Una de las causas de las burbujas financieras
El negocio de falsificación de billetes es uno de los negocios ilícitos más rentables a nivel mundial. En primer lugar está el narcotráfico, que representa entre u$s300.000 millones y u$s500.000 millones, cerca del 10% del comercio mundial. Le siguen la piratería informática con más de u$s200.000 millones y la falsificación de moneda, con otros u$s100.000 millones.
El mayor problema para los falsificadores se plantea a la hora de introducir discretamente el dinero falso en el circuito legal. Como los montos son enormes, blanquear ese dinero exige de redes de intermediarios muy sofisticadas. Se estima que el costo de blanqueo llega a un tercio de lo que se falsifica, que se reparte entre redes bancarias, intermediarios, abogados, corredores, "pasadores" y a veces hasta autoridades gubernamentales. Por supuesto, para los falsificadores, los paraísos fiscales y las sociedades offshore son los instrumentos más seguros para "legalizar" tanto dinero.
Todas estas ganancias son generalmente reinvertidas en negocios con muy altas tasas de rentabilidad, tales como inversiones de alto riesgo, especulación financiera, mercados emergentes, inmuebles, etc... Estos cuantiosos fondos han servido para alimentar varias de las burbujas de especulación, como la del año 2000 con las punto com y la que ahora se está desarrollando en el mercado inmobiliario mundial.
Un procedimiento cada vez más digital
En materia de falsificación de billetes, conocer y manejar la tecnología es un aspecto clave a la hora de realizar las copias. Tanto para el falsificador como para el investigador que lo persigue. El proceso de copia se ha perfeccionado notablemente desde la masificación de las computadoras, a tal punto que, como sostiene el Inspector Alvarez, "hoy por hoy, con mi computadora yo puedo hacer billetes, cuando en los ’80 hacía falta una máquina de offset. Antes, la falsificación era mucho más profesional, porque no eran muchos los que sabían manejar un offset".
El offset fue el procedimiento más utilizado hasta los años ’90, y consiste en la impresión mediante unas planchas tratadas y fijadas sobre unos cilindros. Luego la plancha pasa por un tratamiento fotoquímico para que sólo se impregne de tinta en las partes que se desea. Finalmente la tinta se deposita sobre otro cilindro forrado en caucho, que es el que entra en contacto con el papel para imprimirlo.
La hora de las computadoras
Este procedimiento permitió que las falsificaciones que circulaban hasta hace 20 años atrás fueran acotadas, si bien en general tenían muy buena calidad. En cambio, el problema hoy en día es la gran diversificación de falsificadores que surgieron gracias al auge de la PC. Si bien las copias que se imprimen en una computadora son de mucha peor calidad, la cantidad de falsificaciones creció significativamente, y esto se suma a las que todavía se siguen haciendo con máquinas de offset. Desde Forexcambio indican que en los últimos tiempos han detectado billetes que son muy apócrifos y otros que se acercan más a los verdaderos.
"Hay una película que se llama "Vivir y morir en Los Angeles", con William Dafoe, donde se usa una máquina de offset", dice Alvarez. Esta es la única manera de darle al billete el relieve. Pero para hacer impresiones similares a las verdaderas, habría que tener una máquina de 50 metros de largo que acá sólo la tienen la Casa de la Moneda y la empresa Ciccone". Esta compañía es la encargada de emitir buena parte de los bonos provinciales que circularon hasta hace dos años atrás, así como billetes de lotería, tickets de almuerzo, cheques y boletas de depósito.
Martín Burbridge