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Crudo diagnóstico de economista sobre el dólar y la actividad para este año

El Gobierno tiene diversos desafíos con el dólar e inflación, para ello iProfesional habló con Martin Kalos, economista y director de EPyCA Consultores
24/02/2023 - 19:52hs
Crudo diagnóstico de economista sobre el dólar y la actividad para este año

Las señales de la economía muestran cierta estabilización de las variables, hecho que los expertos enfatizan que el Gobierno logra sostener de la mano de un cepo cambiario que genera un duro control al intercambio comercial y que regula el precio del dólar oficial. A pesar de ello, se generan interrogantes e incertezas en pleno año electoral.

Para analizar este panorama, iProfesional habló con Martin Kalos, economista y director de EPyCA Consultores, que sentencia: "Lamentablemente, estamos estancados en todo sentido de forma clara".

-Con una inflación que parece haberse reavivado en febrero, ¿cuál es su diagnóstico de la economía?

-Por suerte en el 2023 estamos en una situación de estabilización tras muchos años de crisis e intentos de salidas de las mismas con sus bemoles. Pero esta estabilización obedece, en gran medida y en términos nominales, a que se continúe implementando un cepo cambiario muy fuerte que hace que no estén presentes un montón de alternativas de salidas de flujos financieros, como por ejemplo la compra de dólares para la población general y para las empresas.

 Es decir, quizás el logro del Gobierno de Alberto Fernández es que estabilizó el tipo de cambio oficial y frenó las devaluaciones bruscas en estos tres años. De hecho, lo manejó como quiso al dólar oficial, pero esto fue por el cepo.

También la estabilización actual de la economía responde a las intervenciones que el Gobierno ha tenido en el mercado de bonos, y ahí está el proceso de recompra de títulos, algo que además puede ser muy buen negocio financiero para el Estado. A su vez, le aporta como iniciativa política, pero esto se da en un marco de una economía que ha tendido a amesetarse en todos los sentidos.

-¿En qué sentido nota este estancamiento?

-Por ejemplo, la inflación se prevé hace bastante tiempo en 100% anual, al igual que no hubo cambios sustanciales en los niveles esperados de actividad, empleo, desempleo, pobreza, salario real e importaciones, porque no hay más dólares disponibles. Lamentablemente, estamos estancados de forma clara.

Las medidas del Gobierno como el dólar soja y la venta de bonos, intenta mantener un complejo equilibrio en un momento de escasez de dólares.
Las medidas del Gobierno como el dólar soja y la venta de bonos, intenta mantener un complejo equilibrio en un momento de escasez de dólares.

Esto no quita que pueda haber un crecimiento leve a lo largo de este año, porque quizás hay un rebote porque los controles cambiarios pueden seguir incentivando las reinversiones de utilidades.

La sequía también impone un límite porque se exportará menos, y eso incide en frenar importaciones y a la actividad industrial. Entonces, se configura un mapa donde la palabra amesetamiento está en todos lados, con estancamiento económico. El desafío es reanimar la economía que está empezando a "quedarse".

-El precio del dólar tuvo un salto en la plaza libre hace unas semanas, ¿qué puede ocurrir en el corto y mediano plazo?

-El tipo de cambio siempre es una variable que en un año electoral hay que seguir de cerca, donde podemos mirar el pasado y ver que siempre los años en los que hay elecciones se tiende a atrasar en términos reales el dólar oficial, porque eso aumenta el poder adquisitivo de los hogares y favorece las chances electorales del Gobierno de turno.

Aunque también en este tipo de períodos hay mayores cimbronazos en los precios de los dólares paralelos, porque a medida que van clarificándose las chances de cada candidato y coalición política, hay gente que toma resguardos con el dólar ante las posibles políticas que tome cada uno de ellos en caso de ganar las elecciones.

En resumen, con los controles cambiarios la demanda de los dólares se traslada a los tipos de cambio paralelos.

Y este año se abre una ventana de duda con el dólar paralelo por el mecanismo de recompra de deuda que anunció el Ministro de Economía, Sergio Massa, porque ese mecanismo interviene en las cotizaciones de los bonos que tienen directa implicancia en el valor de los billetes libres.

La cantidad de dólares que aporte una cosecha gruesa afectada por la sequía incidirá en las medidas que tome el Gobierno
La cantidad de dólares que aporte una cosecha gruesa afectada por la sequía incidirá en las medidas cambiarias que tome el Gobierno.

-¿Qué posibilidades abre este mecanismo para controlar al dólar?

-Es que ese mecanismo de recompra no tiene fecha de cierre, o fecha límite, por lo que podría seguir operando, en la medida que se le consiga financiamiento, como podría ser un REPO de bancos privados. Y así, podría seguir estabilizando a los dólares paralelos. Entonces esto le pone un límite a la brecha cambiaria y a la zozobra en los próximos meses.

Pero repito, esto se puede dar en caso que el Gobierno tenga financiamiento y se aplique de manera razonable. De no ser así, obviamente podemos estar en un proceso de volatilidad financiera, como ya hemos tenido en otros momentos electorales, tal como pasó en 2019.

-Al respecto, en un marco de bajo volumen de ingreso de dólares, ¿qué puede pasar con las reservas?

-Uno de los méritos de Massa en estos meses de gestión ha sido encontrar dos mecanismos para engrosar reservas, uno de los cuales es el de los créditos de los organismos multilaterales de crédito, como el BID, que ha dado más de la mitad de los préstamos que se han conseguido. Y el otro instrumento fue el "dólar soja", que sí tiene más problemas para pensarlo como una política de mediano plazo porque, por un lado, introduce un incentivo a esperar a que se introduzca un nuevo dólar soja y no se exporte en el ínterin hasta que este incentivo reaparezca.

Pero, además, genera inconvenientes porque este incentivo cambiario le brinda mayor ganancia a un sector, como es el campo, que tiene una productividad alta, comparada con otros sectores de la economía. Más allá que el precio de la soja no interviene localmente porque no hay mucho consumo de soja de forma doméstica.

Entonces, en ese esquema general de cosas, se puede pensar que el Gobierno, seguramente, no le quiera dar tanta previsibilidad al campo de que, por ejemplo, cada 3 meses haga un nuevo dólar soja.

Y además el esquema de acumulación de reservas para marzo es bastante poco exigente, porque sólo requiere acumular u$s500 millones más de lo que había en 2022, según lo acordado con el FMI.

La meta del Gobierno de acumulación de reservas comprometida con el FMI parece accesible,
La meta del Gobierno de acumulación de reservas comprometida con el FMI parece accesible, pero la falta de dólares genera dudas.

-¿Y qué problema se presenta con ello?

-El tema es que con la salida de dólares que hubo en las últimas semanas de las reservas del BCRA, ya ese objetivo que parecía accesible de forma trimestral, ahora no parece tan asegurado. Por lo que sería una mala señal si no se llegara a cumplir, como también si se llegara a tomar alguna medida de último minuto para intentar llegar a esa meta.

Un ejemplo de ello es cuando a fines de junio del año pasado el entonces ex ministro de Economía, Martín Guzmán, demoró el pago de las importaciones para poder acumular reservas.

En todas estas medidas posibles hay que ver lo que se necesita para poder cumplir con la meta del FMI poco exigente de marzo, pero sí saber que después dependerá qué saldo exportable habrá de la cosecha gruesa de marzo hasta junio. Y ahí se verá si se necesita un nuevo "dólar soja" en junio o si se puede "patear" hasta septiembre o diciembre.

Lo clave es que hay que acumular reservas este año, justamente, por la estabilización macroeconómica y el cumplimiento de las metas con FMI, y eso le cuesta al Gobierno más de la cuenta en términos de la dinámica  cambiaria, algo que habla del nivel de apreciación que se percibe en el tipo de cambio oficial.