Muchos rumores se tejieron en los últimos días alrededor del ministro de Economía, Martín Guzmán, y su enfrentamiento con el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, a raíz del debate respecto de un ajuste en las tarifas eléctricas. Se especuló sobre su salida y muchos se atrevieron incluso a ponerle un nombre a su reemplazante.

Fuentes de Gobierno revelaron a iProfesional que ayer el ministro trabajó en forma habitual y desarrolló su agenda según lo previsto y muchas voces del mercado ven los trascendidos de su renuncia como "parte del tironeo" dentro del oficialismo.

Otros consideran que, "hasta que no haya un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), es poco probable que se concrete su salida porque ese es el gran objetivo de Guzmán desde el momento en que aceptó el cargo".

Sin embargo, pocos se atreven a descartar por completo la hipótesis de su desvinculación y es ineludible plantear qué efecto podría tener ese acontecimiento en la economía, en el mercado y en el dólar, que ya se hizo eco de estos temblores en la alianza gobernante con una suba de $3 en el blue y un avance más moderado de los dólares financieros en la primera jornada hábil de mayo.

Los analistas destacan la negociación del ministro ante los organismos internacionales de crédito.

¿Cómo leería el mercado la salida de Guzmán?

"Las consecuencias de una eventual salida del ministro serían negativas por varios motivos: en primer lugar, porque viene negociando la deuda con el Club de París y con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace tiempo y un cambio de interlocutor podría impactar mal en el proceso; además, ya logró el año pasado un acurdo con los acreedores privados, lo que es un buen antecedente", opina el economista Lorenzo Sigaut Gravina.

"Creo que el ministro ya pasó lo más duro, como fue la negociación de la deuda y la primera etapa de la pandemia. Ahora viene con una recuperación de la actividad en marzo, mes en el cual el rebote económico fue del 8,8%, y  ya tiene pautada una gira por Europa con el presidente para las próximas semanas a fin de terminar de cerrar el acuerdo con los organismos internacionales de crédito", dice el economista e investigador del CONICET, Julián Zicari.

Asimismo, considera que es esperable que el ciclo de precios empiece a bajar en los próximos meses y que, con las reservas del BCRA subiendo, el dólar controlado y la economía recuperándose, sería "mal negocio para Guzmán dejar el cargo ahora".

Pero, en caso que así lo decida, anticipa que sería negativo para la economía porque habría una reacción adversa en los mercados. "Caerían los bonos, subiría el riesgo país y es esperable que también se realizarían fuertes retiros de depósitos", advierte.

Esto, explica se debería a que, para muchos sectores, Guzmán es "lo más pro-mercado que hay dentro de la alianza gobernante, hoy",  por lo que un reemplazo podría desestabilizar mucho la situación económica.

Los mercados ven al ministro como una persona amigable y coherente dentro del Gobierno.

Una figura "amigable" dentro del Gobierno

Una visión similar tiene el director de CyT Asesores Financieros, Camilo Tiscornia, quien señala que, "si bien no es un súper ministro y hay conciencia de que tampoco es quien define totalmente la política económica, si se concretaran los rumores de su salida, no sería una buena noticia para el mercado".  

Su análisis se basa en el hecho de que Guzmán funciona como una imagen que frena los reclamos más radicalizados del kirchnerismo, que plantean reformas mucho más profundas en materia de servicios públicos, por ejemplo, y considera que, si bien él no es un economista muy ortodoxo, es racional y entiende que hay muchas cosas sobre las que no es conveniente avanzar.

En ese sentido, opina que si pegara un portazo, "se podría dar una profundización de los efectos que se vieron ahora ante los rumores: el dólar subiría más rápido, la bolsa se vería golpeada y tendríamos un escenario negativo para el futuro de la recuperación". Así, advierte que eso generaría mucha intranquilidad, más ahora, que la segunda ola de Covid-19 está haciendo que el frente fiscal ponga muy candente.

Así, anticipa que una noticia de renuncia podría afectar, principalmente, las variables financieras ligadas a lo fiscal, hacer subir el dólar y descontrolar la inflación.

Las dudas sobre quién podría reemplazar a Guzmán si deja el cargo, generan preocupación.

Lo desconocido asusta a los mercados

"Los mercados están asustados, sobre todo, por la preocupación alrededor de quién pueda venir a ocupar el cargo si se va el ministro y esa incertidumbre, generalmente, el sector financiero la traduce en una suba en el precio del dólar, que es uno de los barómetros para medir el ruido político del momento",  observa, por su parte, el economista Andrés Borenstein.

El analista coincide con Sigaut Gravina al señalar que "se hizo un buen trabajo en la negociación de deuda" y opina que esa puede ser una de las motivaciones que podrían hacer que el ministro decidiera quedarse y continuar ese recorrido para lograr un acuerdo positivo con el FMI y el Club de París.  

Sin embargo, Borenstein advierte que, dependiendo de cómo resulte finalmente la resolución de esta interna, si se queda en el cargo, es probable que Guzmán vea su figura algo debilitada y eso también podría tener un efecto negativo en los mercados.

Guzmán tiene una gira programada junto al presidente para terminar de acordar con los organismos internacionales.

Una decisión que no le conviene al ministro

Y es que, en una línea similar, Sigaut Gravina considera que sería ilógico que renuncie al cargo si uno se guía por la lógica del funcionamiento de la cadena de mando, dado que se trata de un ministro que está pidiendo el cambio de un subsecretario.

No es la primera vez que Guzmán está inmerso en una disputa de poder y ha demostrado que tiene capacidad para lograr sus objetivos con cintura política. Cabe recordar que, hace unos meses, logró expandir su poder en el BCRA al remover a un director del lavagnismo y reemplazarlo por alguien de su máxima confianza.  

En ese sentido, los economistas consultados coinciden en señalar que "es deseable que se resuelva este problema de manera que no haya un cambio brusco en la conducción de Economía", de modo que el ministro no quede debilitado, sobre todo, en un momento de mucha tensión como el actual, en el que lo que menos se necesita son internas que dañen la alianza de Gobierno.