La libra se convierte en la tercera moneda de reserva mundial

Acaba de desplazar al yen japonés y confirma, frente a la volatilidad del dólar y del euro, que la moneda británica recupera parte de su rol histórico
Por iProfesional
FINANZAS - 31 de Julio, 2006

Hasta la Primera Guerra Mundial (1914), la libra esterlina cumplí­a en el mundo el mismo papel que hoy juega el dólar estadounidense. Luego, la pérdida de influencia de Gran Bretaña y el creciente poderí­o económico de los EEUU redujeron el protagonismo de la libra hasta convertirla en una moneda de tercer orden, detrás del dólar, euro y yen. Sin embargo, en los dos últimos años ha recuperado parte de su gloria perdida: aprovechando la debilidad de las demás monedas, cada vez más bancos centrales e inversores colocan parte de sus activos en libras.

Moneda de referencia Bajo el sistema del patrón oro, la libra era la moneda de intercambio y reserva de valor de la mayorí­a de los paí­ses, si bien el oro seguí­a siendo la unidad de referencia. Durante los años en que la mayor parte del comercio internacional se realizó a través de Gran Bretaña, su moneda gozó de aceptación mundial.

Sin embargo, con la Primera Guerra Mundial, la situación financiera de Inglaterra quedó muy comprometida, lo que le hizo perder influencia a nivel mundial. Mientras tanto, los EEUU fueron reemplazando a Inglaterra como principal economí­a del comercio internacional e imponiendo al dólar como moneda de intercambio.

Devaluación El tiro de gracia de la influencia monetaria británica pareció dárselo el ataque especulativo que realizó en septiembre de 1992 el financista húngaro George Soros, quien ganó en un solo dí­a u$s1.000 millones y forzó la devaluación de la libra. Luego, con el nacimiento del euro en 1999, la libra perdió un poco más del protagonismo que tení­a en Europa cuando cada paí­s contaba con su moneda propia.

Tercera moneda Pero de acuerdo con un reciente informe publicado por el Fondo Monetario Internacional, la libra esterlina acaba de quitarle al yen japonés el tercer lugar como moneda de reserva, detrás del dólar y del euro, y esto a pesar de que el tamaño de la economí­a británica es la mitad de la japonesa.

El informe indica además que el total de activos en libras que poseen los bancos no británicos se duplicó en estos dos últimos años, al pasar de u$s100.000 millones a u$s205.000 millones. Las reservas en libras crecieron desde 1999 a una tasa mayor que las de dólares, euros o yenes.

Entre las explicaciones que se presentan para justificar tal atractivo de la libra, los expertos privilegian la volatilidad actual de las principales monedas:

  • La debilidad del dólar y su perspectiva de depreciación contra las demás monedas en el mediano plazo, debido al doble déficit fiscal y comercial de los EEUU, sumado al creciente peso de su deuda pública. La infografí­a muestra que en los últimos 4 años, la libra se apreció un 32% contra el dólar.
  • La debilidad del euro, luego de que en mayo del 2005 la mitad de los franceses decidiera rechazar por referéndum el proyecto de nueva constitución europea. En seis meses, el euro se depreció un 6% contra la libra.

Fondo anticí­clico Pero además existen en el mundo otras señales de que se vuelve a confiar en la moneda británica. Por un lado, el gobierno ruso creó un fondo anticí­clico para protegerse de la volatilidad en el precio del petróleo (es su principal producto de exportación), donde el 10% está invertido en libras, y el resto repartido en partes iguales entre dólares y euros. Nada está colocado en yenes o en francos suizos.

Por otra parte, el banco central de China acaba de autorizar a los operadores de monedas chinos a negociar libras, algo que hasta ahora estaba vedado. Y además, varios bancos centrales de Oriente Medio diversifican parte de sus reservas en libras, restando participación al euro en sus carteras. Incluso parte de las ganancias obtenidas por el elevado precio del petróleo fueron invertidos en activos en libras, a pesar de haber alternativas más rentables en los mercados.

Fundamentals El atractivo que ostenta la libra en estos momentos se debe también a los sólidos fundamentals de la economí­a británica, más dinámica que Francia y Alemania, principales motores de la Unión Europea. La tasa de inflación baja, un mercado laboral más desregulado, un alto crecimiento económico y un déficit reducido en su cuenta corriente son factores de estabilidad que valoran los inversores. También le jugó a favor la decisión de mantenerse fuera de la zona euro en junio del 2003, algo que hoy valoran los analistas.

Pero el principal imán de la libra reside en realidad en el diferencial de tasas de interés. Con una tasa de interés promedio en 5,25% durante los últimos 10 años, la libra resultó ser más rentable que las demás monedas. "Creo que el gran momento de la libra fue en el 2003, y quienes invirtieron en ese momento tuvieron un muy alto retorno. Pero de todas formas es bueno diversificarse", sostuvo Javier Salvucci, analista especializado de Silver Cloud Advisors.

Inversiones argentinasSin embargo, en nuestro paí­s todaví­a falta para que los pequeños inversores se decidan a migrar parte de sus ahorros a libras esterlinas. Una preferencia histórica por el dólar y el mayor costo de las transacciones en otras monedas son las principales causas. "El ahorrista local tiene sus ahorros en dólares y su patrimonio en dólares, y recién en los últimos años aprendió a diversificar en euros", indicó Juan Diedrichs, analista de Capital Markets Argentina. Y agregó: "El que tiene euros no es un inversor de corto plazo, porque comprar euros significa pagar un spread alto (diferencia entre el precio de venta y el de compra). Pero cuando se va a monedas menos negociadas –como la libra-, el spread es aún más alto".Martí­n Burbridgemburbridge@infobae.com

Te puede interesar

Secciones