Se hizo esperar pero finalmente el "dólar Messi" debutó en la city porteña, superó los $10 y "promete" ir por más
El dólar blue volvió a ser noticia pues rompió la barrera de los 10 pesos, ya que cotizó a $10,08. Es decir, 21 centavos más (2,1%) que el cierre anterior. De esta manera, la brecha con el oficial -que se mantuvo estable a $5,22-, se elevó al 93,1 por ciento.Y, en tan sólo un año, la divisa informal ya subió un 99,6%, o lo mismo que afirmar que duplicó su valor, ya que el 7 de mayo de 2012 valía 5,05 pesos.
Más allá de esta distorsión, el mercado tomó como un signo negativo que, en lo que va del año, ya se liquidaron tantos dólares provenientes del sector exportador como en 2012, sin que el Banco Central logre acumular divisas.
Los cambistas consultados sostuvieron que la tendencia a mediano y largo plazo seguirá siendo ascendente y, de hecho, descartaron que la cotización del blue vuelva a los valores de la semana pasada.
El mercado paralelo "refleja los desequilibrios de la economía argentina, con un déficit fiscal que crece, con problemas de atraso del tipo cambiario, sin inversiones productivas y con todo el mundo que quiere tomar reservas en dólares, porque el peso no es confiable", dijo el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
"El tipo de cambio oficial ha quedado retrasado en la economía argentina y eso está generado serios problemas. Todos nos preguntamos por qué el Gobierno no admite esto", agregó."Los saltos del blue son una señal de miedo a las políticas oficiales. La gente con miedo consume e invierte menos", acotó el economista Aldo Abram.
Pese a las distorsiones vigentes, la presidenta Cristina de Kirchner descartó de cuajo que durante su Gobierno se vaya a devaluar al señalar: "Los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que tenga que pagar el pueblo van a tener que esperar otro gobierno, no con nosotros", ratificando que no modificará la actual política cambiaria.Al respecto, el economista Enrique Szewach comentó ironicamente: "En el mismo acto en que el Gobierno dice que el dólar no está atrasado, anuncia una devaluación fiscal del 23% para los productores de trigo"."Hablar hoy de devaluación, desdoblamiento cambiario o cualquier medida particular no sirve. Pensar en devaluar hoy, sin gozar de credibilidad, no tiene sentido. Y nunca se devalúa ni se desdobla el tipo de cambio antes de una elección. Más bien, lo esperable es una medida tendiente a que el 'cepo' cambiario sea más profundo, medidas restrictivas con emisión sostenida y nada más, tratando que este Gobierno llegue a las elecciones de la mejor manera posible", explicó Marcelo Trovato, analista de Pronóstico Bursátil.
Mientras tanto, a medida que pasa el tiempo los controles cambiarios y recargos por compras de productos y servicios en moneda extranjera se van profundizando.
Nada nuevo bajo el solEsta no es la primera vez que un gobierno apela a controles cambiarios que, en la práctica, derivan en estas diferencias entre el dólar oficial y el paralelo.
Por ello, es interesante repasar en qué momentos se los aplicó y las consecuencias a que dieron lugar.
Sobre el particular, la Fundación Norte y Sur realizó un estudio según el cual:
•En 29 de los últimos 50 años el mercado de cambios se desenvolvió sin trabas de ninguna especie.
•Once de ellos fueron bajo el régimen de Convertibilidad, y poco más de nueve, entre marzo de 2002 y octubre de 2011.
•En los 21 años restantes hubo dólar paralelo, y el promedio histórico de brecha fue cercano al 46%. Los controles se dieron con fuerza entre los años ´60 y ´80.
•El récord de brecha se dio en el período 1973-1975 cuando la misma alcanzó casi el 150%.
Si se compara el promedio histórico (46%) con el actual (93%), se observa que hoy día se duplicó.
"Las evidencias históricas también muestran que los controles de cambios tienden a asociarse con períodos de alta inflación, inestabilidad y estancamiento", sostuvo Osvaldo Giordano, presidente de IDESA.
"El control cambiario trata de ocultar las consecuencias de los desordenes fiscales y monetarios. El Estado puede regular transitoriamente el precio del dólar oficial, pero no puede evitar que, frente a la persistencia de los desequilibrios, la demanda de divisas presione la cotización en el mercado no oficial", agregó el economista.
Cualquier coincidencia es...Los datos históricos son muy claros al respecto, ya que muestran que las brechas más altas se dieron deste 1973 hasta 1975, y en la actualidad.
Ello no es casual, ya que ambos períodos presentan muchas coincidencias.
En los dos prevalecieron políticas internas caracterizadas por crecientes controles de precios, déficit fiscal, emisión monetaria, regulaciones poco racionales y mucha burocracia administrativa con subsidios indiscriminados.
También ambos períodos coinciden en ser de excelentes precios internacionales: en los años 1973 y 2012 las cotizaciones de las exportaciones primarias argentinas fueron un 32% superior al promedio de los últimos 50 años.
"Han sido dos períodos de grandes oportunidades perdidas, por la mala calidad de las políticas internas aplicadas. La brecha cambiaria delata una inconsistencia que en, algún momento, se torna insostenible", agregó Giordano.
Y lo peor es que en aquel entonces todo se resolvió con el denominado "Rodrigazo" que, según los argumentos oficiales, tuvo como objeto "sincerar" la economía argentina, reducir el enorme déficit público existente y aumentar la productividad de las empresas vía devaluación del peso.
La semejanza con el presente es tal que una de las primeras medidas del ministro Celestino Rodrigo fue la de tratar de frenar el movimiento turístico al exterior, mediante el aumento de las tarifas de pasajes aéreos, al tiempo que decía: "El que viaja no produce, pero sí gasta".
Pero lo peor vino después: •Devaluó más de 150% el peso en relación al dólar comercial.•Subió un 100% todos los servicios públicos y transporte.•Elevó hasta 180% los combustibles.•Como contraparte, aumentó 45% los salarios.
"El dato relevante es que no se salió de la persistente brecha cambiaria con una reducción del tipo de cambio paralelo, sino con mega devaluaciones del oficial".
"Es decir, ajustes que corrigen las distorsiones acumuladas, pero con importantes caídas del salario real", concluyó el vocero de IDESA.