Prendario, plan de ahorro previo o un crédito personal: todo lo que usted debe saber para comprar un auto financiado
Horacio y Marcela, una joven pareja de profesionales, compraron hace dos años el departamento en el cual están viviendo. Y ahora, ya casi finalizando el primer cuatrimestre de 2012, se propusieron tener un auto.
Entonces, decidieron averiguar qué opciones se ofrecen en el mercado para poder pagarlo sin comprometer al máximo su presupuesto hogareño.
Así, recorrieron bancos y concesionarias y concluyeron que las alternativas posibles son las siguientes:
- Pagar en efectivo.
- Pedir un préstamo personal.
- Solicitar un crédito prendario.
- Suscribirse a un plan de ahorro previo.
La primera opción fue descartada por la pareja, prácticamente, de entrada. No querían destinar tanto dinero todo junto y, además, preferían guardarse una parte de sus ingresos para tenerlo ante cualquier contingencia o necesidad, de modo de no estar "tan apretados" con los gastos.
En consecuencia, sólo les quedaban tres caminos. Cada uno, acompañado de sus "pros" y de sus "contras".
Por un lado, sabían claramente que un crédito prendario, si bien durante muchos años fue la alternativa por excelencia elegida a la hora de comprar un 0 km, les implicaba atarse a una prenda -algo similar a una hipoteca para el caso de las propiedades, pero para bienes muebles- en virtud de la cual, en caso de incumplimiento en los pagos, se ejecuta la garantía y permite que el acreedor recupere parte del monto de la operación comprendido bajo esta modalidad.
Asimismo, evaluaron la opción de tomar un préstamo personal. Pero se encontraron con que el costo financiero total que debían enfrentar les resultaba un tanto elevado.
Finalmente, analizaron la alternativa de suscribirse a un plan de ahorro y vieron que la cuota era más baja y que hasta podían transferir el plan. No obstante, no se quedaron del todo convencidos porque, si no salían sorteados, tal vez tendrían que esperar más tiempo del que deseaban para tener el auto.
El caso de Horacio y Marcela se presenta frecuentemente. Sucede que las familias no siempre disponen del total del dinero para comprar todo lo que quieren y necesitan.
Afortunadamente, en el mercado existen distintas opciones de financiamiento que los argentinos pueden evaluar de acuerdo con sus presupuestos. Así lo aseguró el analista Mariano Otálora al afirmar que "cambió la tendencia, pues las entidades se dedicaron a ofrecer una mayor variedad, con requisitos cada vez más accesibles".
Los préstamos "todo destino"En este contexto, el experto explicó que, en la actualidad, se ofrecen los denominados "préstamos para cualquier destino".
Esta alternativa de pago ha crecido de tal forma que "hoy el 80% de la financiación para adquirir vehículos se hace bajo esta modalidad", agregó Otalora.
La ventaja que ofrece radica en que el bien en cuestión, en este caso un auto, se encuentra libre de todo tipo de impedimento para su posterior venta, pues no está alcanzado por ninguna cláusula contractual que garantice la operación, como sucede, en cambio, con un crédito prendario.
Sin embargo, este beneficio tiene su contracara: el elevado costo financiero total (CFT), que arranca en un 33% y puede llegar a elevarse hasta el 74 por ciento. Vale aclarar que la tasa de interés nominal anual (TNA) que se suele aplicar parte de un piso del 25% y puede alcanzar hasta un 42 por ciento.
En líneas generales, las diversas entidades que ofrecen esta opción proponen financiar un máximo de $200.000 y cancelar el préstamo en hasta 60 meses. En ese marco, el monto puede representar el 60, 80 o 100 por ciento del valor del vehículo, según el caso.
Con respecto a las cuotas, las mismas se encuentran en el rango de $290, la más baja, a $494, la más elevada.
El cuadro adjunto a continuación permite apreciar las distintas variantes que es posible encontrar actualmente en el mercado en materia de montos de financiación, cuotas, tasas y CFT, de acuerdo con los bancos oferentes:
Los créditos prendariosiProfesional.com también relevó cuál es la situación actual de los créditos prendarios.
Si bien suelen contar con la ventaja de involucrar una menor tasa de interés -comparado con la opción anterior- esto no significa que sea así en absolutamente todos los casos.
Y, aun si así fuere, los potenciales compradores deben, además, tener en cuenta que será necesario incurrir en gastos iniciales de tramitación y otorgamiento.
No obstante, según los expertos, el factor determinante para inclinarse por esta modalidad viene asociado al hecho de que es el auto en sí mismo la garantía de la operación. Esto significa que no se podrá vender hasta que se haya cancelado la prenda, lo cual se suele decir, legalmente, que es una "restricción al dominio" del bien.
En el caso de que el adquirente no tuviera apuro de concretar la venta del automóvil, actualmente se financia desde los $50.000 a los $200.000, según el banco, con plazos que en algunos casos se extienden a los 72 meses. Es decir, un poco más en relación con el de los préstamos personales.
En cuanto a la cobertura del precio del rodado, no hay grandes diferencias respecto de la alternativa mencionada precedentemente: arranca en un mínimo del 60% y se llega a financiar hasta la totalidad del valor del auto.
Sin embargo, es importante destacar que el CFT va desde un 37% a un máximo de casi 62%, que se refleja en un pago mensual que llega a los $478, en tanto que la más baja parte de los 366 pesos. Así puede apreciarse en el siguiente cuadro:
"En nuestro banco, el plazo promedio de las operaciones es de 36 meses, por montos de entre $43.000 y $45.000 y las cuotas promedian los $2.000", afirmó Fernando Bisutti, Gerente de Productos de Santander Río.
Y agregó que "si bien el banco financia hasta el 85% del valor de la unidad, por lo general, los clientes optan por un porcentaje del orden de la mitad del valor del vehículo, lo que hace que no registremos morosidad y resulte un producto atractivo".
Por otra parte, Pablo Adrover, Gerente de Productos y Préstamos del HSBC, indicó que "el plazo promedio elegido es de unos 38 meses, el monto ronda los $40.000 y el financiamiento es del 50% del precio".
En este escenario, Ernesto Adaglio, analista de Marketing de Rombo Compañía Financiera S.A., destacó que "desde el segundo semestre del año pasado, cuando subieron las tasas, los plazos bajaron. Hoy, el promedio para un 0 km es de 33 meses, por un monto de 40.000 pesos".
Y añadió: "Para los usados, baja a 31 meses y a $25.000, respectivamente".
Las concesionarias también ofrecen opcionesEn este contexto, varias concesionarias han tomado un rol activo y ofrecen alternativas de financiación a través de diferentes entidades bancarias."Lo que buscamos es que el cliente pueda acceder a la mejor línea de financiamiento posible. Y es por eso que nos movemos con varios bancos de primera línea a la vez", aseguró Gabriel Molina, gerente de una importante concesionaria de la zona norte del Gran Buenos Aires.
iProfesional.com también pudo constatar que las concesionarias, además, suelen recurrir a líneas de crédito propuestas por las propias terminales automotrices, que aceptan otorgar préstamos prendarios por hasta un 50% del valor del vehículo y ofrecen plazos que van de los 24 a los 60 meses.
A continuación, algunos ejemplos de la situación actual:
"El financiamiento a tasa fija en pesos, que se ofrece en el conjunto del mercado, presenta ventajas con respecto al sistema de planes de ahorro. Y quita los temores propios de un contexto inflacionario como el actual", afirmó Bisutti.
"Esto se debe a que el valor de la cuotaparte está atado al precio del auto y vemos que los vehículos están subiendo entre un 1,5% y un 1,8% mensual", agregó.
Los planes de ahorroOtra de las opciones posibles para comprar un auto es a través de un plan de ahorro.
Se trata de un sistema en donde participan grupos cerrados de personas con un mismo objetivo en común que, en este caso, es la adquisición de un 0 km.
"Para aquellos que no estén apremiados por la entrega inmediata, suscribirse a estos planes puede ser una muy buena opción para planificar, con tiempo, la compra de un auto nuevo", destacó Otálora.
Con los aportes mensuales de todos los integrantes del grupo, se adjudican dos vehículos: uno por sorteo y el otro por licitación.
En el primer caso interviene el azar. En el segundo, cualquier suscriptor puede ofrecer cierta cantidad de dinero -equivalente a un número determinado de cuotas- y el que propone el mayor monto gana y se convierte en el adjudicatario de la unidad. Para darle mayor flexibilidad a este tipo de planes, las terminales implementaron varias alternativas tendientes a aliviar el pago de las mensualidades. La "70/30" es la más difundida y también está la "60/40".
¿Cómo funciona? El cálculo de la cuota se realiza en función de la primera cifra y el resto se paga al momento de la adjudicación.
Al igual que en los préstamos prendarios, quienes conocen del tema sostienen que, antes de contratar un plan, conviene asesorarse sobre los gastos y los componentes de lo que luego deberá pagarse mensualmente, así como también respecto de los de adjudicación.
Otro interrogante que se suele presentar es ¿cómo se ingresa en este sistema? Para acceder al plan es necesario pagar la primera cuota y asumir el compromiso de abonar el derecho de suscripción a lo largo de varias mensualidades.
En cuanto a la cuota en sí, se estructura de la siguiente manera:
- Cuota pura: valor del bien dividido la cantidad de cuotas, que aumentará en función del valor del mismo.
- Gastos administrativos: equivalentes al 10% de la cuota pura.
- Gastos de entrega: en algunos casos se prorratean en los pagos mensuales.
- Seguro de vida: se calculan sobre el saldo deudor. En general, no llega al 0,1% mensual.
Previo al momento en que se adjudica la unidad, se requiere el pago de un derecho, que ronda el 1,5% del valor final.
La principal ventaja de los planes de ahorro es que no se pagan intereses pues no se trata de un préstamo, por lo que la cuota es mucho más baja.
Incluso, se pueden adelantar pagos y los planes se pueden transferir.
Según Héctor Perez Sosto, gerente general de Plan Rombo, "estos planes están pensados para cualquier familia que busque acceder tanto a su primer o segundo 0km".
"Poseer un contrato de este tipo es tener un derecho que puede ser transferido en cualquier momento", recalcó.
En cuanto a las desventajas, la principal es que no se dispone del auto en forma inmediata, si bien algunos sistemas aseguran la entrega antes de un determinado lapso de tiempo.
Pero quizás el aspecto más relevante es que la cuota se ajusta en función del precio del vehículo.
Desde Círculo Citroen indicaron a este medio que "el tipo de actualización se realiza según la lista de precios vigente en pesos".
Y agregaron: "Pero en ningún caso las variaciones serán retroactivas, ni afectarán las cuotas ya abonadas".
En tal sentido, cabe recordar que, en los últimos años, el promedio anual de incremento de los autos nuevos fue del 14,5% anual, bastante menos que la inflación real.
A modo de ejemplo, si este porcentaje de aumento se mantuviera a lo largo de la vida de un plan de ahorro previo, para un vehículo cuyo precio es de $65.000, el valor final, una vez transcurridos los 84 meses (7 años) será del orden de los 180.000 pesos.
Si en cambio, se opta por financiarlo a 60 meses (5 años) con un préstamo prendario a través de una concesionaria, se terminará pagando 120.000 pesos.
A continuación, un cuadro comparativo de cuotas entre el sistema de ahorro previo y un préstamo prendario:
No todo es tasa y plazoLas distintas entidades ofrecen incentivos adicionales, como bonificación en los seguros de las unidades financiadas o descuentos para la compra de combustible.
En el primer caso, se encolumnan el HSBC y el Nación, en tanto que el Santander se vuelca a aliviar el bolsillo del cliente a la hora de visitar una estación de servicio.
"Estamos dando un 30% de descuento en combustibles por 6 meses para quienes financien su compra a través de nuestras sucursales", explicó Bisutti.
"Uno de los principales cambios que estamos observando este año, y que antes no se veía, es que las marcas están publicitando ofertas con tasas subvencionadas, para tener un mayor volumen de operaciones", afirmó Adaglio.
"Sin embargo, creo que lo que más mira el cliente al momento de cerrar una operación es si va a poder pagar la cuota. Lo que sucede ahora es que se estima que, con el paso de los meses, ese pago va a representar una menor porción de su sueldo por la actualización de sus salarios", concluyó Adaglio.Al momento de optarAl momento de tener que elegir por una de las opciones mencionadas, algunos factores pueden torcer la decisión hacia alguna de las alternativas mencionadas como, por ejemplo, la mayor o menor urgencia en contar con el vehículo, la carga de intereses, la incidencia de gastos adicionales o si el valor del auto está sujeto a posteriores ajustes, entre otras cuestiones. El siguiente cuadro puede ayudar a la hora de tener que decidir:
En el ejemplo se considera un auto "tipo", por un valor de $50.000, financiado a 60 meses y con una tasa de interés para los préstamos personales del 35% y para los prendarios del 30 por ciento. En cuanto al ahorro previo, el monto a pagar se calcula para un plazo de 84 meses y se compone por la cuota pura más los gastos de administración. Además, se estima que el precio del 0 km aumenta a razón del 1,5% mensual, tal como ha venido sucediendo en estos últimos tres años. Por otra parte, a excepción de los personales, en los otros dos casos se debe hacer frente a diversos gastos, como por ejemplo, el de la emisión y cancelación de prenda, erogaciones de licitación y adjudicación. Lo interesante es que, según las variables utilizadas, la mejor opción será la del préstamo prendario, debido a que ofrece la menor tasa de interés y se dispone del vehículo en forma inmediata.
Pero para quienes no tengan apuro, el costo del ahorro previo no difiere demasiado del que surge de un préstamo personal aunque tiene como ventaja que, al ser más largo, el peso de las cuotas es relativamente menor.