El surgimiento de la Blockchain y su avance en el mundo nos lleva lentamente hacia un proceso de tokenización de la economía. Tokenizar es representar un derecho sobre un activo a través de anotaciones contables unitarias, llamadas "tokens", en un registro distribuido (que es la cadena de bloques).

"Podríamos decir que es la representación de un activo tangible o intangible en un token digital. Un ejemplo simple: como una ficha de casino puede representar dinero, un token digital también puede hacerlo", explica al respecto Leo Elduayen, fundador y CFO de Koibanx, una empresa que posee una plataforma modular de tokenización y transaccionalidad de activos, en dialogo con iProfesional. 

Así, sostiene que la manera en que invertimos en inmuebles, petróleo, cabezas de ganado y hasta cereales está cambiando radicalmente y resalta que, "tal como sostiene un reporte reciente de la consultora Deloitte, el acto de tokenizar activos está transformando muchas industrias, en particular la financiera".

En ese sentido, el experto señala que las empresas B2B que adoptaron la tokenización invirtieron u$s1.9 billones en 2020, mientras que, para 2025, se espera una inversión de u$s4.8 billones. Y advierte que aquellos que no estén preparados corren el riesgo de quedar al margen.

 

No todos los activos se pueden tokenizar y no cualquiera puede hacerlo.

¿Qué hay que saber sobre un token?

Elduayen, indica que, antes de hablar de a tokenización de la economía, es importante tener en cuenta tres elementos principales:

• Quién tiene el activo en el mundo real. "Por ejemplo, si yo quiero tokenizar la Reserva del Tesoro de Estados Unidos, no puedo hacerlo porque no tengo el control sobre ese activo. No se puede crear un token sin un respaldo real, ya sea tangible o intangible", afirma. Así, señala que, en general, en el mundo fintech, los activos están en posesión de los bancos, que están regulados y pueden probar que tienen potestad sobre ellos a través de sus balances, por ejemplo.
• Cómo se conecta el activo con el token digital. Respecto de este punto, especifica que "no hay una persona que todos los días se despierta y calcula qué cantidad de activos tiene en la reserva del banco para calcular la cantidad de tokens que puede crear". Aclara, así, que la mejor manera de garantizar que ese proceso es sólido es a través de un proceso tecnológico, como puede ser la API de un banco que lo hace automáticamente y sin riesgos de error humano.
• Finalmente, está el aspecto de la oferta. "Es necesario estar adecuado a la regulación vigente para poder ofrecer un activo tokenizado", dice Elduayen. Menciona, en este sentido, que es necesario tener el proyecto aprobado por el regulador pertinente y contar con la autorización necesaria para realizar una oferta pública.

Con esos requerimientos ya cumplidos, las instituciones financieras ya pueden tokenizar fondos de inversión, carteras de crédito, pesos, commodities y acciones, entre otros activos. Es un proceso que permite dinamizar el sistema financiero actual. Entre las ventajas que ofrece este proceso a la economía tradicional, Elduayen se destaca las siguientes dos:

• Divisibilidad: Asegura que "el token se puede dividir y eso implica que se le pueda pagar a una persona un contrato, por ejemplo, con un décimo de una factura, cuyo factoraje es tradicionalmente limitado a una comercialización al 100%" y, con tecnología Blockchain, se puede representar digitalmente y dividir en cuántas veces el oferente lo desee. Esto es aplicable a todo tipo de título valor que pueda ser tokenizado.
• Trazabilidad: Otra posibilidad que se abre es, por ejemplo, que los productores vinícolas puedan ofrecer a sus clientes la tranquilidad de tener una herramienta digital para corroborar que se les está vendiendo un producto de primera calidad, certificado y único. Con un código QR, el consumidor puede tener visibilidad de todo el proceso que involucró la creación de ese vino hasta llegar, por ejemplo, a una góndola de supermercado.

En Koibanx han tokenizado dinero fiduciario de Argentina, Colombia, Uruguay y México. "Eso es lo más fácil de tokenizar porque el activo subyacente es algo de uso cotidiano", cuenta Elduayen. Estamos hablando de un peso digital, que hoy es algo muy frecuente.

Leo Elduayen, fundador de Koibanx, explica qué es la tokenización.

 

Tres casos de éxito locales

En la Argentina, Koibanx ha desarrollado implementaciones como el programa Carnes Validadas, una plataforma con tecnología Blockchain desarrollada de alcance global, multiservicio, multiespecie que da validaciones de trazabilidad y sirve como canal para transferir valor entre los productores, actores de la cadena de valor global, hacia los consumidores.

El objetivo es que el consumidor tenga información desde cuándo nació un novillo, qué comió, cuándo se sacrificó, cuánto tardó en llegar a una góndola, etcétera. "El caso se aplica a bovinos y se basa en la identificación individual de los animales con el fin de dar transparencia y claridad al proceso de producción de carnes, desde la genealogía hasta el consumidor, con el objetivo de ofrecerle a este último un producto diferenciado con información de quién, cómo, dónde y de qué manera fue producido", detalla Elduayen.

Otro ejemplo es el caso del comedor Cambalache en el que, por una iniciativa de la ONG Bitcoin Argentina, Koibanx desarrolló un sistema de fidelización para dar un reconocimiento a las acciones de mujeres voluntarias que fomentan acciones positivas en su comunidad, en un comedor y espacio cultural de la Villa 21-24, con el fin de incentivar más acciones comunitarias necesarias en ese espacio, además promover la economía interna del barrio.

Y, otro caso interesante es el de la app ActivΦs MMP, una plataforma donde conviven vecinos y comercios del municipio de Marcos Paz en la que intercambian bienes y servicios usando activos digitales. Los tokens son respaldados por el municipio, quien inicialmente los entrega a los vecinos como premio por pagar a tiempo sus impuestos, asistir a eventos y realizar acciones de beneficio comunitario como reciclar o usar medios de transporte ecológicos y se acreditan automáticamente en la billetera digital del usuario. Luego, los puede usar en los comercios adheridos en la plataforma o incluso entre vecinos para saldar alguna deuda.

Algunos activos, como la soja, se pueden tokenizar y, así, dividir en unidades más pequeñas que la tonelada.

Un proceso que va lento, pero seguro

"Marcos Paz tokeniza recaudación fiscal, con Banco de Valores estamos aplicando este sistema a las facturas de crédito, con Fedecafé, en Colombia, se está aplicando a los granos de café, la aseguradora Río Uruguay usa la plataforma para el pago de comisiones y una fintech centroamericana tokenizó su cartera de crédito, es decir, la deuda por cobrar de la empresa", cuenta Elduayen.   

El especialista confía en que, "de a poco, los usuarios lo van a ir adoptando esta tecnología cada vez más porque es una manera de fragmentar activos, que quizás no son ilíquidos en un determinado momento y luego adquieren liquidez, en unidades pequeñas y esto implica que tendrán barreras de acceso más bajas".

Por ejemplo, en lugar de comprar un departamento entero, se puede adquirir un metro cuadrado de un proyecto inmobiliario y utilizarlo como herramienta de pago por un servicio.

Y, si bien reconoce que, en este momento la tokenización está reservada a ecosistemas cerrados por lo general, asegura que, con el tiempo, estos se van a ir interconectando entre sí hasta que sea algo abarcativo a toda la economía.