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"El Gobierno peleando contra el dólar es como ir a luchar contra un oso con una cuchara en la mano"

Para Diego Saravia, ex asesor del Banco Central chileno, la turbuencia del mercado argentino radica en las expectativas generadas por la expansión fiscal
24/08/2020 - 06:25hs
"El Gobierno peleando contra el dólar es como ir a luchar contra un oso con una cuchara en la mano"
Diego Saravia es doctor en Economía. Fue gerente de Investigaciones Económicas y asesor de Política Monetaria del Banco Central de Chile, donde vivió 15 años. Profesor de Economía de la Universidad Católica de Chile. Actualmente vive en Argentina y es director en Proficio Investment. 
 
Como muchos de sus colegas, tiene una mirada pesimista respecto de las probabilidades de que se estabilice el frente financiero por la vía de aplicar mayores restricciones. La siguiente es la síntesis de su charla con iProfesional.
 
Fue gerente de Investigaciones Económicas y asesor de Política Monetaria del Banco Central de Chile
Fue gerente de Investigaciones Económicas y asesor de Política Monetaria del Banco Central de Chile

-El Gobierno anunció el acuerdo con los bonistas, pero esta semana el dólar siguió subiendo. A qué cree que se debe?

-La reestructuración de la deuda era una condición necesaria pero no suficiente. Y me parece bastante optimista pensar que acordar con los bonistas iba a llevar tranquilidad al mercado de cambios. La expectativa de que el dólar siga subiendo no cambió por el canje. Todo el mundo descuenta que el peso cada vez va a valer menos, porque la situación fiscal y la monetaria son muy delicadas. Por eso el dólar sigue subiendo. 
 

-¿Qué cree que hará el Gobierno con el cepo cambiario?

-Yo lo veo al Gobierno pelando contra un oso con una cuchara en la mano. Así está luchando con el dólar. No me extrañaría que ajusten aún más el cepo y lo lleven a sólo 100 dólares por persona por mes, por ejemplo. Incluso tampoco me sorprendería que después lo eliminen completamente.
De todos modos, cualquier decisión en ese sentido sería seguir acumulando problemas. Claro que son decisiones difíciles de tomar porque tienen impacto en otras variables de la economía. Pero personalmente creo que habría que devaluar y listo. 
 

-Y si se soltara el dólar oficial y se devaluara aún más el peso, qué impacto tendría eso sobre los precios? 

-Sin duda los afectaría, pero es difícil saber en este contexto a qué ritmo lo haría. Porque lo más probable es es que ocurra eso recién cuando la situación se normalice, porque ahora los vasos comunicantes dentro de la economía están cortados, y eso hace muy difícil saber cómo sería el impacto de una devaluación en el nivel de inflación.
 
La emisión monetaria, uno de los problemas centrales, según el diagnóstico de Saravia
La emisión monetaria, uno de los problemas centrales, según el diagnóstico de Saravia

-Cuánto le preocupa el actual nivel de emisión?

-Me preocupa mucho, porque creo que el Banco Central no va a tener poder de fuego para absorber todo el exceso de dinero. Y claramente con estos niveles de déficit fiscal y de emisión no le veo mucha escapatoria a la licuación vía inflación. El Banco Central intenta absorber la liquidez excedente a través de la emisión de las Leliqs, lo que además crea un déficit cuasi-fiscal, pero no hay una mejora en las expectativas.
En todo el mundo se ha optado por la emisión, es cierto, y sería injusto en este contexto criticar la decisión del Gobierno, que hizo lo que pudo. Pero en el caso de Argentina el problema es que hay mucha inconsistencia en las variables macro, y no veo políticas que vayan a tranquilizar la economía. 
 

-¿Cómo ve las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, ahora que ya se superó lo del canje de la deuda? 

-No lo veo al Gobierno muy apurado por negociar, pero eso es más una decisión política que otra cosa. Lo cierto es que no se puede dar un portazo y no negociar con el Fondo. Pero podríamos anticiparnos a la estrategia del Gobierno mirando lo que hizo durante la negociación con los bonistas. En ese caso, no tomó el camino tradicional de buscar un "sello de aprobación" del FMI para comenzar a negociar con los tenedores de bonos, y al final no le salió nada mal, lograron un buen deal. Fue una negociación heterodoxa que tuvo un muy buen resultado, aunque tal vez ese mismo acuerdo con los bonistas estaba disponible en febrero y se dilató demasiado. Tal vez veamos algo parecido en la negociación con el Fondo, tal vez pase para el año que viene directamente, aunque algunas conversaciones comiencen ahora. 
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