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La Inteligencia Artificial dio su veredicto sobre las cuasimonedas y no es nada alentador

La decisión del Gobierno de La Rioja de emitir una cuasimoneda no hace otra cosa que reeditar lo sucedido en 2001. Impacto en la vida cotidiana
03/02/2024 - 09:00hs
La Inteligencia Artificial dio su veredicto sobre las cuasimonedas y no es nada alentador

"No hay plata" puede tener muchos significados según del lado que se lo mire y también consecuencias de diferente magnitud. En el caso del Estado nacional y de las provincias, la consecuencia inmediata es tomar el camino del ajuste del gasto, lo cual siempre es doloroso, pues implica una serie de medidas con elevado costo social o por el contrario, avanzar "por la colectora", con todo lo que ello implica.

Este es atajo que decidió tomar el gobierno de La Rioja, ya que, a instancias de su gobernador, la Legislatura provincial dio un paso significativo al aprobar el proyecto de creación de una cuasimoneda. La propuesta introduce el "Bono de Cancelación de Deuda" (BOCADE), coloquialmente denominado "El Chacho" en honor al célebre caudillo Ángel Vicente Peñaloza.

Este instrumento financiero surge como una estrategia para afrontar los compromisos económicos del ejecutivo provincial en un período marcado por restricciones fiscales y desafíos monetarios. Para entender mejor de que se trata, lo mejor es analizar como funcionan como alternativa de liquidez en crisis económicas y qué riesgos conllevan.

En rigor de verdad, las cuasimonedas son instrumentos financieros que se utilizan como sustitutos temporales del dinero oficial en situaciones de crisis económica o escasez de liquidez.

Aunque no son monedas legales emitidas por el Banco Central, funcionan como medio de pago y suelen ser aceptadas dentro de una región o comunidad específica. En la práctica, estos instrumentos pueden tomar varias formas, como bonos, vales o cheques, y generalmente son emitidos por gobiernos locales o regionales.

La Rioja
La Legislatura de La Rioja dio un paso significativo al aprobar el proyecto de creación de una cuasimoneda.

Las cuasimonedas no cumplen todas las funciones de la economía, básicamente porque no sirven como reserva de valor. Transaccionalmente van a poder circular solamente en la provincia de La Rioja porque a diferencia de otras emisiones de cuasimonedas, que contaban con el rescate a nivel nacional, es decir, se cambiaba por la moneda argentina esa emisión provincial; el Presidente de la Nación adelantó que no van a tener rescate .

El uso de cuasimonedas surge generalmente en contextos donde la moneda oficial escasea o pierde valor rápidamente debido a la inflación o crisis financieras. Ante esta situación, lo que intenta el emisor es que estos instrumentos ayudan a mantener la actividad económica al permitir transacciones cuando el dinero convencional no está disponible o es poco práctico.

Sin embargo, las cuasimonedas no están exentas de riesgos, ya que pueden generar problemas de confianza en el sistema monetario, afectar la política fiscal y monetaria del país, y, si no se gestionan adecuadamente, pueden contribuir a la inestabilidad económica.

Los peligros de las cuasimonedas, según la inteligencia artificial 

Las cuasimonedas, aunque pueden ser herramientas útiles para el Gobierno que las emite en tiempos de crisis económica, conllevan varios riesgos y peligros tanto para la economía como para la sociedad. Algunos de los principales peligros incluyen:

1. Inflación: Las cuasimonedas pueden exacerbar los problemas de inflación. Dado que su emisión no está regulada como la de la moneda oficial, su uso excesivo puede aumentar la cantidad de dinero en circulación, reduciendo el valor de la moneda y aumentando los precios.

2. Desconfianza en la Moneda Oficial: La emisión de cuasimonedas puede minar la confianza en la moneda oficial del país. Esto puede llevar a una mayor preferencia por monedas extranjeras (dolarización de la economía), afectando la estabilidad monetaria y financiera.

3. Problemas de Aceptación: Las cuasimonedas pueden no ser aceptadas universalmente dentro de una economía, lo que limita su utilidad como medio de intercambio. Esto puede llevar a una segmentación del mercado y problemas en la realización de transacciones comerciales.

4. Complejidad y Costos de Transacción: La existencia de múltiples cuasimonedas puede complicar las transacciones, aumentando los costos y la confusión para empresas y consumidores. Esto puede afectar especialmente a las pequeñas empresas y a las personas con menor acceso a la información y recursos.

5. Desigualdades Regionales: Dado que las cuasimonedas suelen ser emitidas por gobiernos locales o regionales, pueden surgir desigualdades entre diferentes regiones en términos de acceso a recursos y estabilidad económica.

6. Desafíos en la Política Económica: Las cuasimonedas pueden interferir con las políticas monetarias y fiscales del gobierno central, complicando los esfuerzos para controlar la inflación y promover la estabilidad económica.

7. Riesgo de Incumplimiento: Al ser sustitutos temporales del dinero, las cuasimonedas pueden estar sujetas a riesgos de incumplimiento, especialmente si la entidad emisora enfrenta problemas financieros.

8. Impacto en la Confianza Inversora: La emisión de cuasimonedas puede ser vista como una señal de inestabilidad económica por los inversores, lo que podría disuadir la inversión extranjera y nacional, afectando negativamente el crecimiento económico.

La experiencia de 2001 

La profunda crisis económica que afectó al pais ese año estuvo caracterizada por una recesión severa, deuda pública elevada y una fuga masiva de capitales. Esto llevó al gobierno a restringir las extracciones de dinero de los bancos, un evento conocido como el "corralito". En este contexto, la escasez de efectivo y la desconfianza en la moneda nacional, el peso argentino, se agravaron. Como respuesta, varias provincias argentinas comenzaron a emitir sus propias cuasimonedas.

Estos instrumentos, aunque no eran moneda oficial, funcionaron como medios de pago alternativos. Las cuasimonedas más conocidas incluyeron el "Patacón" en Buenos Aires, el "Lecop" a nivel nacional, el "Quebracho" en Chaco, entre otros. Eran aceptadas para pagar impuestos, servicios y, en muchos casos, salarios de empleados públicos.

Estas cuasimonedas ayudaron a aliviar temporalmente la escasez de efectivo, permitiendo cierto nivel de actividad económica. Sin embargo, también generaron complicaciones. No todas las cuasimonedas tenían el mismo valor o eran aceptadas en todas partes, lo que creó confusión y desigualdades. Además, aumentaron el temor a una mayor inflación y desconfianza en la estabilidad económica del país.

Para María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, es esperable que los trabajadores de aquellas provincias que emitan sus propios bonos y que reciban su paga en esa especie, tendrán una caída en sus ingresos reales, pues la historia indica que su relación con el peso se va degradando con el paso del tiempo.

Esto se explica a partir de la "Ley de Gresham", la cual supone que frente a la circulación de dos monedas, los consumidores optarán por aquella considerada "buena" (en este caso, el peso argentino), mientras buscan desprenderse de aquella considerada "menos buena" (la cuasimoneda provincial).

Frente a la depreciación que puedan sufrir en el mercado estas cuasimonedas, se podría generar un descontrol excesivo en los flujos de dinero de esta que, a largo plazo, suponga un pedido de rescate al gobierno nacional que, a diferencia de 2003, ya aseguró que no dará.

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