Ola de ventas en acciones tecnológicas: el Nasdaq tuvo su peor caída en tres años
Una fuerte ola de ventas de acciones tecnológicas sacudió ayer a Wall Street frente renovadas preocupaciones sobre la valoración de estas compañías, lo que llevó al Nasdaq a su mayor desplome en dos años y medio.
El índice biotecnológico del Nasdaq se hundió 5,6% mientras que el tecnológico se desplomó 3,10%, arrastrando al S&P 500, que tuvo su mayor caída en un día desde principios de febrero, tras perder 2,1%. En tanto, el Dow Jones descendió un 1,62%.
Muchos inversores y operadores dieron la espalda a los sectores de mayor exposición, en los que las perspectivas de beneficio o crecimiento no se correspondieron con su elevada cotización.
Así, las campanas del cierre pusieron fin a una jornada que se convirtió en una auténtica sesión de tortura, con pérdidas que comenzaron leves y ganaron importancia según avanzaba el día.
Entre los títulos más castigados se destacaron los de Alexion Pharma, que fue el mayor perdedor del S&P500, con una baja de un 7,5%, seguido por Gilead Sciences, que retrocedió un 7,3% y TripAdvisor, que cayó un 7%. También sufrieron los papeles de Tesla (-5,87 %), Facebook (-5,21 %), Google (-3,59 %) y Twitter (-2,71 %), mientras que Apple tuvo un descenso más moderado (-1,29 %).
Los movimientos implicaron un fuerte revés respecto al día anterior, cuando las acciones repuntaron tras las minutas de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que mostraron que sus funcionarios son más propensos a mantener bajas las tasas de interés. Todo esto, a pesar de que ayer se diera a conocer que cayeron las solicitudes de subsidio por desempleo al nivel más bajo en siete años.
De esta manera, el Nasdaq ya acumula una pérdida de 7% desde su máximo del año, alcanzado el 5 de marzo. El índice que ya vivió una burbuja con el auge de las “.com” en la que llegó a alcanzar los 5.000 puntos, resucitó este año los fantasmas de virtualidad que acompañan a las empresas que están moviendo mucho dinero en el mercado de valores, pero de las que nadie sabe su valor real.
A la volatilidad de Wall Street en general y al sector tecnológico en particular, se sumaron malas noticias de la economía china, que pese a las previsiones optimistas, los niveles de exportación e importación del gigante asiático se han reducido en el último mes. La tendencia a la desaceleración del gigante asiático hace temer a muchos inversores que se trate de un nuevo coloso con pies de barro que acabe desequilibrando los mercados de todo el mundo, concluye El Cronista.