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Pese a que fue la clave para salir de la hiperinflación, Maduro le declara la guerra al dólar

La utilización del dólar como moneda para operaciones diarias sirvió en Venezuela para estabilizar la economía, pero Maduro aplica un impuesto. Dudas
10/05/2022 - 09:49hs
Pese a que fue la clave para salir de la hiperinflación, Maduro le declara la guerra al dólar

Durante el largo gobierno de Nicolás Maduro, el bolívar fue perdiendo importancia hasta alcanzar la irrelevancia total al tiempo que ganó terreno el uso del dólar para las operaciones diarias.

Pero el régimen de Maduro es reacio a fijar completamente su economía en la moneda de los EE.UU. y apostó a un movimiento sorpresa para revivir la moneda local.

Respaldado por el aumento de las exportaciones de petróleo, que están impulsando el crecimiento económico y ayudando a mantener estable el tipo de cambio, el Gobierno instauró un impuesto del 3% sobre las compras realizadas en dólares, en tiendas, restaurantes y supermercados. De esta manera, intenta presionar a los venezolanos para que vuelvan al bolivar.

La medida tuvo cierto impacto inmediato, que fue registrado por la consultora Ecoanalítica, que en un reciente informe sostiene que en abril se produjo un aumento considerable en el uso del bolívar en el primer mes de aplicación plena del gravamen.

Durante el largo gobierno de Nicolás Maduro, el bolívar fue perdiendo importancia hasta alcanzar la irrelevancia 

Maduro le declara la guerra al dólar: ¿volverá la hiperinflación?

La medida es una señal de que Maduro confía cada vez más en que la economía haya logrado tocar tierra firme después de una serie de reformas diseñadas para llevar al caótico sistema hacia algo parecido al libre mercado, con las que espera evitar el regreso de la hiperinflación que asoló el país durante años.

Pero para los analistas esta es una estrategia de alto riesgo que podría resultar contraproducente dada la duración y la profundidad del colapso económico, el peor en el hemisferio occidental en décadas, y la tibieza de la confianza de los consumidores e inversores.

"El impuesto amenaza con empujar a las empresas a la informalidad y socavar la estrategia de lucha contra la inflación del Gobierno", advirtió Giorgio Cunto, economista senior de Ecoanalítica.

Las empresas y los individuos demandarán más bolívares para realizar los pagos, lo que puede crear una presión adicional en el mercado cambiario.

"Si esa presión es más de lo que el Banco Central puede manejar, veríamos un aumento en el tipo de cambio", dijo Cunto. "Podría entorpecer la incipiente recuperación que sigue siendo muy frágil".

En los últimos seis meses, el bolívar "solo" ha caído un 7% frente al dólar, un porcentaje infinitamente menor al alcanzado en los últimos años, cuando prácticamente perdía todo su valor en cuestión de pocos meses. Fue esta situación la que obligó al Banco Central a recortar 14 ceros de los billetes desde 2008.

El largo camino hacia la recuperación

El Gobierno tiene un largo camino por recorrer ir antes de que la gente confíe lo suficiente en la moneda como para abandonar los dólares, especialmente dado que la inflación aún se mantiene en un ritmo anual del 100%, según un índice que elabora Bloomberg.

"Los políticos tienden a asumir erróneamente que es posible revertir la dolarización una vez que la inflación está bajo control", explicó Daniel Cadenas, profesor de la Universidad Central de Venezuela, señalando casos como el de Perú, donde el uso del dólar sigue siendo común a pesar de que los sucesivos Gobiernos llevan décadas intentando establecer al sol como una moneda creíble.

El Ejecutivo ha ofrecido pocas explicaciones de por qué se necesita el impuesto

"La dolarización no se va a revertir", dijo. "El costo para los actores económicos de volver a pensar en bolívares es mayor que los beneficios. Mientras esto siga siendo así, la dolarización persistirá".

En lugar de eliminar por completo el dólar, es probable que el Gobierno esté tratando de lograr un equilibrio entre el uso de las dos monedas, aventuró.

Para muchos ciudadanos que ya se han acostumbrado al dólar, la implantación del impuesto fue un shock. Incluso el propio Maduro había empujado a los venezolanos a adoptar la moneda estadounidense como medio de pago.

Maduro busca defender el bolívar

Tras este imprevisto cambio de rumbo, el Ejecutivo ha ofrecido pocas explicaciones de por qué se necesita el impuesto, aunque Maduro ha prometido en repetidas ocasiones defender el bolívar y se ha resistido a dolarizar por completo el sistema financiero, a pesar de las presiones de los líderes empresariales.

Lo peor ha sido la falta de información a los ciudadanos y comerciantes de cómo aplicar el gravamen desde el 28 de marzo. La mitad de los comercios siguen sin poder cobrarlo un mes después de su puesta en marcha, según estimaciones de la mayor asociación comercial, Consecomercio.

Algunas tiendas han dejado de aceptar dólares temporalmente por completo. Otros muestran la orden oficial del Gobierno para convencer a los compradores escépticos de que el impuesto es real. El porcentaje de compras realizadas con el dólar cayó al nivel más bajo desde 2019, según el estudio de Ecoanalítica.

Para los líderes de la industria, la queja principal es que el impuesto tiene un efecto acumulativo. Dado que toda la cadena productiva está dolarizada, el impacto en el precio final de los bienes de fabricación local podría ser exponencialmente superior al 3%, lo que impulsaría la inflación.

"La tasa es extremadamente alta", dijo Luigi Pisella, presidente del gremio industrial más grande, Conindustria, que propone que el gobierno reduzca el impuesto por debajo del 0,5% y haga que el gravamen sea temporal. "La producción local se va a ver mucho más afectada que los bienes importados".