento de ellas frente al dólar hace que a los empresarios se les haga más cuesta arriba colocar sus productos en otras latitudes, al mismo tiempo que se ven más amenazados por la competencia importada. Un claro ejemplo es Brasil. Sus autoridades han instaurado sucesivos impuestos al ingreso de capitales y el Banco Central se ha visto obligado a realizar recurrentes intervenciones para disminuir la oferta de dólares, en pos de que el real no se dispare. Sin embargo, su signo monetario sigue por debajo de 1,7 unidades. ¿Por qué se aprecian las monedas?"Hoy el mundo desarrollado crece al 2,5%. Pero los emergentes lo hacen a casi el triple de velocidad, al 6,5% anual", sostiene el economista Miguel Kiguel. Gran parte de ese avance proviene de China e India que se han convertido, junto a Brasil, en los motores del mundo. "Ambos casos son parecidos, pues tienen por delante décadas de crecimiento sostenido, lo cual no hace más que garantizar una alta demanda futura de materias primas y un elevado nivel de precios", agrega Kiguel. Este escenario es de por sí favorable para los países productores de alimentos y minerales, en especial los latinoamericanos.Todo esto tiene como correlato la recepción de un incesante flujo de fondos, que desemboca en un agudo proceso de revaluación de sus monedas. ¿Qué puede ocurrir en el corto plazo?En el corto plazo cabe esperar que la mayoría de las divisas de América Latina se muevan al ritmo dictado por los altos precios del petróleo, que despegaron impulsados por la tensión política en Oriente Medio y Libia.El aumento en su cotización, en la visión de los analistas, inyectará una fuerte presión en el valor de las distintas monedas frente al billete verde.
"Si el conflicto se mantiene por un período prolongado se resentirá el crecimiento global", apunta el experto Pedro Tuesta."En el caso del real, no se espera que caiga por debajo de 1,66, que es considerado como el piso para la moneda, sino hay demasiado ruido de intervención", agrega Tuesta.En el plano local, un real fuerte es una buena noticia para los empresarios argentinos y quita presión al Gobierno para elevar el tipo de cambio dado que, tal como sostiene Kiguel, "contribuye a mantener las exportaciones domésticas".A diferencia de otras monedas de la región, la alta inflación, la elevada emisión y la necesidad del Ejecutivo de dejar anclado al dólar harán que el peso argentino continúe revaluándose, alejado de toda tendencia que se dé en el plano externo."No cabe esperar mayores modificaciones. La actual dinámica se mantendrá", apunta Carlos Risso, analista del portal ZonaBancos.¿Qué se puede esperar de aquí a fin de año?La reciente escalada en los precios de los alimentos y en la energía, a nivel mundial, se está haciendo sentir con fuerza en las expectativas de alzas de precios en casi toda América Latina.
Más aún, ha puesto en jaque los objetivos de mantener la inflación por debajo de un determinado umbral que es fijado por cada país.
Ante este contexto, muchos de ellos se vieron obligados a aumentar el costo del dinero (tasas de interés).
En la visión de analistas, en los próximos meses se verá una mayor aceleración de estas políticas, pese a que la medida podría transformarse en una suerte de "círculo vicioso".
"Un alza en las tasas de interés atraerá a más capitales a estas regiones, que ya están en el radar de los inversores, por sus elevados índices de crecimiento", apunta el analista Agustín Cramo.
"Esto no hará otra cosa que alentar una apreciación más pronunciada de las monedas locales", agrega.
En este contexto, una investigación realizada por Latin Focus, basada en la opinión de una gran cantidad de expertos internacionales en materia económica da cuenta de: • Un aumento en los niveles de inflación de los países, respecto al de años anteriores, aunque aún manteniéndose en niveles relativamente moderados en la mayoría de ellos, en un rango que va del 2,5% al 6,4 por ciento.
• Claro está, a excepción de la Argentina que, según consultoras privadas, ascendería al 25 por ciento.
• Monedas de varios países fortaleciéndose, en términos nominales, frente al dólar.
• Salvo, nuevamente el caso argentino, pues el peso se devaluaría alrededor de un 5,5 por ciento.
• En el caso del real, se registraría un muy leve ajuste, pues pasaría del 1,66 actual a 1,7 unidades frente al billete verde.
Como resultado de estos movimientos, se espera:
• Que se repita el ciclo revaluatorio, iniciado años atrás.
• Que nuevamente el peso argentino ocupe el primer lugar en este ranking pese a que, en términos nominales, la moneda caiga frente a la divisa estadounidense.
A diferencia del resto de los países de la región, el modelo de "flotación administrada" implementado por el Banco Central empuja "muy levemente" la cotización.
Así, ésta no logra hacer frente a una inflación que puede llegar a quintuplicar el avance del tipo de cambio.
En este contexto, la moneda local es la gran candidata a recibir el premio a la "mayor revaluación de 2011", reivindicando el titulo logrado el año anterior.
El siguiente cuadro resume las proyecciones de expertos:
"Este modelo de crecimiento del tipo de cambio por debajo de la inflación real no es sostenible en el largo plazo", apunta Kiguel.
Así las cosas, la economia continuará en el proceso de un mayor recalentamiento y enfrentará riesgos cada vez mayores en la medida en que se siga fogoneando la demanda interna, tal como ha venido sucediendo. "En algún momento, bastante más cercano que lejano, el Gobierno tendrá que optar entre frenar la inflación -algo que a primera vista resulta muy extraño- o empezar a incrementar el ritmo devaluatorio. Es decir, a elevar más rápidamente el valor del dólar frente al peso", agrega Kiguel. Mientras ello no ocurra, el peso argentino casi no encontrará rivales -y hasta será difícil conformar una terna- en su camino a recibir la estatuilla dorada que tenga grabada en su chapa la leyenda "Premio a la mayor revaluación (no revelación) de 2011".