Los argentinos abandonan los fondos vinculados al dólar en el mercado local con la idea de que el Gobierno podría imponer múltiples tipos de cambio oficiales.

Unos 5.200 millones de pesos (u$s70 millones) de estos fondos se desarmaron durante la última semana, equivalente al 4,25% de los activos totales, según la consultora 1816 Economía & Estrategia, indicó la agencia Bloomberg.

El apuro por salir se generó luego de que reportes de medios locales indicaran que la administración de Alberto Fernández podría oficializar un nuevo tipo de cambio más débil para las transacciones financieras.

La pandemia, el default soberano y la falta de dólares impulsaron la protección contra el peso, y aunque esa combinación hizo que algunos rendimientos se tornaran negativos, la demanda se había disparado en los últimos tres meses.

"En Argentina hay mucha liquidez que no sabe a dónde ir", dijo Pedro Siaba Serrate, analista de Portfolio Personal Inversiones, una firma basada en Buenos Aires. "Porque el refugio es el dólar".

La administración de Alberto Fernández podría oficializar un nuevo tipo de cambio más débil para las transacciones financieras

Cómo funciona el "dollar linked"

Los instrumentos ‘dollar linked’ se compran y venden en pesos, pero pagan intereses y capital atados al tipo de cambio del día para protegerse de la depreciación de la moneda local. Algunas empresas argentinas como Aeropuertos Argentina 2000, Genneia y Cresud emitieron u$s721 millones de estos activos entre junio y agosto.

La dinámica ahora empieza a revertirse. "La noticia de un posible régimen cambiario múltiple cortó el flujo a la industria", dijo Federico Diez, gerente general de Quinquela Fondos, en una entrevista telefónica con la mencionada agencia.

Y aseguró que la visión de los inversores es que estos activos "se ajustarán al tipo de cambio comercial" en el escenario de un desdoblamiento, en una posición "más débil" en relación al peso financiero.

Los argentinos están acostumbrados a lidiar con varios tipos de cambio

¿La historia se repite?

Los tipos de cambio paralelos no son nada nuevo en Argentina, donde los controles de capital han obligado a los ahorristas a pensar formas creativas de hacerse con los dólares para preservar la riqueza. Limitados a comprar sólo u$s200 por mes al tipo de cambio oficial de alrededor de 75 pesos por dólar más un impuesto del 30%, pagan incluso más (130 pesos por dólar) para eludir las restricciones a través de una transacción conocida como contado con liquidación.

No existe un tipo de cambio alternativo oficial desde fines de la década de 1980, cuando se creó un sistema que valoraba el peso de las operaciones financieras un 35% por debajo de la tasa utilizada para las comerciales. La brecha entre ambos precios finalmente se disparó hasta el 215% en 1989, según el libro "Historia Económica de la Argentina", de Domingo y Sonia Cavallo.

Un movimiento en esta dirección decepcionaría a los inversores, luego de que el país saliera de un default de u$s65.000 millones y busca un plan viable para impulsar el crecimiento y frenar la volatilidad de la moneda. Los funcionarios están en conversaciones para refinanciar un préstamo de u$s44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, mientras la economía se prepara para su tercera contracción anual consecutiva. El peso ha perdido el 75% de su valor desde fines de 2017 y la inflación supera el 40%.