Los números finales de los depósitos privados en mayo reflejaron una tendencia que se venía percibiendo durante todo el mes en el sistema financiero. La baja tasa que pagan los bancos por los plazos fijos llevó a que más ahorristas opten por otras formas de inversión, lo que marcó un alza de apenas $1.490 millones en el stock de las colocaciones privadas, y marcó el peor mes desde diciembre pasado, cuando hubo una sangría de $12.413 millones.

El poco atractivo de los plazos fijo no sólo impactó en el stock del sector privado, sino también en las colocaciones del sector público, en donde la sangría fue de 10.263 millones de pesos.

Desde abril, el Banco Central elevó en dos oportunidades el rendimiento de las Lebac, un alza que las entidades no trasladaron a sus clientes. La suba que decidió el comité de política monetaria del BCRA apuntó a contener la inflación, que en abril llegó al 2,6% y fue la más alta del año. Del otro lado, el factor que motivó a los bancos a no trasladar esa suba a sus clientes fue el exceso de liquidez que tienen, en momentos en que el crédito al sector privado apenas comienza a mostrar signos de reactivación.

De hecho, en mayo el crédito al sector privado cerró con un aumento de $20.120 millones, motorizado por préstamos personales y, por los hipotecarios, con alzas de $10.160 millones y $3.101 millones respectivamente.

El crecimiento que marcaron los hipotecarios en mayo es el más alto de los últimos años, impulsado por una oferta cada vez más amplia de las entidades privadas en líneas atadas a UVA.