El clima político y económico del país es incierto también para muchos consultores internacionales, debido a que, más allá que el oficialismo pueda perder apoyo en las elecciones de medio término, el foco está puesto en los dos años de gestión que le quedan a Alberto Fernández y todos los desafíos que deberá sortear.

En ese escenario, PwC, una de las cuatro consultoras financieras y auditoras más importantes del mundo, publicó una editorial en el que pone bajo la lupa la situación doméstica.

En la misma sentencia que si no se realiza un amplio acuerdo político luego de las elecciones, es probable que los resultados económicos sean limitados como para poder salir de esta crisis profunda.

"Nos encontramos en la recta final de cara a una elección legislativa de medio término que, seguramente, tendrá un impacto significativo en la política y en la economía; sobre todo en caso de mantenerse o profundizarse el resultado de las PASO de septiembre", comienza a desglosar José María Segura, economista jefe de PwC Argentina.

Para agregar que, desde finales de 2019, se han venido acumulando un "conjunto de tensiones cambiarias", las cuales se han "acentuado" en los últimos meses.

Por lo tanto, sostiene que, de no tomarse medidas que corrijan los factores estructurales que las provocan, podrían darse dos situaciones.

Una de ellas es que la "creciente acumulación" de dichas tensiones resulte en una "corrección no controlada". O bien que, luego de las elecciones legislativas, se registre "algún tipo de corrección cambiaria" que libere parte de esa tensión.

"Esta situación podría asemejarse, cual historia que se repite, a la ocurrida en los meses de enero y febrero de 2014. En aquella ocasión, luego de perder el oficialismo las elecciones de medio término, se produjo una devaluación del peso más o menos discreta, para luego continuar una política de tipo de cambio reptante", detalla Segura.

Aunque señala que las condiciones económicas son hoy "más delicadas que en aquel entonces".

Esto lo justifica, en parte, por haber entrado en un régimen de inflación con un piso y una inercia "más altos".

El mayor gasto público y emisión monetaria pueden seguir alentando a una suba de la inflación, según economistas.

Una de las claves, a su entender, para analizar la magnitud de la corrección de dichas variables deberá ser la dinámica que haya de gasto público hasta diciembre.

"Dadas las limitaciones que existen para acceder a financiamiento voluntario, las necesidades financieras del sector público serán cubiertas en gran medida mediante financiación por parte del Banco Central, vía emisión monetaria, y cabría esperar que se acelere la inflación", opina Segura.

Y acota: "Si, en lugar de darse una corrección del tipo de cambio que reajuste parcialmente los precios relativos, se siguiera utilizando como ancla nominal, es esperable que en algún momento se produzca una corrección no controlada".

Un hecho que especula que podría ser "diferido" mediante el aumento de "restricciones cuantitativas, que exacerben los desequilibrios macroeconómicos e impacten la economía real".

Por otro lado, Segura observa que puede establecerse un escenario donde, a partir de un acuerdo político amplio luego de las elecciones, se llegue a un consenso para establecer un programa económico con un sendero temporal, para que haya un gasto público "consistente" de acuerdo a las posibilidades de financiación del mismo.

"La probabilidad de ocurrencia de este escenario se encuentra condicionada justamente porque requiere de consensos amplios, que dependen, entre otras cosas, del resultado electoral", advierte Segura.

Asimismo, aclara que la posibilidad de establecer alguna cuantificación de las variables para dicho contexto es "más compleja", ya que dependerá de la naturaleza del programa que se elija adoptar para ir corrigiendo los desequilibrios económicos.

En conclusión, este analista ve como posible a que se establezca un "escenario intermedio", donde haya una cierta corrección cambiaria que "libere, en parte, las tensiones financieras actuales, pero que de paso a niveles más elevados de inflación que permiten licuar el gasto".

Economistas ven que los precios seguirán con una inercia alcista durante 2022.

Es decir, se espera "una situación donde sigue todo más o menos igual, pero con más inflación, aunque sin llegar a producirse una situación de descontrol de las principales variables económicas. O, incluso, en un cierto punto, hasta se podría comenzar a corregir el desequilibrio fiscal", sentencia Segura.

Claro, es algo que no será gratis, debido a que este experto afirma que traerá un "alto costo" social y económico.

"En definitiva, la incertidumbre es elevada y creciente. Habrá que esperar que ocurre con posterioridad a las elecciones para comenzar a tener algo de luz. Sin embargo, algo sí es claro: sin un acuerdo político de base amplia, en el mejor de los casos se pueden esperar resultados económicos limitados", finaliza Segura.-