La venta masiva de deuda argentina de esta semana dejó al país con los bonos a corto plazo más baratos en el indicador Bloomberg Barclays EM Sovereign Index.

 

Esto pese a que la Argentina obtuvo una línea de crédito de US$56.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018 que se prolongará hasta el próximo año, ha logrado reducir el déficit fiscal y registra un superávit comercial.

Detrás de la agitación está la inquietud por la posibilidad de que la expresidenta Cristina Kirchner vuelva al poder tras las elecciones de octubre y dé marcha atrás a las obligaciones de deuda internacional asumidas por el gobierno del presidente Mauricio Macri.

Es un fantasma que los propios kirchneristas quieren despejar. Como informó iProfesional, los encargados de hacerlo por estos días son dos dirigentes que fueron parte del equipo económico K, el exministro Axel Kicillof y su segundo, Emanuel Álvarez Agis.

En entrevistas con inversores, este último manifiesta: "Nosotros les pagamos a todos. Pagamos puntualmente cada vencimiento de bonos. También afrontamos los pagos en el tribunal del Ciadi; al Club de París, y a Repsol por la expropiación de YPF. Nadie puede dudar de la voluntad de pago del gobierno de Cristina".