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Vasconcelos: "Las últimas medidas para encarecer el dólar oficial no alcanzan"

Las medidas de más cepo al dólar son analizadas en exclusiva por Jorge Vasconcelos, economista e investigador jefe del IERAL de la Fundación Mediterránea
15/10/2022 - 06:20hs
Vasconcelos: "Las últimas medidas para encarecer el dólar oficial no alcanzan"

Las mayores medidas restrictivas para la compra de moneda estadounidense en el mercado oficial, como el "dólar turista", son consideradas de efecto de corto plazo por los analistas. Por lo que el desafío que se plantea para el Gobierno es si está dispuesto a ejecutar medidas profundas que ataquen de forma directa al problema de fondo.

En este sentido, iProfesional entrevistó con Jorge Vasconcelos, economista e investigador jefe del IERAL de la Fundación Mediterránea, para que brinde su punto de vista.

Entre sus reflexiones, indica que "el deterioro es tan significativo y el efecto de las medidas que se adopta es tan efímero, que estamos predispuestos a suponer que el Gobierno tiene ´cartas´ para mostrar en el futuro cercano", aunque sólo se intente seguir con la situación actual.

-¿Cuál es su diagnóstico de la situación económica actual?

-Si nos atenemos al desconcierto que reinaba en el Gobierno a principios de junio, con una grieta a cielo abierto en la que el ex ministro Guzmán no tenía respaldo de la principal fracción del oficialismo, la situación de mediados de octubre luce menos dramática.

Es que el Ejecutivo se alineó detrás dela misión de mantener vivo el crédito del FMI, para lo cual hacía falta recortar los desvíos que se proyectaban para las metas a ser monitoreadas a fin de septiembre, y ese objetivo se ha cumplido. Así, el desembolso de u$s3.800 millones que acaba de anunciar el FMI responde a ese giro del oficialismo, y habrá de permitir pasar a un nivel de reservas netas del orden de los u$s5.000 millones a mediados de este mes.

Otra cosa son los costos en los que se ha incurrido para lograr estos objetivos, ya que se tuvo que endurecer abruptamente la política fiscal y monetaria, con marcada desaceleración en los indicadores de actividad económica.

Los diferentes tipos de dólar que surgen por el mayor cepo cambiario generan más desfasajes
Los diferentes tipos de dólar que surgen por el mayor cepo cambiario generan más desfasajes y presión en el mercado libre.

-¿Y qué impacto tienen las medidas que estuvo tomando el Gobierno en los últimos días respecto al dólar?

-Recomponer las reservas a través del "dólar soja" es un mecanismo que ha implicado que, por cada dólar neto acumulado, se hayan tenido que emitir nada menos que 230 pesos. Por eso, el Banco Central tuvo que retirar liquidez del mercado por nada menos que $1,4 millón de millones en septiembre.

Entonces, desde junio en adelante, todas las medidas que se han adoptado han derivado en un acelerado aumento del endeudamiento del Banco Central (Leliq). A tal punto que en los papeles de trabajo del staff del FMI se asume que los pasivos remunerados del BCRA estarán llegando este año a un stock equivalente a 11,9% del PBI, con un costo cuasifiscal (intereses) de 4,2% del PBI.

-Hace unas semanas está calmo el tipo de cambio pero ya pasó la temporada alta de liquidación del campo, ¿qué puede ocurrir con el precio del dólar en los últimos meses del año?

-Hay que ver cómo queda organizado el mercado cambiario con las nuevas segmentaciones anunciadas para el dólar, en especial para turismo y espectáculos, entre otros. Hay diversas operaciones en las que el Banco Central es vendedor neto de divisas, en forma recurrente.

Es decir, si todas las transacciones se pasaran a "ventanillas especiales", por fuera del tipo de cambio oficial, entonces el Central tendría un alivio de corto plazo por el lado de las reservas, pero un problema estructural de muy elevada brecha cambiaria, en la medida en que la demanda de dólares para esas operaciones termine desplazándose al segmento libre.

Pero más allá de la morfología del mercado cambiario, los "dólares libres" son los que mejor reflejan la existencia de desequilibrios monetarios, y es por esa razón que la brecha cambiaria del actual cepo, que arrancó a fin de 2019, es prácticamente el doble de la brecha promedio de la experiencia original, la que tuvo vigencia entre fin de 2011 y fin de 2015.

-¿Cómo impactan estos múltiples dólares en las cuentas del Estado?

-En el corto plazo, se está controlando el ritmo de variación de la base monetaria, en un andarivel del 50% interanual (35 puntos porcentuales por debajo de la inflación), lo cual tiende a mantener acotada la brecha cambiaria. Sin embargo, fuera del cortísimo plazo, importan las presiones subyacentes, que más bien se expresan en la llamada "Base monetaria amplia", que incluye los pasivos remunerados del Central (Leliq).

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El "dólar soja" implicó un costo de endeudamiento en pesos importante para el Banco Central.

Esta variable se expande a ritmo creciente, con una variación de 79% interanual, según los últimos datos. Además, de aquí a fin de año, lo que podemos esperar es que se acelere la emisión de pesos para financiar de modo directo e indirecto el déficit fiscal, que en diciembre será el pico). A ello se le agrega que el superávit comercial prácticamente se ha esfumado, al tiempo que las demoras en los pagos de importaciones han hecho trepar la deuda del financiamiento del comercio exterior a unos u$s10.000 millones.

En resumidas cuentas, las últimas medidas destinadas a encarecer el tipo de cambio oficial para ciertos consumos y gastos en el exterior no alcanzan para revertir el déficit en el segmento de servicios, dólar ahorro y pagos netos de compromisos financieros. Habrá que ver si los anuncios se limitan a lo ya conocido.

-Mencionaba la amplia brecha cambiaria que existe entre el oficial y los dólares libres: ¿Puede llegar a controlarse?

-En los últimos dos o tres meses la brecha se redujo, pero básicamente por el mayor torniquete monetario. Desde mediados de noviembre hasta fin de año esas condiciones financieras se habrán de relajar, ya que el Tesoro necesitará pesos que sólo pueden venir de la emisión.

Por otra parte, hay un "núcleo duro" de la brecha que no se habrá de reducir mientras no se ajuste el tipo de cambio oficial.

Además, el superávit de la balanza comercial se extinguió tras el septiembre del dólar soja. Hay que recordar que el año pasado hubo un saldo positivo del comercio exterior de bienes de u$s14.700 millones, y que en los 12 meses de este año ese guarismo será inferior a u$s6.000 millones, pese al aumento de u$s7.000 millones de las exportaciones agroindustriales.

El tema es que el tipo de cambio oficial actual, cercano a los $150 por dólar, se compara con un tipo de cambio de $192, a valores de hoy, considerando el arranque de 2021. En síntesis, la aceleración de la inflación ha atrasado en forma significativa el tipo de cambio real, y esto se nota en el deterioro de las variables del sector externo.

Para Vasconcelos del IERAL, no será posible mantener el nivel de las reservas netas del orden de los u$s5.000 millones
Según Vasconcelos del IERAL, no será posible para el BCRA mantener el nivel de las reservas netas del orden de los u$s5.000 millones.

-El bajo nivel de reservas se encuentra en la mira, en medio de las gestiones oficiales de Sergio Massa con organismos internacionales para poder engrosarlo. ¿Puede haber una recuperación?

-Entiendo que, bajo las actuales condiciones, no será posible mantener el nivel de las reservas netas del orden de los u$s5.000 millones que alcanzamos a mediados de este mes. Entonces, habrá un ingreso neto originado en los organismos internacionales, pero es difícil que supere los mil millones de dólares en este cuarto trimestre. No parece suficiente para compensar las filtraciones de la operatoria con el sector privado, que puede esperarse entre octubre y diciembre.

-La inflación parece no ceder y supera todos los registros esperados, ¿qué perspectivas tiene para el resto del año?

-Suponiendo que se registre un promedio mensual de 6,5% en el bimestre septiembre-octubre, ya estaremos de todos modos con una inflación del 90% en el acumulado de 12 meses. En esto influye lo que ya mencioné del desborde monetario que reflejan variables, que incluye la explosión de la deuda remunerada del BCRA (Leliq), a lo que se agrega un fenómeno más reciente de acortamiento de los plazos de los contratos y una indexación generalizada.

El tema es que las tarifas y el tipo de cambio se han atrasado todavía más en el último período y, para mejorar las cuentas fiscales y el sector externo, esas dos  variables tienen que recuperar terreno perdido.

Entonces, es cierto que el FMI en su último reporte pareció avalar al Gobierno con un supuesto de inflación punta a punta de 60% para 2023, pero no hay que olvidar que, sin ruborizarse, en ese mismo informe cambió sus números de inflación correspondientes a 2022, pasando del 57% al 95%.

-En base a todo este diagnóstico tan complejo, ¿cómo puede el Gobierno controlar esta situación?

-El deterioro es tan significativo y el efecto de las medidas que se adoptan es tan efímero, que estamos predispuestos a suponer que el Gobierno tiene "cartas para mostrar" en el futuro cercano, que no habrá de resignarse a navegar esta situación apostando al "statu quo" para los 13 meses que restan hasta el traspaso presidencial.

Sin embargo, para no ilusionarse con medidas cosméticas, hay que advertir que la economía no podrá estabilizarse sin un profundo ajuste fiscal y una canalización del crédito bancario a favor del sector privado, en lugar del abultado financiamiento del Tesoro que se realiza a través del sistema financiero.

-¿En qué áreas se puede continuar con el ajuste fiscal?

-El ajuste fiscal no puede recaer sólo en un ítem del Presupuesto, tiene que abarcar la cuestión de los subsidios a los servicios públicos, la superposición de gastos entre Nación y las provincias en políticas sociales, el exceso de gasto corriente, en la Nación, pero, sobre todo, en provincias y municipios, el insustentable déficit de las empresas públicas, entre tantos ejemplos.

En resumen, suele decirse que eliminando los subsidios se lleva el déficit a cero. Pero se olvida que hay que ir por metas mucho más ambiciosas, ya que también debe generarse espacio a un recorte de los impuestos más distorsivos, por lo menos en una primera etapa.-