A un mes del salto del dólar por las PASO, este es el ranking de las acciones de empresas que más se desplomaron
Parece que pasó un siglo desde aquel 12 de agosto, es decir el día siguiente a las PASO, cuando la plaza local tuvo una de sus ruedas más dramáticas desde las crisis de 1989 y 2001.
Esa jornada, el dólar saltó un 23%, la cotización de las acciones y ADRs de compañías argentinas que cotizan en Wall Street se desplomaron hasta un 60% y la bolsa porteña cayó un 38%. Claro que, medido en la divisa estadounidense, la baja del indicador bursátil fue mayor: nada menos que un 48 por ciento.
Este derrumbe se convirtió en el segundo mayor de la historia de los todos los mercados del mundo, según datos de 94 países recopilados por Bloomberg en los 70 últimos años. En tal sentido, solo fue superado por una caída del 62% en la bolsa Sri Lanka en 1989, en medio de una guerra civil.
A ello se sumó la pérdida de hasta un 32% en los precios de los bonos, que tuvo su correlato en la disparada del riesgo país, que escaló un 68 por ciento.
Para desesperación de aquellos inversores que "quedaron adentro", la presión vendedora no cesó, pues se prolongó durante varias ruedas y solo pareció encontrar su piso a mediados de la semana pasada, para luego sí recuperar parte del terreno perdido.
Desde aquella fecha hasta hoy se sumaron otras variables que complicaron aun más la situación, pese a la pequeña tregua que generó el primer diálogo telefónico entre el presidente Mauricio Macri y Alberto Fernández.
La salida del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el reperfilamiento de la deuda de corto plazo y el anuncio del intento de renegociación de los términos del acuerdo con el FMI formaron parte del ruido que inquietó al mercado.
"La caída del precio de los activos financieros argentinos no fue otra cosa que el fiel reflejo de la influencia de lo político en lo financiero", afirmó Gabriel Holand, CEO de HR Global.
Sobre este punto, el experto afirmó que "una elección que en la práctica no definía nada, desembocó en una salida masiva de capitales, impactando tanto en los precios de las acciones como de los bonos y, lo que es peor, paralizó la renovación de los vencimientos de Letes y Lecaps".
"Todo ello llevó a una fuga masiva de los pesos que se refugió en el dólar, lo cual se manifestó en el salto de su cotización", concluyó Holand.
"Hubo una masiva destrucción del valor, impulsada por una indiscriminada liquidación de posiciones de fondos del exterior, con el epicentro en los sectores bancario y energético, que son los papeles de mayor liquidez", enumeró el economista Gustavo Ber.
Por su parte, Eduardo Fernández, de Rava Bursátil, apuntó que el "deterioro" de los activos locales avanzó "por la enorme incertidumbre que hay en el país sobre la situación política y económica". El "post PASO", en cifras
Antes de las elecciones primarias, las 74 empresas listadas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires tenían un valor bursátil que ascendía a poco más de u$s49.300 millones. Exactamente un mes después, ese monto se redujo un 47%, pues ahora ronda los u$s25.400 millones.
Para llegar a este monto, se conjugaron dos factores clave: el derrumbe de las cotizaciones, que fue del 34% y la devaluación del tipo de cambio, del orden del 26%.
En el caso particular del panel líder, el S&P Merval, que aglutina a las empresas con mayor volumen de operaciones la caída es aún más profunda, pues el valor de mercado se redujo de los u$s40.900 millones a los actuales u$s20.700 millones, lo cual implica un desplome del 49%.
Ese monto representa en la actualidad apenas las tres cuartas partes del "market cap" de Mercado Libre, una de las empresas locales que menos sufrió el impacto, y que cuenta con un patrimonio de poco más de u$s28.000 millones.
Otra manera de graficar la magnitud de las caída es cuantificar la cantidad de compañías líderes que valían más de u$s1.000 millones. Sobre un total de 20 cotizaciones, hasta el 9 de agosto había 10 que superaban dicha marca. Ese número se redujo en la actualidad a solo 7, pues Aluar, BBVA y Central Puerto cayeron por debajo de ese nivel.
Distribuidas por sectores, a nivel general, las más golpeadas fueron los bancos, pues en promedio bajaron un 60%, liderados por Macro, que retrocedió un 64,7%, seguido por BBVA con el 60 por ciento. En el caso de las energéticas, que en promedio perdieron un 47%, con marcadas diferencias por compañía.
Así por ejemplo, la peor parte la llevó Transener, con el 70%, mientras que en sentido inverso, la mejor parte la sobrellevó YPF, ya que "apenas" cayó un 41%.
Si bien ninguna empresa de las que cotizan en el panel líder, logró salir indemne de la crisis post PASO, la menos afectada fue Aluar, que solo perdió el 11% en dólares, tal como se observa en el cuadro anterior.
Pero llama la atención que dos de ellas, que curiosamente dejaron de cotizar en dicho espacio pese a su importancia –Petrobras y Tenaris– muestran ganancias del 10,9% y 9,3% en sus respectivas cotizaciones y por lo tanto en el valor de mercado en dólares.
A continuación, un cuadro que muestra en detalle cómo se comportaron las acciones de compañías líderes:
Los bonos también sufrieron
Al igual que las acciones, la renta fija también sufrió una fuerte contracción, que en promedio perdió un 21% medido en pesos y 36% en dólares.
La peor parte la llevaron los bonos cortos emitidos en pesos, que cayeron 45%. Pero si este porcentaje se mide en dólares, la baja se profundiza pues alcanza al 56 por ciento. Este grupo está conformado por el Boncer 2020 y 2021 y el Bonar 2022, entre otros.
Según el ordenamiento que realiza el IAMC, en segundo lugar se posicionan los bonos largos también en pesos, como el Discount, que perdió 42% y 53%, según la moneda en que se calcule la caída.
En este escenario, los que resultaron menos afectados fueron los denominados largos en dólares, que incluyen entre otros al Discount, Par, Bonar 2037 y Centenario, con una baja del 29% en dólares.
Finalmente, en el caso de los cortos en dólares, entre los que se incluye al Bonar 2020 y 2024 y el República Argentina 2022, la merma fue del 14% en pesos y 30% en términos de la divisa estadounidense.
El pésimo desempeño de los bonos derivó en una fuerte suba del riesgo país, que llegó a un máximo por encima de los 2.500 puntos básicos, para luego comenzar a descender de la mano de la recuperación parcial de las cotizaciones, para estacionarse en torno de los 2.100 puntos en la actualidad.
En un mes en el que salvo contadas excepciones todo resultó negativo, el pasado viernes se produjo un hecho que para algunos analistas puede marcar un punto de inflexión.
La explicación la brindó Eduardo Fernández, analista de Rava Bursátil, quien hizo referencia a rumores que hablaban de una quita en los bonos cortos menor al 40%, cuando el mercado asumía que podría ser mayor al 50%.
De ahí las fuertes subas del Bonar 2024, que superó el 25% y del Bonar 2020, que avanzó el 20%. Con estas mejoras en los precios, a lo largo de la última semana el primero de estos bonos acumuló una importante ganancia del 50%.
¿Que se puede esperar de ahora en más?
Tratar de conocer qué piensan inversores y analistas sobre lo que puede suceder de aquí en más con las cotizaciones de los activos argentinos es algo muy difícil en las actuales circunstancias.
No obstante, un reciente artículo de The Financial Times permite entrever cierto cambio en el humor de quienes deciden qué hacer con sus fondos en el mercado local.
En tal sentido, se menciona que a analistas que consideran que "el mercado reaccionó de manera exagerada, argumentando que Argentina está mejor posicionada para evitar una repetición de su caótico incumplimiento de deudas por $100.000 millones hace casi dos décadas".
Es más, también se menciona que los precios de los bonos soberanos ya están por debajo de los niveles considerados como los posibles valores de recuperación, una vez que se hayan reestructurado las deudas.
Desde otro fondo, en este caso el Lord Abbett, su responsable John Morton sostiene que hubo dos visiones extremas en el mercado: "Uno era que todo iba a ser genial, lo cual no era correcto. Y ahora la nueva narrativa, que es de 30 centavos por dólar, tampoco es correcta".
Según Matías Roig, director de Portfolio Personal Inversiones, "Las cotizaciones de los bonos son un fiel reflejo de que la necesidad de una renegociación es un hecho, y descuentan una mucho más agresiva que sólo un reperfilamiento sin quita de ningún tipo".
El ejecutivo agregó que "la volatilidad de los activos financieros se mantendrá alta. En este contexto, las señales políticas –al igual que el comportamiento del tipo de cambio, y reservas- serán claves para mantener el rebote de corto plazo".
Desde Balanz afirmaron que en un contexto, en el que los bonos soberanos en dólares recientemente mostraron mejoras de hasta 10 dólares, "dentro de su curva mantenemos nuestra preferencia por los bonos bajo ley de Nueva York, entre los cuales elegimos el bono PAR, que ofrece el menor precio en dólares dentro de la curva".
A lo anterior agregan que "el nivel de incertidumbre limita las posibilidades en activos argentinos para inversores conservadores, donde las Letes cortas se presentan como la única oportunidad".
Por su parte, el estratega de XP Securities, Alberto Bernal, consideró que los bonos en dólares argentinos "son una fuerte oportunidad de compra" y consideró que el país no necesita una restructuración de deuda con quita de capital para equilibrar sus cuentas.
"En nuestra opinión, si Argentina sigue siendo un socio de confianza del FMI, el mercado está sobreestimando el riesgo de una reestructuración agresiva de la deuda", mencionó.