Inversionistas latinoamericanos buscan invertir en el extranjero y escapar de esa forma de la incertidumbre política y económica de sus países de origen.

De esta forma, respaldaron la compra de hoteles básicos en Estados Unidos por u$s215 millones por parte de una firma de administración de inversiones de Colorado de un fideicomiso inmobiliario canadiense.

Vukota Capital Management cerró un acuerdo la semana pasada para la compra de 45 hoteles de servicio limitado ubicados en centros ferroviarios —y que tienen contratos para hospedar a ingenieros ferroviarios— a American Hotel Income Properties REIT de Canadá.

Un tercio de los fondos para el acuerdo fueron recaudados por inversionistas en México y Brasil, dijo Santiago Tello, gerente de cartera de Vukota.

"Los inversionistas inteligentes realmente están tratando de diversificarse, teniendo en cuenta monedas fuertes y activos fijos, en particular de México y Brasil. No sorprende lo que está sucediendo en América Latina en términos de política y economía", dijo Tello.

"En cada conversación, los inversionistas comienzan a hablar sobre la inestabilidad en México. Pidieron participación en lo que estamos haciendo incluso antes de que abriéramos la boca. Realmente es una tendencia", dijo.

Entre los inversionistas en el acuerdo hotelero de EE.UU. figuraban Sora Capital, una boutique de inversión mexicana fundada este año que se enfoca en inversiones alternativas como los agronegocios y los parques solares, y Sharpen Capital de Brasil, dijo Tello.

Según la agencia Bloomberg, los inversionistas brasileños se han visto obligados a mirar hacia el exterior por las bajas tasas de interés y una moneda débil, mientras que los mexicanos se han mostrado desconcertados por las políticas del presidente, Andrés Manuel López Obrador.

La economía de México se ha detenido, debido a una caída en la inversión empresarial después de que AMLO, como se le conoce al presidente, canceló un aeropuerto sin acabar de US$13.000 millones, detuvo la venta de activos de energía y amenazó con tomar medidas enérgicas sobre la evasión fiscal.

A pesar del desasosiego que se siente en las oficinas familiares y entre personas adineradas en México, el peso se ha mantenido como la moneda latinoamericana más fuerte, impulsada por las altas tasas de interés sobre la deuda en pesos y el compromiso del presidente frente a un superávit presupuestario.