iProfesionaliProfesional

Debacle bursátil: de un plumazo y sólo en agosto, el Merval perdió un 57% en dólares

Con este porcentaje, superó incluso lo sucedido en el año 2002 a la salida de la convertibilidad. La situación tiene escasos antecedentes internacionales
01/09/2019 - 07:00hs
Debacle bursátil: de un plumazo y sólo en agosto, el Merval perdió un 57% en dólares

Un buen asesor financiero que se precie de tal, antes de decidir en qué activos invertir, debe consultar a sus clientes si están dispuestos a asumir pérdidas patrimoniales superiores al 50%.

A la luz de los acontecimientos ocurridos durante agosto, esta pregunta recobra una trascendencia pocas veces vista.

Este viernes concluyó uno de los peores meses de la historia del mercado de capitales argentino, pues una vez conocido el resultado de las PASO, el S&P Merval cayó un 42% en pesos y un 57% en dólares.

Con este porcentaje superó incluso lo sucedido en el año 2002 a nivel local y tiene escasos antecedentes a nivel internacional. Sólo es superado por el derrumbe bursátil de Sri Lanka en 1989, que fue superior al 60%, en medio de una guerra civil.

De esta manera, toda la ganancia que se venía acumulando a lo largo de los siete primeros meses del año se trastocó en una fuerte pérdida. Si se comparan los niveles actuales contra los de fines de 2018, la caída es cercana al 20% en términos nominales y de casi el 50% en la divisa estadounidense.

En este contexto, las acciones más afectadas a lo largo de agosto fueron las vinculadas al sector energético y bancario, encabezadas por Transportadora de Gas del Norte (TGN), que muestra un retroceso de 68%, y seguida por Transener, con el 63 por ciento. Más abajo se posicionaron Edenor (58,6%) y Central Puerto, que bajó 58 por ciento.

En medio de esta debacle, dentro del panel líder sólo una acción logró obtener un resultado positivo en el mes y se trata de Aluar, que avanzó un 20 por ciento. Por otro lado, en el panel general se destacan los fuertes avances de dos papeles que durante mucho tiempo fueron grandes animadores del mercado local entre los líderes. Son Petrobras y Tenaris, que subieron 29,5% y 23,6%, respectivamente.

En línea con estas correcciones, en Wall Street los ADRs y acciones de compañías argentinas sufrieron pérdidas en agosto que llegan al 72%, como fue el caso de Edenor, mientras que Grupo Galicia y Central Puerto retrocedieron 70 por ciento. En medio de semejante catástrofe bursátil, la menos afectada fue Mercado Libre, pues "apenas" perdió un 4,3 por ciento.

Por el lado de los títulos públicos, el resultado también fue muy negativo y afectó tanto a bonos cotizados en pesos como en dólares. En tal sentido, los más golpeados en el mes fueron el Discount en pesos, que cayó un 49%, seguido por el Bonar 2024, con el 43%. Más abajo se encolumnaron el PR13, con un 42%, el Bonar 2020 (-39%) y el Par en pesos, con un retroceso del 37%.

"Una vez conocidos los resultados de las PASO, los precios de los activos se vieron afectados con cada afirmación ambigua que surgía sobre una eventual reestructuración de deuda, desdoblamiento del mercado cambiario, etc.", afirmó el analista Agustín Cramo.

Por su parte, Sabrina Corujo, de Portfolio Personal Inversiones, consideró que "después de las PASO, todo se derrumbó. La economía argentina ingresó en un torbellino de suba de la cotización del dólar y del índice de riesgo país, que superó los 2.000 puntos por primera vez en 14 años, junto a una fuerte caída de todos los bonos y acciones".

"El mercado, de a poco, está 'priceando' lo que cree que puede ser lo peor del kirchnerismo, porque ya descuenta que Fernández será elegido presidente. Estamos en la etapa en la que el mercado está buscando cuál es el Alberto que vendrá. Hay bonos que ya valen u$s35, algo que no pasa en ningún lado, salvo en Venezuela", afirmó Ariel Sbdar, head of strategy de Bind Inversiones.

Ante este escenario tan complicado, la mayoría de los operadores sostenía que los problemas que tiene hoy el mercado debían conducir hacia un nuevo acuerdo con el FMI y una renegociación benigna con los acreedores privados, lo cual efectivamente se anunció el pasado miércoles.

Es por ello que en las últimas semanas no había "bids" o posturas de compra para la mayoría de los bonos argentinos. Y una larga fila de fondos del exterior, con fuertes posiciones en títulos locales, parecía atrapada en un mercado ilíquido, a la espera de la primera oportunidad para salir.

No obstante ello, para Cramo "el mercado local podría hallar una fuente de liquidez que le vendría muy bien de la mano de determinados fondos de inversión que compran bonos en problemas".

Obviamente que esta abrupta baja de las cotizaciones impactó sobre el índice de riesgo país que elabora JP Morgan, ya que está cerrando el mes por encima de los 2.500 puntos básicos.

Según el analista Eduardo Fernández de Rava, la abrupta suba del riesgo país se debe a "la gran incertidumbre que hay en la Argentina a nivel político y financiero. Los inversores siguen desconfiando de lo que pueda suceder mas allá de octubre y, por ende, continúan con el proceso de dolarización de carteras".

Todo ocurre en un escenario en el que el dólar avanzó un 33%, por lo que pulverizó toda la operatoria ligada a los pesos, como las colocaciones a plazo fijo, ya que las tasas promedio pagadas por las principales entidades bancarias rondaron el 4,5 por ciento.

Montaña rusa del S&P Merval en el año

Con la fuerte corrección registrada en las últimas semanas, el índice del panel líder acumula en todo 2019 una caída del orden del 19% si se lo compara con los niveles de fines del año pasado.

 
Bajo estas circunstancias, existe un conjunto de papeles que muestran contracciones que, en el peor de los casos, llegaron al 66%, como Edenor, a la que le siguen en orden de importancia Transener (-62%), Supervielle y TGN, que en promedio bajaron un 50%; y finalmente, Central Puerto, con el 49 por ciento.

Fiel reflejo de esta situación, en Wall Street Edenor cayó un 80%, seguido por Supervielle y Central Puerto, que descendieron poco más de 70%. En sentido opuesto, Mercado Libre marcó la diferencia, pues en estos ocho meses su cotización aumentó poco más del 100 por ciento.

Los títulos públicos también se vieron sometidos a un ajuste de importancia. En este caso, liderados por el CABA con vencimiento en 2020, que retrocede 57% en el año, seguido por el Bonar 2024 (-47%) y el PR13, que arrastra una merma del 45%.

 

Fueron esta "destrucción de valor" y la pérdida de reservas por las presiones que sufre el tipo de cambio los factores que obligaron al Gobierno a "reperfilar" los vencimientos de deuda, tanto en pesos como en dólares, lo que abre otro flanco que puede incrementar aún más la actual volatilidad.

En el orden internacional, en el acumulado del 2019 los principales índices de Wall Street registran subas que son del 13% en el caso del tradicional Dow Jones, y de más del 21% en el índice tecnológico Nasdaq. En tanto, el S&P 500 gana 17 por ciento.

Mucho más débil es el avance de los mercados emergentes, pues en conjunto crecen apenas un 2,9% en el año, aunque en agosto se desplomaron 3,8%, afectados por el derrumbe de Argentina. Mientras que el iBovespa de San Pablo sube en 2019 alrededor de 7 por ciento.

Por el lado de las materias primas, el petróleo avanza 18%, prácticamente lo mismo que el oro, que es tomado como refugio ante las escaramuzas de la guerra comercial entre EE.UU. y China. En cuanto a las commodities agrícolas, en general operaron en baja, pues el trigo retrocede un 4,6%, el maíz un 6,5% y la soja otro 2,4 por ciento.

Perspectivas marcadas por la incertidumbre

Varios analistas consultados por iProfesional coincidieron en que es alta la probabilidad de que la volatilidad se mantenga en el mediano plazo, más si a la difícil situación que atraviesa el mercado local se suma la incertidumbre que genera la forma en que se desarrollará el tratamiento del "reperfilamiento" de la deuda anunciado esta semana.

Para los más audaces, seguramente, se generarán algunas oportunidades de trading interesantes, pero éstas no se identifican con cualquier tipo de inversor.

En consecuencia, agrega un avezado inversor que "incluso con los precios actuales de bonos y acciones, la cautela se mantiene".

"Es por ello que no veo grandes oportunidades de compra, pero tampoco visualizamos precios de venta en estos niveles. Hay una especie de 'wait & see' hasta que se conozcan definiciones políticas más concretas, en particular de quien sería el elegido a fines de octubre", concluyó.

Según Nicolás Chiessa, Director de Portfolio Personal Inversiones, "hoy por hoy, es toda una cuestión de expectativas. No hay mucho que la administración actual pueda hacer sobre las percepciones de los inversores. En este momento, todo el mundo está enfocado en tratar de entender los planes de quien vaya a dirigir el próximo ciclo de gobierno nacional, que, según los resultados de las PASO, sería Alberto Fernández".

"En este contexto, hay mucha gente asustada que ha perdido bastante dinero, incluso fondos locales y del exterior. Pero, cuando uno logra analizar precios en frío, son activos que realmente valen la pena y comienzan a surgir oportunidades. No obstante, en este preciso momento la gente no tiene la cabeza fría para esto. Más bien prima el miedo de los inversores, y en ese estado no es recomendable actuar", continuó el experto de PPI.

En cuanto a recomendaciones, Cramo sostuvo que "todavía falta para llegar a ese momento de tomar la decisión de invertir en instrumentos locales, más que nada porque predomina la idea que el próximo presidente será Fernández, con la consiguiente incertidumbre que rodea a su probable gabinete".

En igual dirección, Sabrina Corujo consideró que "está claro que como hoy está planteado el escenario, la transición, primero a octubre, y después hasta el 10 de diciembre podrá no ser fácil, y lo que es peor aún, no será corta".

Gustavo Neffa, de Research for Traders, agrega que "con las acciones se está generando un efecto de 'sálvese quien pueda' en el que muchos inversores venden sin pensar que quizás se destruya un valor que no debe ser destruido".

En cuanto a lo que pueda suceder, Neffa es contundente al afirmar que "hay que esperar a la macro, pero quedan meses de tormenta y volatilidad", asegura.

"Creemos que, a medida que tengamos más definiciones sobre cuál sería el nuevo equipo económico -en caso de que gane Alberto Fernández- y el programa a implementar, recién ahí los inversores comenzarán a tomar decisiones más a largo plazo", agregó Miguel Roig, de PPI.

El experto sostuvo, además, que "con respecto a las acciones argentinas, han quedado muy baratas a precios más que razonables. Lo que pasa es que hoy lo que manda a corto plazo es el flujo, y principalmente son casi todos vendedores".

En conclusión, los inversores están tratando de buscar alguna cobertura con algo que no tenga la volatilidad que se vio en el mercado durante las últimas semanas.