Desde hace ya muchas décadas, más precisamente desde mediados de los setenta, que el dólar se convirtió en la moneda que canalizan sus ahorros millones de argentinos.

Para acceder al billete verde los canales son muchos y varían según las épocas y los gobiernos. Así por ejemplo, se puede mencionar desde el libre acceso al mercado cambiario hasta el cepo actual, con escalones intermedios como el dólar solidario que cada vez se restringe más. Pero también existieron dólares "comerciales" y "financieros" y con el paso del tiempo surgieron el denominado dólar MEP y el contado con liquidación.

Pero siempre por encima de todos ellos existió el dólar blue, que en algún momento se llamó marginal o negro, que en esencia es siempre igual: aquel que se compra por fuera del sistema bancario y cambiario, sin que se exija conocer el origen de los pesos.

En cuanto a las formas de atesorarlo, las variantes son múltiples, pues van desde la guarda en algún lugar de la casa a cajas de seguridad o en una operatoria algo más sofisticada en cofres en el exterior.

Obviamente que la acumulación de billetes por fuera de cualquier circuito financiero no arroja ninguna renta y es por eso que precisamente se denomina "atesoramiento" y no ahorro, por lo que no es recomendado por los asesores financieros.

Es más, suelen afirmar que el simple hecho de atesorar billetes tiene un costo oculto, como es el deterioro del poder adquisitivo de los mismos por el avance de la inflación en los EE.UU., o los costos de mantenimiento de una caja de seguridad, etc. etc. Y en sentido inverso, recomiendan "aplicar" esos billetes a cuestiones más redituables como inversiones bursátiles o inmobiliarias entre muchas otras.

Se pueden atesorar dólares en la casa, en cajas de seguridad o en una operatoria más sofisticada como cofres en el exterior

¿Atesorar los dólares o invertirlos?

Es entonces interesante preguntar como les va a quienes optan por el atesoramiento, frente a lo que se inclinan por el ahorro a través de un plazo fijo o a aquellos que invierten en bonos o acciones, siempre en moneda dura.

Las conclusiones a las que se puede arribar en lo que va del año son llamativas:

• Quien atesoró sus dólares en "el colchón" no obtuvo ninguna renta por los mismos. Es decir que si se deja de lado el efecto de la inflación de los EE.UU. por un momento, mantuvo su capital.
• En cuanto a los que convirtieron sus dólares en ladrillos, un reciente informe de Reporte Inmobiliario muestra que desde diciembre del año pasado hasta julio "los precios de cierre con información sobre los valores concretos en los que se pactan las operaciones en el mercado inmobiliario", muestran una caída del 4,5% pue m2 pasó de los u$s1.857 a 1.767 dólares.

El informe agrega que "Al proceder a la apertura del precio por cantidad de ambientes, sólo los monoambientes mantienen un precio por encima de los 1.800 U$S/m2, alcanzando los 1.841 U$S/m2. Los 2 y 3 ambientes ya perforan ese nivel y el valor cerrado en Julio fue 1.779 U$S para los departamentos de dos ambientes y de 1.758 U$S/m2 para las unidades con dos dormitorios".

En cuanto a quien colocó sus dólares en un plazo fijo en bancos locales, habrá obtenido una rentabilidad muy baja, del orden del 0,5% anual. Por su parte, quienes apostaron a bonos soberanos argentinos deben enfrentar pérdidas que en promedio rondan el 30%. Es decir, si invirtieron u$s1.000 a fines del año pasado, si los vendieran hoy apenas obtendrían unos 700 dólares. Para los más agresivos en lo que hace a su perfil de inversor los mercados tampoco fueron benévolos, pues quienes se volcaron a las acciones que cotizan en Wall Street también están en rojo profundo.

Los principales índices bursátiles neoyorkinos muestran derrumbes de proporciones

¿Invertir en la bolsa es buen negocio?

En estos ocho meses los principales índices bursátiles neoyorkinos muestran derrumbes de proporciones, encabezados por el Nasdaq 100, que aglutina a compañías tecnológicas, pues retrocede un 20%, en tanto que el S&P 500, que es el más representativo de la actualidad de las compañías de ese país cae casi 13%, mientras que el tradicional Dow Jones, que aglutina a las mayores 30 empresas retrocede un 10 por ciento.

Cabe recordar que los ETFs son instrumentos financieros que replican la evolución de determinados índices, que en este caso son los ya apuntados. Finalmente, los que optaron por las criptomonedas, en particular el Bitcoin y el Ether, tampoco tienen nada que festejar, todo lo contrario, pues en igual lapso deben enfrentar pérdidas superiores del 50 por ciento.

En este contexto, solo pueden mostrar resultados positivos quienes colocaron sus dólares en acciones brasileñas, pues vienen ganando un 14% y sobre todo los que apostaron a acciones petroleras y energéticas.