Después de dos ruedas sin operaciones por el feriado local, y en plena cuarentena la necesidad de pesos se hace sentir. Las empresas e inversores que estaban dolarizados salieron a desarmar su posición en busca de pesos para hacer frente a sus necesidades de caja.

El efecto de esta tendencia fue inmediato. La cotización del dólar MEP y el "contado con liqui" -que surge de las operaciones de compra y venta de títulos para hacerse de dólares o para desdolarizarse- caían a horas del cierre 5,3% y 4,9% respectivamente y los precios se ubicaban en $86,50 y $87,10.

Además, en el mercado de cambios oficial, hoy reducido a operaciones de comercio exterior, el Banco Central abrió la rueda convalidando un alza en el precio, pero sobre el final tuvo que salir a comprar divisas para evitar que la divisa termine en baja. "Exceso de oferta en el mercado es absorbida por compras del BCRA, que fija piso de la cotización en $64,049 por unidad", describió el operador Gustavo Quintana en su cuenta de Twitter.

El alza inicial era algo esperado por el mercado ya que desde hace algunas semanas el organismo monetario busca ir devaluando lentamente el peso, para que no quede tan atrasado respecto al resto de las divisas de la región, que en el año perdieron más del 20% de su valor.

Así, el precio al público, que acompaña los movimientos del mercado mayorista, cerró en promedio a $60,97 para la compra y a $65,84 para la venta, después de abrir a 61,05 y $66,01. Siempre más el recargo del 30% del Impuesto PAIS.

En tanto, en la subasta de Leliqs se notó la necesidad de pesos de los bancos, en parte para responder a la demanda de sus clientes pero también por un cambio normativo que el BCRA hizo el jueves, por el cual obliga a los bancos a desprenderse de una parte de las letras que tienen en cartera y destinen esos fondos a préstamos a Pymes.

Así, en la licitación de esta semana colocó $76.950 millones, a una del 38% y como no llegó a cubrir el vencimiento, generó una expansión monetaria de $133.114 millones.