El BCRA acumula reservas pero hay alerta en el mercado ante una inminente mayor escasez de dólares
El Banco Central registró este viernes 13 de enero un saldo neto comprador de u$s200 millones en el mercado cambiario oficial. Este es el mayor volumen adquirido en lo que va de este año y desde que finalizó el esquema del dólar soja 2.
De esta manera, la entidad monetaria acumula en las dos primeras semanas de 2023 un monto de compras netas por u$s281 millones.
La mayor compra de dólares del año del BCRA ocurrió mientras, en el mercado informal, el blue daba un salto que lo llevó a cotizar en $370.
En este terreno, los economistas no ven probable un salto brusco del dólar oficial al ser un año electoral, pero sí auguran mayor cepo, vía restricciones a las importaciones, y nuevos tipos de cambio diferencial.
Para la mayoría de los analistas, habrá un dólar soja 3 que permita acumular reservas en un escenario de escasez de divisas por el impacto de la sequía y de exceso de pesos por la gran emisión monetaria de diciembre, que podría empezar a meter presión sobre los dólares paralelos, sobre todo a partir de febrero, cuando empieza a caer la demanda de dinero.
Además, los analistas advierten que prontó habrá mayores presiones sobre las reservas por pagos a bonistas de deuda en dólares y al FMI.
El lunes 9 de enero el Gobierno pagó u$s1.018 millones de cupones de intereses de bonos de la deuda en dólares a acreedores privados.
Ese día también canceló un vencimiento con el FMI por u$s1.248 millones, pero en lo que resta del mes hay dos pagos más al organismo internacional: uno el 16 de enero por u$s624 millones y otro el 30 de enero por u$s656 millones.
A eso se suma el impacto de la sequía que derivará en menor liquidación del agro. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires esta semana proyectó que las exportaciones de las cinco principales cadenas granarias afectadas por la sequía podrían caer entre un 21% y el 33% respecto a las campaña 2021/22, equivalentes a mermas en ingresos de entre u$s 9.226 y s$s 14.115 millones.
Ante ese panorama, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go aseguró que "las reservas van a caer fuerte en los próximos dos meses", por lo que estimó que el BCRA "va a perder unos u$s80 millones diarios en el MULC" en ese lapso, "lo cual también puede generar ruido en los dólares financieros".
Los analistas de PPI también esperan en el corto plazo "las ventas (del BCRA) llegarán ante una liquidación del agro que seguirá en mínimos hasta abril". Emiliano Anselmi, analista de PPI, calculó que el BCRA venderá unos "u$s1.000 millones por mes durante enero-marzo, con lo que podría perder de las reservas netas entre u$s4.000 y u$s5.000 millones en el verano".
Dólares del BCRA: una meta desafiante para este año
La meta de reservas comprometida con el FMI para 2023 es sumar u$s4.000 millones, de los cuales u$s500 millones se deberán acumular en el primer trimestre del año.
Un análisis de Aurum Valores planteó que "la capacidad de acumulación de divisas del BCRA luce extremadamente desafiante", dado que "la sequía que ya hizo estragos en la producción de la cosecha fina amenaza con seguir afectando la producción de la cosecha gruesa".
Al respecto, Jeremías Morlandi, director de Políticas Públicas del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI), indicó que "en el caso del trigo, ya hay 640 mil hectáreas perdidas, en la región núcleo se perdió el 40% del maíz temprano y casi el 40% de la soja sembrada está en malas condiciones por las altas temperaturas y la falta de lluvias".
"Los rindes de la soja sembrada están entre el 50 y el 60 por ciento abajo de los números históricos. En 2022, el agro liquidó más de u$s40.000 millones. En 2023, vamos a estar en u$s30.000 millones si tenemos suerte", proyectó.
Dólar: ¿se viene más cepo y nuevos tipos de cambio?
Ante ese panorama, la consultora LCG planteó: "No vemos probable que el Gobierno decida avanzar voluntariamente en una corrección abrupta del tipo de cambio oficial, menos aún en medio de la campaña electoral, y entendemos que el dilema entre devaluar o restringir las compras externas volverá a ser saldado vía mayores/nuevas restricciones y con la política de múltiples tipos de cambio".
Menescaldi coincidió que "la meta de acumular u$s500 millones para el primer trimestre va a ser difícil. Habrá que ver qué conejo saca de la galera el Gobierno, o si restringe muy fuerte las importaciones, porque no quieren devaluar".
De igual diagnóstico, la consultora FMyA señaló que "la oferta de dólares del agro hasta abril es baja estacionalmente, sumado a lo adelantado por dólar soja, y el BCRA tiene que cumplir la meta del FMI de u$s7.700 millones en marzo de 2023, con los u$s7.700 millones de reservas netas de hoy", por lo que "seguramente se tendrá que optar por más cepo".
"Desde enero terminó el dólar soja y el BCRA está cuidando reservas. Las empresas siguen con problemas para importar, y así seguirán. Se vienen tres meses donde las importaciones estarán más limitadas", auguró.
Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas sostuvo que "una devaluación con el actual nivel de reservas y desequilibrios monetarios sería desastroso", con lo cual también cree que el Gobierno, "probablemente, trate de estimular ingreso de divisas con algún tipo de cambio diferencial" y especuló que podría ser "para la industria energética".
Anselmi concordó que el Gobierno buscará evitar un salto discreto del dólar oficial y se va a inclinar a restringir más las importaciones. Se resentirá la actividad pero una devaluación es lo último que van a hacer".
Asimismo, Tobías Pejkovich, economista de Facimex Valores, cree que "el equipo económico intentará implementar otros esquemas de tipos de cambio diferenciales" y resaltó que "hay que tener en cuenta que hasta ahora se implementaron en el último mes de cada trimestre, es decir, en los períodos relevantes para las meta" con el FMI.
Por su parte, en Aurum Valores evaluaron que "otras fuentes adicionales de ingreso de divisas podrían provenir de nuevas versiones de tipos de cambio diferenciales" pero "el problema es que otros productos de exportación que podrían ayudar a conseguir ingresos importantes tienen más impacto sobre la ‘mesa de los argentinos" con efectos indeseados en precios". Y enfatizó que "estos serían los casos, por ejemplo, del lanzamiento de un ‘dólar maíz’ y un ‘dólar carne’", enfatizó.
¿Habrá un "dólar soja 3"?
Frente al escenario complejo para las reservas, los economistas concuerdan que lo más factible es que haya un dólar soja 3, probablemente entre abril y mayo, para aprovechar el flujo de la cosecha gruesa.
En este sentido, Salvador Vitelli, especialista en finanzas y agronegocios, alegó que "como el productor ya vio que cuando las papas queman el Gobierno ofrece un tipo de cambio más competitivo para poder captar los dólares que necesita, va a tratar de liquidar solo lo indispensable para cubrir sus gastos y, luego, va a esperar a que haya un dólar más atractivo que el oficial que se encuentra atrasado".
En sintonía, Morlandi destacó que "con el dólar soja rompieron los incentivos que tiene el agro en general para liquidar; el juego ahora consistirá en aguantar y no liquidar más de lo necesario y presionar para conseguir un tipo de cambio especial".
Vitelli alegó que "aunque se ha hablado de otro tipo de cambios diferenciados para otros sectores, la realidad es que no hay complejo exportador que pueda ofrecer la liquidez y la cuantía de dólares del agro", por lo cual opinó que "van a seguir" con ese esquema diferenciado para el sector". El especialista especuló que esa medida la implementarán "entrada la cosecha gruesa para fomentar la liquidación cuando más oferta de divisas hay".
Con el mismo diagnóstico, Anselmi señaló que "probablemente para la cosecha gruesa tenga que ofrecer algo, imagino que van a esperar si por la misma estacionalidad el agro empieza a liquidar, y si ven que el campo retiene mucho, seguramente ofrecerán un dólar soja 3 en mayo".
Para la economista Natalia Motyl, "los dólares que aportó el dólar soja 2 se les van agotar para marzo, con lo cual es probable que recurran al dólar soja 3 para lograr una mayor recaudación en una época donde lo necesitarán para pasar el año electoral". El economista Federico Glustein coincidió "que puede ser una medida electoralista, para estar tranquilos antes de las PASO" y especula también podría haber un tipo de cambio para "economías regionales, sobre todo para el vino, que fue afectado por las heladas tardías".