Plazos fijos UVA vs. plazos fijos tradicionales: cuál es la mejor opción para los próximos meses
Las recientes subas de las tasas de interés que ofrecen los plazos fijos tradicionales, la inflación con tendencia al alza y un dólar que muestra una cotización estancada, lleva a los ahorristas a evaluar si ahora es más conveniente realizar una colocación tradicional o si es mejor una que ajuste por UVA.
Al menos, el planteo surge para los próximos tres meses, donde se proyecta para los precios de la economía una tendencia alcista inquietante, mientras los rendimientos a 30 días en pesos aún se ubican por debajo de ese nivel.
Por un lado, la reciente suba de la renta que ofrecen los plazos fijos tradicionales en 200 puntos básicos, hasta el 43,5% anual, igual desalienta a los inversores. Esto se debe a que ahora paga un interés de 3,6% cada 30 días, mientras que la inflación avanza casi 5% por mes.
En cambio, los plazos fijos UVA pagan el nivel de suba de precios de la economía (índice CER), más un premio de 1%, aunque se requiere que el encaje del dinero colocado sea por un período mínimo de 90 días.
"Hasta el momento, los sucesivos aumentos de la tasa de interés realizados por el Banco Central carecieron de efectividad para impedir que el plazo fijo tradicional perdiera frente al incremento de los precios de la economía", resume a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.

Tasas de interés de los plazos fijos: ¿quién gana?
A la hora de analizar los rendimientos de los plazos fijos UVA y de los plazos fijos tradicionales, en la actualidad la tasa más alta promedio que recibe un ahorrista, según el Banco Central, es por un plazo fijo minorista, que equivale al 3,6% mensual (43,5% nominal anual).
"Aún si esa tasa nominal anual subiera el mes próximo a 45%, la inflación esperada de marzo, abril y mayo estaría bastante por encima de esa retribución, por lo que la colocación en un plazo fijo ajustable por UVA sería más rentable, aunque requiere inmovilizar los fondos por 3 meses", dice Pablo Repetto, director de la consultora GRA de Gabriel Rubinstein.
Esto lo sustenta en que toma como referencia una inflación promedio de marzo a mayo del 5% mensual, de acuerdo a un "supuesto conservador".
Por lo que el rendimiento del plazo fijo UVA versus el plazo fijo tradicional, "aun suponiendo que el Banco Central suba otros 200 puntos básicos la tasa fija del tradicional, daría un rendimiento de casi 4% más en 3 meses", afirma Repetto.

Plazos fijos UVA vs. plazos fijos tradicionales: el ahorrista atento
En este contexto, Méndez coincide que la propia evolución de los plazos fijos revela que están resultando "más dinámicos" los ajustables por UVA que los tradicionales, por lo que "surge con claridad cuál es, y será, la alternativa más rentable".
En los hechos, se observa que durante el mes de marzo el stock colocado en plazos fijos tradicionales aumentó nominalmente en torno al 5% frente a los promedios de febrero.
Una cifra que fue superada por los plazos fijos UVA, que crecieron 10,5% en las primeras semanas de este mes.
"Esto no es accidental, sino que la rentabilidad de una colocación UVA de 4,8% mensual superó por 'goleada' a un plazo fijo tradicional, que rendían 3,5% para depósitos de hasta $10 millones, a inicios de marzo", detalla Méndez.

Próximos 3 meses: ¿Qué plazo fijo conviene?
Es decir, se empieza a ver que los ahorristas identifican que los plazos fijos UVA son más rentables.
"Las expectativas para abril se fundamentan en que un plazo fijo UVA vuelva a redituar en torno a los rendimientos de marzo, cercanos al 5%. En tanto que el plazo fijo tradicional generaría una rentabilidad cercana al 3,6% mensual, considerando las tasas vigentes desde el 22 de marzo pasado", enfatiza Méndez.
En resumidas cuentas, se espera que el plazo fijo tradicional otorgue 3,6% en abril, mientras que las colocaciones UVA, que toman la inflación de los últimos 45 días, rendirían 4,8% ese mes.
En tanto, para mayo, AMF Economía proyecta que los depósitos a 30 días de plazo brindarán 3,86%, y los plazos fijos UVA volverían a superarlos al dar 4,1%.
Recién para junio, según Méndez, se generaría un equilibrio en la renta de los plazos fijos UVA y tradicional, y ambos ofrecerían ese mes un 3,9%. Este incremento de la tasa en la versión "común" se debe, en parte, a que se aguarda que el Banco Central siga con su política monetaria de ascenso de los intereses, tal como lo solicitó el FMI, para brindar utilidades reales positivas.
También inciden las proyecciones de inflación, cuyo índice se estima que comenzaría a disminuir en junio. Por ende, se reduciría la renta del instrumento UVA.

Para Isaías Marini, economista de la consultora Econviews, con la aceleración inflacionaria de los últimos meses, que incidirá en los precios de los próximos meses por efecto inercial, "pocas inversiones pueden brindar rendimientos como un plazo fijo UVA". De todas formas, sostiene que esperan datos más moderados de inflación que los de febrero y marzo, mes en el que se proyecta que hubo, al menos, un alza de 5%.
"Para un ahorrista que quiere invertir sus pesos en los próximos 3 meses y mantener esa inversión inmovilizada, un plazo fijo UVA podría estar rindiendo una tasa efectiva anual en torno al 60%, de acuerdo a nuestras proyecciones", puntualiza Marini. De esta manera, indica que un plazo fijo tradicional rinde una tasa efectiva anual (TEA) de 53,3%, por lo que "resulta conveniente el UVA en estos términos".
Claro, la desventaja del plazo fijo UVA es que el dinero se tiene que mantener inmovilizado durante 90 días, ya que en caso de precancelarlo antes de ese tiempo se penaliza y la tasa a cobrar será muy inferior (38,5% anual).
Dólar como elemento clave para los plazos fijos
Más allá de la baja tasa de interés ofrecida, el incremento en los saldos reales (stock de similar poder adquisitivo) de las colocaciones a plazo fijo tradicional, refleja otro dilema que tienen los ahorristas, que está vinculado al dólar.
"Esto reflejada que los depositantes están mirando la evolución de la cotización del dólar estadounidense, que se encuentra estable desde hace varias semanas", acota Méndez.

Es decir, como el desempeño de la divisa norteamericana tendió a ralentizarse en la medida en que el acuerdo con el FMI se fue cristalizando, y desde hace unas semanas las cotizaciones de los distintos tipos de cambio se encuentran en torno a los $200, esto desalienta a volcarse al dólar como inversión.
Además, a ello se le suma que comienza el "trimestre de oro" para el Gobierno, que va desde abril a junio de cada año, donde el campo liquida gran parte de la cosecha gruesa.
En el mismo, se registra un notorio aumento de la oferta de divisas, por lo que se sostiene que no existen motivos concretos para que el precio del dólar suba.
"Todo indica que la dinámica de los plazos fijos está inducida por la calma cambiaria y la posibilidad de hacer una buena rentabilidad en divisas, el clásico carry trade, al aprovechar las tasas en pesos más altas", concluye Méndez.
Qué ocurrirá en todo 2022 con los plazos fijos
Para el resto del semestre, el planteo que se realizan los analistas es si el Banco Central continuará con su política de suba de tasas de interés, que se mantiene en 2 puntos porcentuales mensuales, según lo observado en enero, febrero y marzo.
"Esta situación permitiría arribar a inicios de junio con un rendimiento mensual de 3,9%", detalla Méndez.
A la hora de prever si será competitivo este rendimiento frente al que otorga un plazo fijo UVA, para Méndez, "todo indica que los rendimientos de junio se habrán equiparado y, quizás, al promediar ese período, se interrumpa la fase ascendente de las tasas de interés iniciada en enero pasado".
En consecuencia, los economistas sostienen que en el próximo trimestre el plazo fijo UVA será el gran ganador pero, tras el pico inflacionario de estos meses y el posible endurecimiento de la política monetaria, "se advertirá un escenario más propicio para los plazos fijos tradicionales" después de junio.-