La paz cambiaria de los últimos cuatro meses llegó a su fin el martes, cuando la nueva suba de tasas del Banco central no logró apaciguar al dólar. Subió 53 centavos respecto del lunes y cerró a $40,32 para la venta minorista.

"La fuerte baja de tasa registrada en la primera quincena del mes comienza a impactar en el tipo de cambio, suba de precio y volumen negociado", indicó el economista y consultor Christian Buteler.

Pero esa no es la única razón por la que se volvió a disparar la divisa. Hay otras tres explicaciones:

1) Inflación

El IPC que informó el INDEC para enero de 2,9% estuvo por encima de todas las estimaciones públicas y privadas y hasta descolocó al presidente Mauricio Macri que insólitamente un día antes había pronosticado una baja de los precios.

Con esta cifra desalentadora, el gobierno de Cambiemos insistirá en la misma estrategia que aún no muestra buenos resultados: el Banco Central endurecerá la política monetaria con la idea de bajar la inflación. 

2) Dolarización anticipada

La tasa de los plazos fijos y de las Leliq dejó de ser atractiva para los que ahorran en pesos. Las colocaciones a plazo fijo rinden apenas unos puntos por encima de la inflación proyectada. El riesgo de mantenerse en pesos es muy alto frente a una renta muy baja.

Además, la Casa Rosada recibió el martes un duro golpe de la Justicia con el fallo de la Corte Suprema que obliga al gobierno nacional a pagarle $15.000 millones a la provincia de San Luis por coparticipación. Esto genera un cimbronazo en la cuentas públicas del país y ponen en jaque la meta de déficit pautada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su acuerdo stand-by de 56.000 millones de dólares

3) Brasil

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desencantó a los inversores y recién este miércoles cuando presente la reforma previsional al Congreso se verá si logra seducirlos nuevamente.

El mandatario vive por estos días, además, una turbulencia política dentro de su gobierno. La semana pasada llegó la primera renuncia de un ministro clave de su gestión. Se trata de Gustavo Bebianno, el secretario General de la Presidencia, presidente del partido oficialista Social Liberal y alfil en la negociación en el Congreso para juntar los votos de la mayoría especial necesaria para sacar la reforma.

Recién en los próximos días se sabrá si Brasil tracciona o sigue con dificultades para dejar atrás la recesión.