¿Es un buen momento?: esto es todo lo que necesitás saber para pedir un préstamo personal
Hoy más que nunca acceder a un préstamo personal en una entidad bancaria es sumamente sencillo y aún más si se es cliente de la misma. No hace falta nada más que acceder a la respectiva página web y cumplimentar algunos requisitos básicos para acceder al monto solicitado.
En cuanto a los motivos que llevan a solicitar un préstamo personal, desde uno de los bancos más activos en este rubro afirman que "estos son tan variados como el perfil de los solicitantes, pues van desde cancelar deudas anteriores a hacer una reforma en el hogar o comprar un auto, entre otros tantos objetivos".
Para el potencial tomador del préstamo es fundamental que reúna una serie de requisitos en lo que hace a estabilidad laboral, su perfil de cliente bancario y obviamente poder demostrar la solvencia económica suficiente para afrontar los pagos de las cuotas.
Pero más allá de lo simple que resulte el trámite, es fundamental que se analice con sumo detalle las condiciones que se le exigen, ya que estas van mucho más allá del monto de la cuota y el plazo en que se puede devolver el capital, que son las principales referencias que suelen ser tomadas en cuenta.
"El dato que define la mayoría de los préstamos es el monto de las primeras cuotas, pues en general se asume que este se irá licuando con la inflación", aseguran desde un banco del interior.
Claro está que si bien la inflación hará su parte, esta afirmación solo es válida en un escenario en el que el avance del salario iguale a la suba de los precios, lo cual salvo contadas excepciones no viene sucediendo de un tiempo a esta parte.

¿Qué se debe saber antes de dar el sí?
Dado que un préstamo personal es un contrato de mediano o largo plazo que para cumplirlo se debe destinar una parte de los ingresos del tomador, es necesario considerar todos los elementos que conforman el mismo, siendo los más importantes los siguientes:
• Costo Financiero total (CFT)
• Tasa nominal de interés
• Plazo de devolución
• Monto de las cuotas
• Relación cuota / ingreso
Al analizar la posibilidad de tomar un préstamo es necesario tener en cuenta no solo la tasa de interés sino también otras comisiones, gastos o impuestos como el IVA sobre los intereses, que terminan conformando el denominado costo financiero total, que es el dato más importante a tener en cuenta, ya que a partir del mismo se determina el monto de las cuotas.

Si bien las tasas nominales de interés que aplican los diferentes bancos son bastante uniformes, los respectivos CFT pueden mostrar notables diferencias entre sí y es por ello que cobra importancia tenerlo en consideración.
En lo que hace al plazo de devolución, debe tenerse en claro que la magnitud de la cuota no desciende en forma proporcional al aumento del plazo.
Dicho de otra manera, quien tome un préstamo a 36 meses no estará pagando necesariamente la mitad. Incluso, para períodos más largos puede darse el caso que las cuotas apenas difieran entre sí, dependiendo una vez más del CFT.
Por su parte, refido a la relación cuota / ingreso, si bien en líneas generales se fija un máximo que ronda el 30%, los expertos consideran que lo más conveniente es tomar un techo del 20%, más aún bajo las actuales condiciones de inflación.
Más allá de estas cuestiones "operativas", puede ser de utilidad tener en cuenta otras cuestiones a la hora de decidir que préstamo tomar.
Entre ellas se puede mencionar:
- 1. No pedir más dinero del que realmente se necesita. La existencia de un elevado costo financiero total impacta directamente sobre las cuotas, por lo que al pedir un préstamo, lo mejor es ajustar al máximo la cantidad que se quieran solicitar y evitar pagar de más.
- 2. Elegir el plazo más corto posible. Si se elige un plazo menor, las cuotas tendrán un importe mayor, pero el préstamo se amortiza más rápido y será más económico. A ellos se suma el hecho que se reduce la exposición con la entidad financiera.
- 3. Evitar el dinero rápido y sin garantías. Cuando se solicita un préstamo en el banco del cual se es cliente, los montos están por lo general preacordados, pues ya está analizada la situación financiera del cliente y las garantías que aseguren el repago. En cambio, si se recurre a aquellas entidades que ofrecen dinero rápido y sin necesidad de aportar garantías, se estarán pagando intereses o comisiones mucho más elevados, pues se considera que se trata de operaciones mucho más riesgosas.
- 4. Cuidado con los gastos extra. Según consigna el BCRA, los bancos "no podrán aplicarse comisiones ni cargos por la evaluación, otorgamiento y evaluación de financiaciones", como tampoco "comisiones ni cargos por gastos de tasación, notariales o de escribanía que se originen en ocasión del otorgamiento o cancelación de financiaciones". No obstante, estos sí se cobran en el caso de muchas entidades no bancarias o de préstamos "al instante", pues no están reguladas por la autoridad monetaria.
- 5. Conocer los costos de cancelación. Si el préstamo contempla la posibilidad de una cancelación anticipada, parcial o total, es conveniente conocer cuál es su costo. En el caso de precancelación, no se admitirá la aplicación de comisiones cuando al momento de efectuarla haya transcurrido al menos la cuarta parte del plazo original de la financiación o 180 días corridos desde su otorgamiento, de ambos el mayor.
- 6. Analizar la adhesión a otros servicios. En muchas ocasiones se exige contar con otros productos tales como un paquete de productos, caja de ahorro o cuenta corriente, por los cuales se deben pagar comisiones que se suman al costo total del crédito.
- 7. Leer las condiciones de otorgamiento. Todo lo referido al préstamo debe ser informado por la entidad financiera al momento de ofrecerlo. Por lo tanto, es importante revisarlo minuciosamente, con el fin de evitar firmar cláusulas sobre las que el cliente no tiene conocimiento.
- 8. Averiguar cómo funciona el sistema de amortización. La mayoría de los bancos aplican el sistema Francés de amortización. Según el mismo, las cuotas son iguales a lo largo del tiempo, mientras que la amortización es creciente y los intereses decrecientes. Es por ello, que el monto de la deuda crece menos ue proporcionalmente a lo largo del tiempo. Existen otros sistemas como el Alemán, pero su uso es muy limitado.