Nuevo bono de YPF por u$s1.000 millones: analizan el destino de las divisas
YPF consiguió el lunes u$s 1.000 millones tras colocar un bono en el exterior. Pero aún está bajo análisis del Ministerio de Economía, el Banco Central y la propia empresa qué se hará con el dinero. Una posibilidad es ingresar vía el mercado cambiario en forma parcial durante varias jornadas consecutivas.
Esto permitiría engrosar el nivel de reservas y así mejorar la percepción sobre la capacidad de pago del país, lo cual debería repercutir en una baja adicional de la tasa de interés. La petrolera con mayoría estatal consiguió financiarse a una tasa del 8,75% a diez años.
El problema de esta estrategia es que generaría un costo adicional para el Estado, además de lo que ya se aceptó a la hora de colocar el título. Sucede que el ingreso de estos dólares provocaría automáticamente una emisión de 8.000 millones de pesos por parte de la entidad que preside Juan Carlos Fábrega, que se sumaría a la adquisición de los dólares del agro por la liquidación de la cosecha de soja.
Se calcula que entrarán a partir de mediados de abril alrededor de unos u$s 2.000 millones mensuales durante los próximos tres a cuatro meses. Por lo tanto, ingresar las divisas implicaría la necesidad de salir a absorber posteriormente pesos a una tasa cercana al 28% anual, que es lo que actualmente paga el Central a corto plazo para colocar Lebac y Nobac. Por lo tanto, la lectura es que en este caso el ingreso de dólares proveniente de la emisión de YPF tendría beneficios por un lado por el aumento de reservas, pero también generaría costos significativos.
La otra opción es dejar los dólares afuera directamente para que la petrolera pague las importaciones de energía, que se incrementarán significativamente en los próximos meses, en coincidencia con el invierno. El aspecto negativo es que no habría aumento de reservas, pero por otra parte caería la demanda de divisas por parte de YPF cada vez que tiene que pagar una factura energética, como sucedió casi a diario en el primer trimestre de 2014.
La anterior colocación de YPF se utilizó íntegramente para comprar la petrolera norteamericana Apache, con actividad en Neuquén. Fueron u$s 500 millones que por ese motivo nunca entraron al mercado cambiario. Los u$s 300 millones del saldo de precios salieron de las reservas hace veinte días, por lo que no sería extraño que la empresa termine reingresando sólo ese monto para "devolverle" al BCRA lo que hubo que utilizar de reservas un par de semanas antes de la emisión del bono.
La emisión de pesos se viene controlando con fuertes colocaciones de bonos por parte del Central, pero ahora también salió en auxilio el Tesoro, que la semana pasada emitió un título en pesos por $ 5.500 millones, de un total de $ 10.000 millones. Esto permitió que la base monetaria se redujera sensiblemente hasta mostrar una expansión interanual de sólo el 20%.
El tema es que a la emisión para la compra de dólares se sumará la necesidad de financiar al Tesoro en la segunda parte de 2014. Y como todavía no se observa una decidida actitud del Gobierno para achicar el déficit fiscal, la presión para emitir pesos sobre el Central será muy significativa.
Por otra parte, el Gobierno decidió que no saldrá a buscar financiamiento propio a los mercados en 2014, pero sí ve con buenos ojos que las empresas lo hagan en vez de recurrir al mercado local. Esto representaría otra fuente de ingreso genuino de dólares durante el año. El problema es que al no haber grandes proyectos de inversión, las compañías no precisan salir a buscar financiamiento a largo plazo, concluye Ambito.