Una vez más Elon Musk es noticia. Esta vez no por sus compras de compañías, ganancias o pérdidas de su fortuna personal, sino por un fallo de un tribunal federal de San Francisco que lo ha absuelto este viernes de una demanda colectiva impulsada por un grupo de inversores de Tesla que lo acusaba de fraude bursátil.

La presunta comisión de un delito de esta naturaleza estuvo relacionada con sus mensajes publicados en Twitter en 2018, en los cuales afirmó contar con los fondos necesarios para sacar a la empresa de la bolsa, algo que nunca se concretó.

"Estoy considerando sacar a Tesla de la Bolsa a 420 dólares. Financiación asegurada", publicó Musk en Twitter, dos años antes de convertirse en el consejero delegado de la red social del pajarito.

"El apoyo de los inversores está confirmado. La única razón por la que no es seguro es porque depende del voto de los accionistas", agregó más tarde.

El veredicto de los nueve miembros del jurado se alcanzó después de menos de dos horas de deliberación tras un juicio de tres semanas, y representa una sólida reivindicación para Musk, que estuvo ocho horas en el estrado de los testigos defendiendo sus motivos sobre los tuits de agosto de 2018 que estuvieron en el centro del juicio.

 

Musk, de 51 años, no estuvo presente en la breve lectura del veredicto aunque había hecho una sorpresiva aparición antes durante los argumentos de cierre que proyectaron una imagen totalmente distinta de él.

Según comentó oportunamente Bloomberg, los accionistas de Tesla le iniciaron una demanda conjunta tanto a Musk, Tesla como al consejo de administración de la empresa por los mensajes, argumentando que dicha financiación no estaba asegurada y aludiendo además a las pérdidas comerciales ocasionadas debido a las fluctuaciones de las acciones de Tesla tras los tuits.

El abogado de Musk, Alex Spiro, afirmó que los mensajes en Twitter de Musk eran "técnicamente inexactos". "Que sea un mal tuit no lo convierte en un fraude", agregó.

El empresario alegó durante el juicio que tenía el objetivo de conseguir financiación para una supuesta salida de la Bolsa de Tesla gracias al Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí y que, por tanto, sus mensajes en Twitter pretendían informar a los inversores de sus intenciones.

Por su parte, el abogado de los inversores, Nicholas Porrit, argumentó que Musk no pudo haber tenido un acuerdo firme, pues solo habría tenido una reunión de 45 minutos con el líder del fondo saudí, Yasir al Rumayyan, en una fábrica de Tesla el 31 de julio de 2018 y no existía ninguna documentación escrita.

 

En caso de haber perdido el juicio, la integridad de Musk hubiese estado seriamente dañada, así como parte de una fortuna que lo ha convertido en una de las personas más ricas del mundo.

Si el jurado lo hubiera declarado responsable de los tuits de 2018, que ya habían sido considerados falsos por el juez que presidía el juicio, podría haberse enfrentado a una factura de miles de millones de dólares por daños y perjuicios.

Una vez conocido el fallo, las acciones de la compañía insignia de Musk, Tesla, mostraron una fuerte suba, del orden del 1,5%, por lo que en lo que va del año acumulan una suba de más del 50%. No obstante, cabe recordar que en 2022 la acción sufrió una importante baja.