La "tregua" alcanzada el fin de semana entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, en la disputa arancelaria que ha golpeado a los mercados en los últimos meses podría darle un impulso a las monedas de América Latina.

Trump y Xi se reunieron el sábado en Buenos Aires en el marco de la cumbre del G20. Decidieron no aumentar los gravámenes que entraban en vigor el 1 de enero y se abrieron a sostener conversaciones para lograr consensos.

Los inversores estaban atentos a los resultados de la reunión de ambos líderes, especialmente después de que se comenzaran a sentir los efectos de la guerra comercial, con una desaceleración a nivel mundial que impactó en las últimas semanas a los mercados considerados más riesgosos, señala la agencia Reuters.

Las monedas de la región ya había recibido un impulso la semana pasada, después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que las tasas de interés del organismo se ubicaban "justo por debajo" del nivel considerado neutral, lo que fue interpretado como que el ciclo de endurecimiento monetario está cerca de su fin.

Los inversores refrendaron sus apuestas a un término cercano de las alzas de tasas cuando las minutas de la reunión de noviembre de la Fed mostraron que se justificaban incrementos en el corto plazo del costo del crédito, pero que las autoridades del banco central abrieron el debate sobre cuándo tomar una pausa.

País por país

El peso mexicano, golpeado por la incertidumbre en torno al nuevo gobierno, podría ver un repunte tras el positivo balance en las negociaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo, aunque los inversores seguirán atentos a las decisiones del recientemente asumido como presidente del país, Andrés Manuel López Obrador.

"No espero una reacción significativa (en los mercados) al discurso (de juramentación de AMLO el sábado), positivo desde el punto de vista que fue moderado. Los comentarios del G-20 serán los que guíen al mercado el lunes", dijo Alfonso Esparza, analista de Oanda, en Toronto.

La moneda local avanzaba un 1,3 por ciento a 20,144 por dólar, frente a los 20,396 por dólar que fue el precio de referencia de Reuters del viernes.

El real también sería impulsado tras la cumbre del G-20, después que acumulara una baja de 3,58 por ciento frente al dólar el noviembre, debido a la preocupación en los mercados externos sobre la guerra arancelaria.

El peso argentino, en tanto, inicia un mes clave por la presión que ejercen las altas tasas de interés domésticas, por arriba del 60 por ciento anual, y la cobertura de carteras en dólares por parte de inversores institucionales.

En esta puja, el banco central y el Tesoro regulan la liquidez con licitaciones de bonos, por lo que los operadores prevén que la moneda local deberá fluctuar entre los 37,50 y 38,00 pesos por dólar en promedio durante la semana.

El banco central de Argentina acordó el domingo con su par de China ampliar un canje de monedas entre ambas instituciones en 60.000 millones de yuanes (8.600 millones de dólares), elevando el total intercambiado a 130.000 millones de yuanes (18.700 millones de dólares), dijo el organismo argentino.

El banco implementó a inicios de octubre un sistema de control de la base monetaria y un rango de flotación para el peso, entre otras medidas, con el objetivo de bajar la inflación, en pleno proceso recesivo de la economía, señala Reuters.

Un mayor apetito por el riesgo a nivel mundial, también le daría respaldo al peso chileno, que avanzaría gracias a un mejor precio del cobre, del que el país es el mayor productor mundial, gracias a una mayor entrada de dólares.