La decisión del índice MSCI de no elevar de categoría a la Argentina, que casi todo el mercado daba por descontada, dejó en "offside" a varios bancos internacionales.

Goldman Sachs Group fue el único que permaneció en silencio a la espera de la decisión, que se tomó el martes pasado, mientras que sus pares predecían que MSCI iba a ascender a Argentina desde su actual status de mercado "de frontera" a "emergente".

Citigroup llegó incluso a nombrar a siete compañías que podrían incorporarse al índice de mercados emergentes, unas horas antes de que MSCI decidiera no promover a Argentina desde la categoría de mercado fronterizo. Los rivales JP Morgan Chase y Credit Suisse Group prepararon informes durante la semana pasada que decían que la clasificación de emergente de Argentina era casi una conclusión obvia. Los analistas principales en UBS Securities y Banco Santander Río también lo anticiparon.

Mientras que los optimistas usaron frases como "lo más probable" o "altas posibilidades", Goldman Sachs prefirió escribir un informe con un gran "si". Representantes de Citigroup, JPMorgan, UBS, Santander Río y Credit Suisse no respondieron inmediatamente a las consultas de Bloomberg.

Al final, MSCI dijo que los cambios del presidente Mauricio Macri para abrir una de las economías más cerradas del mundo necesitan mantenerse por más tiempo para ser considerados irreversibles. Eso ha llevado a los ADR de las compañías más grandes del país a caer hasta un 17%, y al índice de acciones locales Merval a perder hasta un 5,5 % ayer. Los rendimientos de los bonos de referencia registraron las mayores alzas en un mes.

Los analistas no fueron los únicos que pensaban que el ascenso era un hecho. El ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, quien dijo que "las condiciones están dadas para una mejora", ahora tendrá que esperar al menos dos años para ver el regreso de Argentina a acceder a los millones de dólares que trae una clasificación de mercado emergente.