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Se vienen 15 días clave para el dólar: 4 frentes que monitorea el mercado con restricciones más duras

La segunda ola golpea con todo y el Gobierno aplica, desde hoy, nuevas medidas que tendrán su efecto en dólar y economía. Qué proyectan expertos
19/04/2021 - 06:28hs
Se vienen 15 días clave para el dólar: 4 frentes que monitorea el mercado con restricciones más duras

Las nuevas restricciones fijadas por el Gobierno para frenar el avance de la segunda ola de Covid entran en pleno funcionamiento esta semana y tendrán efecto, en principio, por los próximos 15 días.

La economía está entrando en el epicentro de una nueva ola de contagios cuya media de casos en las últimas dos semanas ha sido de 21.000 infectados (cifra que más que duplica el peor momento del año pasado).

Esto hace pensar qué efectos tendrá en las distintas variables económicas y financieras el nuevo paquete de restricciones, de la mano de comercios que cierran antes sus puertas, incluyendo a todo el sector gastronómico de Ciudad y Conurbano. A esto se suman las restricciones para circular en el AMBA y las limitaciones totales en otras actividades comerciales y recreativas, como shoppings, cines y teatros

Por eso, inmediatamente surgen los paralelos con la experiencia de año pasado a la hora de anticipar cómo repercutirá esta nueva etapa. Sin embargo, los especialistas advierten que no todo se dará igual.

"Es de esperar que esta vez sea diferente porque, hasta el momento, las restricciones indican que no es necesario un cierre duro que afecte la producción y el nivel de actividad. Pero también hay diferencias, por el lado negativo, dado que nuestro país le suma una economía muy deteriorada con escasísimos márgenes de maniobra y un proceso inflacionario que se come cualquier intento de mejora o paliativo en los ingresos de los más vulnerables", advierte Fabio Rodríguez, economista de M y R Asociados, en diálogo con iProfesional.

El analista señala que la prolongada cuarentena durante la primera ola consumió capital económico, social y educativo, así como paciencia y tolerancia de la población y capital político para anudar acuerdos para enfrentar la pandemia. En este sentido, alerta que "ahora, todo es cuesta arriba".

El ingreso de por la cosecha ayudará al Gobierno a mantener calmo el dólar a pesar de el nuevo prate económico.

Frente 1: el dólar y la política cambiaria

El primero de los puntos a los que habrá que estar atentos durante los próximos 15 días de restricciones que se vienen es, sin dudas, el dólar y el mercado cambiario.

En este sentido, Rodríguez señala que la preocupación radica, principalmente, en el efecto que puede tener sobre la brecha y cotización en el mercado paralelo la potencial mayor emisión por sobre la prevista debido a la necesidad de impulsar un gasto Covid-19 para los sectores más afectados por las restricciones.

Sin embargo, indica que, a corto plazo, prevalecen los factores que juegan a favor de mantener contenida la divisa. "La situación de mayor aislamiento generalmente conlleva un aumento precautorio en la demanda de pesos, tal como se vio el año pasado, pero esta vez en el marco de una situación financiera más frágil para las familias, que ya de desacumularon ahorro durante el invierno anterior", comenta.

La nueva necesidad de asistencia en la sociedad por la segunda ola amenaza el objetivo fiscal.
La nueva necesidad de asistencia en la sociedad por la segunda ola amenaza el objetivo fiscal

Frente 2: el déficit fiscal y la asistencia social

Una mayor emisión no sólo impactará en sus eventuales efectos en la brecha cambiaria, sino también y, principalmente, es un riesgo para el proyecto de reducción del déficit fiscal. Sucede que, según explica Zicari, va a ser central el nivel de resentimiento que el confinamiento nuevo vaya a tener en la economía.

"Veníamos del efecto de nueve meses de recuperación y, ahora, nos enfrentamos a un nuevo parate. La estrategia del Gobierno para que no se caiga la economía es inyectar $15.000 por única vez a los sectores populares que, sin dudas, se van a volcar al consumo. Eso es positivo y, probablemente, ayude a incentivar la economía, pero hay que ver si compensa el impacto del freno a la actividad en los sectores que se van a seguir viendo castigados, que son el gastronómico y el de entretenimientos, entre otros", anticipa Zicari.

En este sentido, Jorge Neyro, economista jefe de ACM, comenta que el efecto de la asistencia anti-Covid "es muy variable y dependerá mucho de cuánto dure efectivamente la cuarentena". Señala que, por más que se hable de que serán 15 días, es esperable que ese plazo se prolongue con alguna variación en las medidas. En ese sentido, el economista considera que vamos hacia un escenario en el que el déficit llegará cerca del 4,5%, como dice el presupuesto.

Y explica que eso está en línea con la necesidad de una mayor ayuda a las empresas y familias y una caída en la recaudación impositiva. "El freno a las actividades va a impactar porque la gente no sale de noche, va a haber una menor demanda de combustible por una caída en la necesidad de transporte, además de que el turismo se reduce y se limitan los vuelos", describe.

La recuperación del dólar en el mundo amenaza el sendero de las monedas emergentes.
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Frente 3: el escenario internacional

Mariano Fernández, profesor de Economía Internacional Monetaria de la Universidad del CEMA, por su parte, indica que, la base monetaria ampliada fue la forma que usó el Gobierno para controlar la oferta en un contexto en el que las restricciones y la caída de la actividad determinaron una suba transitoria de la demanda de dinero.

"Durante la cuarentena anterior, que fue muy larga, sumado a un contexto externo favorable, marcado por la relajación de la política monetaria en Estados Unidos y en Europa, determinaron un proceso de suba en el mundo de los precios de los commodities y de las monedas emergentes. Esa mezcla de cosas fue lo que llevó a la paz cambiaria durante la cuarentena", señala Fernández.

El experto sostiene que es muy difícil que en esta nueva etapa de restricciones a la actividad económica que comenzamos hoy se pueda repetir ese escenario dado que considera que, "desde el punto de vista internacional, es muy probable que hayamos llegado al máximo de la expansión monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y del Banco Central Europeo".

Según su visión, ese es un problema internacional que generaría un movimiento de capitales de las monedas emergentes hacia el dólar, por lo que anticipa que se viene un proceso de apreciación del dólar, seguramente.

Es poco probable que se logre una caída drástica de la inflación en el corto plazo.
Es poco probable que se logre una caída drástica de la inflación en el corto plazo.

Frente 4: inflación

En lo que respecta a la inflación, Neyro prevé que va a seguir alta dado que hay aumentos de combustibles, de peajes, de  alimentos y de prepagas. Con todos estos incrementos en agenda, avizora que la inflación rondará el 4% en abril. En tanto, no descarta que, en mayo, quizás baje un poco, pero señala que aún falta ver qué sucede con los aumentos de las tarifas de electricidad.

Así las cosas, vaticina que, "seguramente estaremos alrededor de un 3,5% en el quinto mes del año y eso le quitará mucho crédito a la expectativa inflacionaria del Gobierno y a su plan de combate de la suba de precios". Comenta así, que -aún a pesar de las medidas que se están tomando en este momento- va a ser muy difícil bajar la inflación en el corto plazo. 

Respecto de este mismo tema, Fernández apunta que "se evidenció una aceleración de la tasa de inflación desde septiembre del año pasado, cuando se comenzaron a levantar las restricciones". Sostiene que el Estado tiene injerencia muy fuerte en los procesos de pricing de los bienes y que hay que estar atentos a lo que pueda suceder en ese sentido en los próximos meses.

Tranquilidad de corto plazo, preocupación hacia adelante

Como conclusión, Neyro, de ACM,  apunta que "el tema de la pandemia y las nuevas medidas no deberían tener mayor efecto en el mercado cambiario en el tiempo inmediato, sobre todo, por el cepo, el control de las importaciones y el ingreso de divisas por la liquidación de la cosecha".

En palabras de Rodríguez, "es previsible que, a medida que sigan aumentando las reservas, el BCRA seguirá comprando divisas de manera importante hasta julio de este año". Y, adicionalmente, espera un menor ritmo de actividad por esta segunda ola que puede marginalmente desacelerar la necesidad de importaciones en algunos sectores.

Desde una perspectiva similar, el economista e investigador del CONICET, Julián Zicari asegura que el Gobierno debería sobrellevar tranquilo el panorama cambiario porque está ingresando el producto del grueso de la cosecha en las reservas". 

Y es que, tal como sostiene Neyro, por el lado del tipo de cambio oficial, se taparon todas las filtraciones que había el año pasado y, por el lado de los dólares paralelos y financieros, han subido un poco en el último tiempo, pero están muy monitoreados. En consecuencia, no observa grandes tensiones y detalla que el Gobierno mantiene el precio a través de las operaciones del Banco Central.

Por otro lado, observa que la demanda de divisas está siendo baja porque el nivel de ahorro es muy escaso en las familias. "La gente tiene un menor excedente para adquirir divisas en el mercado blue así como en el oficial y los financieros", apunta.

En este sentido, Neyro afirma que los tipos de cambio van subiendo en una dinámica muy lenta y considera que no hay elementos para pensar una disrupción en el corto plazo, a menos que aumente exponencialmente la emisión a raíz de la necesidad de asistencia por la cuarentena, pero, en ese caso, es esperable que el efecto no sea inmediato tampoco.

Pese a esto, los próximos 15 días serán claves, por la alta conflictividad política y las primeras evidencias del impacto económico de las mayores restricciones. 

Así, si bien el Gobierno sabe que no debería sufrir sobresaltos cambiarios, sí enfrenta fuertes desafíos en otras variables determinantes. Es que si bien era esperable la segunda ola, el cansancio social y los problemas económicos que dejó la primera hacen que sea un desafío aún mayor para la administración de Alberto Fernández atravesar esta nueva etapa del Covid-19.