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A 10 años del primer cepo al dólar: este fue el alto costo que pagaron los argentinos por las trabas

Mucha más emisión, más inflación, más devaluación, más deuda, más pobreza son las consecuencias de estas restricciones cambiarias
21/10/2021 - 06:59hs
A 10 años del primer cepo al dólar: este fue el alto costo que pagaron los argentinos por las trabas

Fue el primer día de noviembre de 2011 cuando el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner puso en marcha un inesperado cepo a la compra de dólares. La cotización del dólar oficial era de $4,30 y el paralelo llegaba a 4,80 pesos marcando una brecha de un 20 por ciento. El adelanto de lo que iba a venir se había hecho el viernes previo, a última hora. 

El ministro de Economía Amado Boudou, el titular de la AFIP Ricardo Etchegaray y el secretario de Finanzas Hernán Lorenzino, fueron los encargados de anticiparle a la prensa la medida. Éramos cuatro los periodistas presentes acreditados en el Salón Belgrano del ministerio de Economía. Fuimos los primeros en enterarnos de la medida que iba a tomar el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quien el 23 de octubre había sido reelecta con el 53 por ciento de los votos. 

Su compañero de fórmula era Amado Boudou. "A partir del lunes el que quisiera ahorrar en dólares deberá contar con el visto bueno de la AFIP para poder comprarlos y tendrá que demostrar ingresos que respaldarán la compra de esas divisas" manifestó Boudou dejando sin palabras a quienes los escuchábamos en la charla explicativa. El cepo cambiario aparecía en la vida de los argentinos.

Ese mismo 28 de octubre de 2011 se publicó la comunicación A 5239 el Banco Central creó el llamado "Programa de Consulta de Operaciones Cambiarias", mediante el cual la AFIP validaría o no las solicitudes de compra de divisas con un régimen que implementó mediante la resolución 3210 y 3212 a partir del 31 de octubre. De esa forma quedó formalmente instaurado el cepo cambiario. 

Entre los efectos negativos del cepo podemos señalar:

  • Cuando se impuso el cepo en 2011 la inflación anualizada era del 25%, y este año se irá a votar con una tasa de inflación superior al 50%. El cepo solo no ha logrado reducir el ritmo anual de inflación pese a fijar el tipo de cambio nominal. 
  • El Producto Bruto Interno (PBI) per cápita en el 2011 llegaba a unos 18.000 dólares y ahora está en un valor cercano a los 14.000 dólares, el más bajo de la última década. El cepo ha vuelto a los argentinos más pobres.
  • En términos de reservas internacionales, el pico fue cuando se instrumentó el cepo en 2011 que llegaba a superar los 40.000 millones de dólares. Hoy se ubican en unos u$s9.000 millones netas de encajes, swaps y repos. Lo peor fue, precisamente, en el 2015 cuando asumió el macrismo que llegaban a unos USD 5.155 millones y antes de las PASO del 2019 estaban en mejores condiciones en unos u$s 22.000 millones. El cepo no ha logrado evitar la pérdida de reservas internacionales. 
  • El ritmo de emisión monetaria del BCRA para financiar el déficit fiscal no será sostenible por mucho tiempo más porque claramente esa mayor emisión generará una mayor inflación y una deuda interna en pesos que será muy difícil de refinanciar en particular las Leliq emitidas por el BCRA. Este año se calculan emitir casi 2 billones de pesos. El cepo ha provocado una mayor emisión monetaria.  
  • La actividad productiva comercial exportadora e importadora se ha resentido por el aumento de la demanda de dólares por parte de una fracción de la población y las empresas, porque debilitó el consumo. El cepo ha provocado una retracción de la actividad económica.
  • Se agudizó la tensión en el mercado de cambios, al no resultar efectiva las ventas de dólares del BCRA, perdiendo reservas, porque la brecha entre el tipo de cambio libre y el oficial llega al 80 por ciento mientras que hace 10 años esa brecha llegaba al 20 por ciento. El cepo ha elevado la brecha cambiaria. 
  • Se generó una especie de Inconsistencia de la política económica, porque se alimenta el exceso de pesos para financiar un déficit fiscal que se proyecta a más de 4 % del PBI, mientras que se reducen las reservas en divisas del Banco Central y se atrasa el tipo de cambio oficial a niveles comparables con el que se había acumulado en tiempos de Alfredo Martínez de Hoz. El cepo ha generado un aumento del déficit fiscal. 
  • Se produjo nuevamente un atraso tarifario y de deudas pendientes. En el futuro habrá que revertir el fuerte atraso de las tarifas públicas para los sectores de altos ingresos, para poder comenzar a reducir el abultado déficit fiscal, vía la disminución de los denominados subsidios en particular a las tarifas de electricidad y de gas. Por el cepo hemos vuelto a tener retraso cambiario y retraso tarifario
  • En los últimos 10 años, a pesar del cepo, se produjeron dos reestructuraciones de deuda pública y pese a ello deuda pública hoy es mayor que la aquel entonces con el agravante que en el 2018 la Argentina debió pedir prestados unos u$s 45.000 millones al FMI de un paquete de ayuda que todavía está renegociando porque no se puede pagar la misma. El cepo ha generado un mayor endeudamiento interno y externo.
  • En términos de empleo privado también se llega en el peor momento de los últimos 10 años. Hoy llega a los 5,8 millones de trabajadores registrados y está peor que antes de las PASO del 2019. El mejor año electoral en términos de empleo fue el 2015 cuando había 6,26 millones de personas registradas en el sector privado. El salario privado registrado muestra un valor en promedio (en pesos constantes a agosto de este año) de unos 94.000 pesos. Es el más bajo de los últimos 10 años y es el correlato de una mayor tasa de pobreza por la alta inflación y los bajos salarios nominales. El cepo jugó en contra de los aumentos de salarios reales de los trabajadores.
A10 años del primer cepo cambiario; más emisión, más inflación, más devaluación, más deuda, más pobreza
A10 años del primer cepo cambiario: más emisión, más inflación, más devaluación, más deuda, más pobreza

La evolución del tipo de cambio

Uno de los ejemplos de lo ineficiente que ha sido el cepo se puede ver cuando analizamos la evolución del tipo de cambio en Argentina y en Brasil en ese periodo. En noviembre de 2011 el valor de dólar oficial en nuestro país era de 4,40 pesos mientras que el paralelo llegaba a 4,80 pesos registrando una brecha cambiaria del 20 por ciento. En Brasil el valor del dólar llegaba a los 2,50 reales. Luego de casi 10 años el valor del dólar en Argentina en el mercado oficial es de 100 pesos y en los mercados alternativos el máximo es de 185 pesos. En tanto que en el país el valor del dólar oficial está en los 5,50 reales. 

La evolución de la cantidad de productos en el programa de Precios Cuidados es otro ejemplo. Se arrancó en enero de 2014 con unos 180 productos y ahora el Gobierno congela los precios de más de 1600 productos hasta enero del año próximo. El resultado ha sido pésimo más allá de los aumentos de precios que han tenido en dicho periodo a pesar de haber estado cuidados por el kirchnerismo y el macrisimo.

Otro de los malos ejemplos del manual del cepo es utilizar bonos del estado en lugar de vender dólares en el mercado para controlar el precio de los dólares alternativos. El problema es que por la caída en el precio de los bonos estos tienen una tasa de retorno muy elevada, que empuja a la suba de la tasa de riesgo país. Los bonos soberanos rinden entre el 18% y 21% anual en dólares, una tasa que no invita a la inversión en nuestro país.

Luego de instaurado el cepo en noviembre de 2011, el Gobierno siguió creando distintos mecanismos que restringieron aún más la tenencia de divisas. Lo que restaba de 2011 y 2012 fue el período en el que se publicaron la mayor cantidad de medidas. En todo el 2012 el cepo fue ganando terreno, primero alcanzando a las empresas que debían comprar los billetes verdes para cumplir obligaciones, ya sea para el pago de importaciones o para girar dividendos. La creatividad kirchnerista sumó los recargos a las compras en el exterior con tarjetas de crédito y débito, y la adquisición de pasajes al extranjero y los paquetes turísticos. Primero el recargo fue del 15% pronto llegó al 20%, hasta alcanzar el 35% en diciembre de 2013. El 2014 con Axel Kicillof como ministro de Economía transcurrió con sus vaivenes, con mayor apertura para empezar a atesorar con dólares, pero pagando el recargo del 20% y todo seguiría más o menos igual, hasta que asumió el nuevo gobierno de Cambiemos y el cepo fue eliminado.

El 1 noviembre de 2011 cuando el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner puso en marcha un inesperado cepo a la compra de dólares
El 1 noviembre de 2011, la presidenta Cristina Kirchner puso en marcha un cepo a la compra de dólares

Pero también se siguieron sumando restricciones hasta pocos meses antes de que Cristina finalizara su mandato en diciembre del 2015. Por ejemplo, el 27 de octubre de 2015 el BCRA recortó los dólares que tendrían autorizados las empresas en forma semiautomática de u$s 150.000 a u$s 75.000.

 "El costo del cepo fue la generación de un mercado cambiario paralelo que alentó diversas operaciones de elusión del mercado oficial para ganancias especulativas con las diferencias de cotización de la divisa entre los diversos mercados. Además del descontento en algunos sectores sociales (empresas transnacionales, grupos económicos locales, sectores medios, importadores) por las restricciones a la compra de divisas", explica el economista Marcelo Elizondo titular de la consultora DNI.

A principios de diciembre de 2015, en los últimos días del segundo Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, los daños del cepo en la economía estaban a la vista. Las exportaciones se movieron después del cepo con una performance peor al promedio regional y cayeron en volumen y había un dólar oficial de 9,50 pesos y un dólar paralelo a 15 pesos. Una situación muy parecida a la actual con un dólar oficial de 100 pesos y los financieros alternativos entre 175 y 185 pesos, con brechas cambiarias parecidas.

El cepo desapareció solo cuatro años. Entre el 2016 hasta septiembre de 2019, cuando el gobierno de Mauricio Macri volvió a ponerlo en marcha y tomó más vigor.

Luego que Alberto Fernández ratificó su triunfo en las elecciones generales el cepo se siguió reforzando. La corrida cambiaria estalló al día siguiente de las primarias de agosto de 2019, en los que claramente se imponía el Frente de Todos y el valor de la divisa estadounidense pasó de 45 pesos a los $60 sin escalas, y aparentemente sin techo. A los pocos días, el ministro Nicolás Dujovne presentaba su renuncia, impotente ante la escalada del dólar. 

La crisis cambiaria hizo que el gobierno saliente de Mauricio Macri echara mano de aquello que había repudiado en campaña electoral. El cepo volvió en octubre de 2019, esta vez con un límite de compra por persona de u$s 10.000 mensuales, que tras el triunfo de Fernandez bajaría dramáticamente a u$s 200 y las compras se podían deducir del 35 % del impuesto a las Ganancias.

El nuevo gobierno del Frente para la Victoria llegó en diciembre de ese año y, lejos de aflojar la cuerda, agregó el impuesto País, de 30% sobre la compra de moneda extranjera y consumos en moneda extranjera, conocido con el ridículo nombre de "dólar solidario". Esto dio pie a un nuevo escenario cambiario, en el que pugnaban por protagonismo el dólar oficial, el paralelo o "blue", el ya mencionado solidario o "Turista", además de los financieros, el MEP y el contado con liquidación. La Argentina es el único país del mundo que encarece el dólar para las compras de particulares con dos impuestos.   

Pero el cepo se siguió reforzando. Los últimos retoques comenzaron este año luego de pocas horas antes de la final entre Argentina y Brasil del 12 de junio por la Copa América donde el Gobierno aprovechó el clima futbolero para reforzar el cepo al anunciar nuevos límites para las compras semanales de bonos utilizados en la compra de dólar contado con liqui (CCL).  Además, impuso nuevos requisitos de parking para que los operadores demoren más tiempo entre la compra del bono y su venta a cambio de dólares en el exterior.

Por último en septiembre pasado frente a una nueva salida de dólares el BCRA se vio obligado a reforzar nuevamente el cepo. La filtración más preocupante por donde se iban dólares oficiales eran los pagos de importaciones. En agosto superaron los u$s6.000 M y septiembre un monto superior. Lo curioso es que se trata de niveles muy bajos de importación para un país como Argentina, pero muy altos para un mercado cambiario tan raquítico. 

Seguramente influya el elevado nivel de la brecha. Es un monto insostenible para la macro y para el mercado de cambios aun siendo 2021 el mejor año exportador en muchos años. La otra filtración eran las ventas de dólares en el CCL: en poco tiempo pasaron de u$s200 a u$s400 millones mensuales, lucían sin techo y aun así la brecha subió.

Las últimas medidas del BCRA apuntan a reducir fuerte los pagos de importaciones y reducir las ventas de Dólar Contado Con Liqui sin que se escape más la brecha. Casi inmediatamente de aplicado el freno importador, el BCRA dejó de vender dólares oficiales y empezó a comprar. Con la mayor regulación en el CCL, el BCRA en octubre comenzó a comprar dólares. Lo complicado será sostener congeladas la brecha cambiaria cercana al 80 por ciento dado que este es un período de alta emisión de pesos para financiar al Tesoro y de tasas reales de interés muy negativas. El objetivo del BCRA es ganar tiempo en octubre y con suerte en noviembre y diciembre para que las reservas netas no sigan bajando y la brecha no aumente.

Esta economía no tolera más inflación, más emisión de dinero, más deuda, más pobreza. Todos los indicadores actuales son peores que los de fines de 2011 cuando se instrumentó el cepo. Toda emisión sin respaldo va a generar dos problemas, por un lado, más inflación y, por otro, un incremento en la brecha entre los dólares alternativos (Dólar Bolsa, contado con Liqui o Blue) y el dólar oficial. Los dólares alternativos estarán claramente a la suba. El dólar oficial, el gobierno lo utiliza como ancla para sostener los precios, el resultado es una mayor brecha entre dólar oficial y dólares alternativos, que aleja a los inversores.