Advierten que las altas tasas de interés llegaron al mercado para quedarse por un largo rato
Hasta hace un mes, el depositante minorista que obtenía una tasa de más 11% por un plazo fijo a 30 días en pesos se podía considerar un afortunado. Ahora, si le están pagando menos del 15% es probable que le estén pagando poco.
Las tasas de interés que pagan los bancos por captar depósitos en pesos del público treparon casi cuatro puntos porcentuales en los últimos 30 días, y más aún en el segmento mayorista, señala el matutino La Nación.
Varios factores se conjugaron para que se diera este fenómeno: por un lado, la crisis internacional y devaluación del real frente al dólar impulsaron la demanda de dólares en el mercado local e intensificaron la salida de capitales de la Argentina, que a esta altura es del orden de los u$s3.000 millones mensuales. Para evitar que los ahorristas se volcaran al billete verde, los bancos subieron las tasas de sus depósitos.
Por el otro lado, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), uno de los grandes pilares de liquidez del mercado, decidió retirar los plazos fijos que tenía depositados en distintos bancos privados para colocarlos en el Banco Nación, bajo el aparente argumento de restarles pesos a las entidades para que no pudiesen comprar dólares.
El movimiento también elevó el costo del dinero. Y es que, según los últimos datos disponibles, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES tenía plazos fijos en bancos privados por unos $14.000 millones, sobre un total de colocaciones a plazo de $21.747 millones, puntualiza el matutino.
El encarecimiento de los depósitos trajo aparejado una suba de las tasas que los bancos cobran por sus créditos. Después de todo, los bancos financian los préstamos con el dinero que captan del público. En consecuencia, casi no hubo línea de crédito que no sufriera una suba de tasa: las tarjetas, los personales, los prendarios y hasta los hipotecarios, todos se vieron afectados con aumentos de entre dos y cuatro puntos.
En el Banco Ciudad consideran que el sistema está atravesando un período de transición, hasta tanto tiendan a converger las tasas de crecimiento de los depósitos y el crédito bancario. "Los depósitos deberían recuperarse, impulsados por las menores expectativas de devaluación a corto plazo y las altas tasas de interés. Paralelamente, los bancos se verían obligados a moderar el explosivo crecimiento del crédito, ya sea racionando la oferta o la demanda, vía mayores tasas de interés cobradas por sus préstamos", explica el banco en un informe publicado por La Nación.
Por ello, según un reporte de M&S Consultores, hacia adelante será clave monitorear de cerca el comportamiento que tengan los depósitos totales del sector privado. En septiembre, señala, los depósitos apenas subieron $600 millones (cuando entre enero y agosto lo venían haciendo a razón de $4000 millones por mes) mientras que el crédito creció más de $10.000 millones. "Es una dinámica no sostenible en el tiempo", señala el informe.
Con todo, hay indicios de que la suba de tasas, acompañada por las políticas del Gobierno, podría haber llegado para quedarse. Al menos, la mayoría en el mercado cree que puede moderarse un poco, pero que será difícil ver los niveles de tasas de junio, cuando la presión sobre el costo del dinero recién comenzó a manifestarse.
Según confía una fuente del mercado al matutino, la semana pasada, funcionarios de línea del Banco Central se reunieron con representantes de bancos privados y les reconocieron que la autoridad monetaria "se sentía más cómoda con tasas levemente más altas".
Con esta lectura, desde la consultora económica ACM aseguraron: "La reciente jugada oficial, entonces, parece haber intentado moderar la demanda de dólares o ampliar la oferta, vía un aumento importante de las tasas de interés. Si éste fuera el objetivo, no descartamos que los rendimientos en pesos puedan mostrar aumentos mayores".
En la misma línea, desde el Ciudad aseveraron a La Naciónque el "nuevo equilibrio" implicaría una desaceleración del crédito y tasas superiores a las vigentes en el primer semestre, con la "consiguiente ralentización de la actividad".