Bank of America toca las puertas del infierno: ¿será el próximo banco en caer?
De un tiempo a esta parte, los intentos de Bank of America-Merrill Lynch (BAC) por frenar su posible colapso fueron sobrehumanos. Sin embargo, las acciones del mayor prestamista de Estados Unidos están a punto de situarse en los cinco dólares por título, la línea de fuego que podría provocar una huida en toda regla de sus inversores institucionales.
Los fondos de pensiones suelen alejarse de aquellos valores que operan por debajo de los cinco dólares y parece que la entidad de Brian Moynihan está condenada a dichos niveles.
Los títulos de BAC no alcanzado esas cifras desde que el mercado tocase fondo en marzo de 2009, mientras que si se observa su evolución desde el pasado mes de abril, cuando operaba a niveles de u$s19,86, sus acciones se han desplomado un 75 por ciento. En tanto que la caída experimentada por el S&P 500 durante dicho periodo ha sido del 10 por ciento.
Por ahora, los operadores de renta variable miran con lupa a la entidad, ya que operar por debajo de los cinco dólares no sólo podría espantar a inversores institucionales sino que, además, podría implicar nuevos problemas a corto plazo para el banco, según informó El Economista de España.
Si hay algo que esta realidad parece demostrar es que la absorción de Merrill Lynch y Countrywide durante el punto álgido de la crisis financiera de 2008 supusieron una carga que Bank of America no puede soportar.
¿Cuáles son las soluciones?Muchos analistas hablan de una nueva línea de rescate, que a diferencia de 2008-2009 no llegaría de la mano de los contribuyentes sino de una puesta en venta de los activos destrozados del banco.
Mucho se habló durante las últimas semanas de un posible "spin off" de su negocio de banca de inversión y gestión de activos, liderado por Merrill Lynch, mientras que la venta de su participación en China Construction Bank no sirvió para calmar al mercado.
De hecho, The Wall Street Journal habla de un memorando donde los reguladores y el gobierno de EE.UU. piden una mejora de la gestión y la venta de más activos para evitar tener que multar al banco y obligarlo legalmente a cumplir los deseos del gobierno federal, que en estos momentos no se puede permitir un colapso de un banco demasiado grande para caer.
Sin embargo, la preocupación entre las mesas de inversión sigue centrada en la posible recesión que podría sufrir la economía de Estados Unidos.
Si esto ocurriera, no sólo bancos como Bank of America estarían destinados al colapso, sino otros como Morgan Stanley, que también sufrió el azote de la crisis europea, o Citigroup, cuyas operaciones siguen expuestas a distintas áreas críticas como los préstamos hipotecarios.