Quedan muy pocos días para las elecciones legislativas, y los ahorristas toman distintas decisiones sobre sus pesos para tratar de escaparle tanto a la inflación como a la volatilidad económica y política que se plantea, ante la radicalización de los controles oficiales a las operaciones financieras.

En este sentido, se está observando más pesos "transables" en el sistema bancario, en parte por la inyección de billetes por parte del Gobierno para incentivar el consumo en la previa electoral.

Y, además, muchos argentinos que tienen disponibilidad de efectivo están tendiendo a mantener dinero a la vista, y no colocarlo tanto a plazo fijo, como acción de cautela.

Es decir, buscan tener el cash "a mano" por si determinan en los próximos días esquivar al cepo cambiario y comprar dólares en el mercado libre. En tanto, otros ahorristas intentan disponer de dinero para adelantar su consumo en determinados bienes, debido a que pueden llegar a subir de precio en los próximos meses.

En resumen, por la inminencia de las elecciones, se está visualizando una tendencia definida entre los argentinos que tienen pesos disponibles en sus cuentas bancarias.

Por lo tanto, el argentino no está huyendo del peso, pero está en "alerta".

"Los períodos preelectorales son propensos para que los individuos y las empresas esquiven la tenencia de pesos, dada la tradicional debilidad de nuestra moneda doméstica, que se potencia ante la resolución de cada proceso eleccionario. Sin embargo, pareciera que los datos de octubre no están anticipando estos temores, aunque se adviertan cambios en las conductas de los ahorristas en pesos", destaca a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.

Así, por lo que se evidencia en octubre en el movimiento de los agregados monetarios, para este analista, a pesar de los nubarrones que puedan avizorarse en materia política a semanas de los comicios del próximo 14 de noviembre, "la demanda de dinero se mantiene en términos reales, aunque exhibe características de cierta cautela".

En la previa electoral, los argentinos mantienen los pesos disponibles en las cuentas bancarias, y los plazos fijos se muestran más "cautelosos".

En concreto, al analizar los movimientos que suman las cuentas corrientes, cajas de ahorro y colocaciones de los plazos fijos, se puede observar que los pesos en poder del sector privado aumentan 3,6% mensual, un nivel que tiende a equipararse, e incluso a superar, a los estándares inflacionarios.

"En otros términos, no se está advirtiendo una huida del peso, conducta que no debiera llamar la atención en una economía relativamente sólida, pero que en nuestro país esta es análoga a la mayoría de los procesos eleccionarios", resume Méndez a iProfesional.

En este contexto, para este experto se verifica que existe un "claro predominio" del dinero en los bancos respecto al circulante en poder del público.

De hecho, los depósitos aumentaron 4,2% de forma nominal en los primeros 20 días del mes respecto al mismo período de septiembre. En cambio, la cantidad de billetes y monedas en circulación ascendió apenas 1,6% en el mismo lapso analizado.

"Dentro de las colocaciones del sector privado, se advierte una clara debilidad de los depósitos a plazo fijo", advierte Méndez, debido a que dicho ítem apenas asciende 2,6% respecto al mes anterior.

Qué pasa con los "pesos nuevos"

En cuanto a los nuevos fondos que ingresan al sistema, el destino que tienen se encuentra bien distribuido entre caja de ahorro, cuenta corriente y plazos fijos.

De esta manera, "sólo" el 30% de los "nuevos fondos" que contabilizan las entidades financieras corresponde a depósitos a plazo fijo, en tanto que casi el 70% restante representa al dinero transaccional.

Casi el 70% de los "nuevos pesos" que ingresan al sistema bancario se mantienen en cuentas a la vista, es decir, en estado transaccional.

"La lectura que puede realizarse es que hay cierto movimiento de los fondos desde los depósitos a plazo hacia colocaciones más líquidas, como las cajas de ahorros y cuentas corrientes, como sinónimo de contar con una menor inmovilidad de los pesos. En esta conducta, resulta clara la precaución ante lo que puede devenir en las elecciones del 14 de noviembre próximo", resume Méndez.

Y agrega el analista: "Hay un detalle que no escapa al análisis, y es que casi el 40% del aumento de los depósitos privados en pesos está explicado por las cajas de ahorro y, si bien puede jugar un rol minoritario la traslación de fondos de plazos fijos apuntada, en este aspecto sería válido recordar que las correcciones operadas a partir del resultado de las elecciones primarias de septiembre pasado, se están reflejando en mayores saldos en las cajas de ahorros de las personas. Es decir, se está ´poniendo platita en el bolsillo´ de la gente".

En consecuencia, en base a estas cifras, se puede afirmar que el contexto preelectoral está jugando a fondo en las conductas de los individuos y empresas, porque los agentes económicos "operan con mayor cautela" al momento de inmovilizar sus pesos, en especial, "por las decisiones de política que tratan de enmendar los magros resultados oficialistas obtenidos en las primarias".

Respecto a la sostenibilidad de esta evolución, Méndez considera que a partir de mediados de noviembre, cuando finalice el período electoral tenderá a "desmontarse" este escenario de "primavera".