Cuándo el precio del dólar puede volver a subir, según economista

Para analizar qué puede pasar con el precio del dólar e inflación, iProfesional habló con Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra
15/05/2024 - 15:58hs
Cuándo el precio del dólar puede volver a subir, según economista

La calma en el precio del dólar que se observó en el primer cuatrimestre del año puede empezar a correr peligro, a causa que analistas prevén que la brecha cambiaria se ampliará por la mayor demanda de importadores y por un mayor atraso en el tipo de cambio.

De esta manera, en la segunda mitad de año se deberá pagar deuda en moneda estadounidense comprometida con organismos internacionales y además finalizará el ingreso de divisas por la liquidación de la cosecha gruesa, por lo que el precio del dólar puede volver a tomar impulso, según indica a iProfesional Lorenzo Sigaut Gravina, economistas y director análisis macroeconómico en la consultora Equilibra, en una entrevista.

Al respecto, habla del impacto que están teniendo las medidas del Gobierno, de la inflación para los próximos meses e indica qué se necesita para poder salir del cepo cambiario.

-¿Cómo considera el balance de las medidas económicas del Gobierno en estos 5 meses de gestión?

-El Gobierno implementó una terapia de shock (cambiario, fiscal y monetario) para atacar los desequilibrios macroeconómicos heredados con importantes avances en materia fiscal, ya que hubo superávit financiero en el primer trimestre. Y también hay progreso en el frente externo, debido a que las reservas netas dejaron el terreno negativo y ayudaron a derrumbar la brecha y el riesgo país.

Entonces, los superávits gemelos (fiscal y externo) junto con el ancla cambiaria, donde el tipo de cambio oficial se mueve sólo al 2% mensual desde fines del año pasado, y la no homologación de paritarias con aumentos elevados, permitieron una desinflación más rápida de lo previsto, llevando la suba de precios nuevamente al dígito mensual en abril.

Más aún, para tratar de bajar la inflación a 5% en mayo, el Ejecutivo postergó aumentos de precios regulados previstos. Es decir, se pospuso del impuesto a los combustibles; se limitó aumentos de prepagas a la inflación acumulada en la era Milei; se morigeraron los aumentos del transporte público; y se suspendieron aumentos de tarifas energéticas. 

La postergación de la corrección tarifaria abulta especialmente los subsidios energéticos, o las facturas impagas de las empresas del sector, por el aumento estacional del costo de la generación de gas y electricidad durante la temporada invernal.

Además, el costo de la corrección de los desequilibrios macroeconómicos y la rápida desinflación fue mayor al esperado en términos de actividad/empleo y de pérdida de ingresos reales de los hogares, me refiero a salario, jubilaciones y asignaciones sociales, lo cual eleva la incidencia de la pobreza a la mitad de los argentinos. Esta puede ser la causa por la cual en los últimos meses el Ejecutivo pospuso aumentos pautados de tarifas de servicio públicos y acotó subas de precios de Prepagas.

Pese a semejante deterioro de los indicadores socioeconómicos, la imagen positiva del Presidente se mantiene elevada (50% o más), lo cual es un activo para atravesar el ajuste. Sin embargo, al Ejecutivo aún le falta musculatura política para aprobar leyes para reducir regulaciones, simplificar y modificar la estructura económica, ya que el Mega DNU está jaqueado en el Congreso y en la Justicia, donde hay varios artículos con amparos.

El economista Lorenzo Sigaut Gravina habló con iProfesional sobre precio de dólar, inflación y qué ocurrirá
El economista Lorenzo Sigaut Gravina habló con iProfesional sobre precio de dólar, inflación y qué ocurrirá en los próximos meses.

-El precio de los dólares libres se encuentra muy calmo en todo el año, ¿qué puede ocurrir con esta referencia y con el tipo de cambio oficial luego de la liquidación de la cosecha gruesa?

-El salto cambiario de inicios de la gestión Milei de $366 a $800 por dólar, redujo sustancialmente la brecha. Y el blend para la liquidación de exportaciones (80% en el MULC (plaza oficial) y 20% en el contado con liquidación) la mantuvo contenida en torno al 20%, al volcar un promedio de u$s1.350 millones por mes al mercado. Para tener una referencia, en el mes de las elecciones presidenciales, la intervención del gobierno anterior alcanzó u$s1.500 millones.

Ahora bien, para el segundo trimestre se espera una mayor liquidación por la salida de la cosecha gruesa (maíz y soja), lo cual tenderá a aumentar la oferta de divisas en ambos mercados (MULC y contado con liquidación) en el corto plazo. Sin embargo, el pago de importaciones se viene recuperando y en la segunda mitad del año se enfrentará mayores vencimientos de deuda en moneda dura, ya que vence capital de la deuda reestructurada por Martín Guzmán y la mitad del Bopreal 2.

Además, en ese momento también se eliminaría el blend para exportadores, por lo que se liquidaría el 100% de los envíos al exterior al valor del dólar oficial, lo cual tendería a presionar al alza la brecha. Por ende, el exceso de divisas observado en ambos mercados cambiarios (MULC y conta con liqui) durante la primera parte del año tendería a desaparecer en la segunda mitad de 2024, especialmente si el tipo de cambio real (TCR) continúa apreciándose por la brecha entre la tasa de inflación (dígito alto) y la depreciación del dólar oficial (2% mensual).

-El Gobierno suma reservas a diario, ¿es suficiente mantener esta inercia para poder salir del cepo?

-Acumular reservas es condición necesaria pero no suficiente. El Gobierno también está tratando de reducir los agregados monetarios para que no haya excedente de pesos que puedan ir a presionar el mercado cambiario, y así lograr una mayor reducción del riesgo país para conseguir la apertura del financiamiento externo.

Con reservas netas positivas, sin mayores excedentes de pesos y perspectivas de ingreso de capitales, aumenta considerablemente la chance de una salida exitosa de los controles cambiarios.

Hasta ahora, el paso del tiempo ha ayudado al Gobierno a acumular reservas, reducir pasivos en pesos y consolidar la baja del riesgo país, pero en la medida que el tipo de cambio real se atrase, dicha mejora no se sostendría. Más aún, es posible que comience a ensancharse la brecha, forzando un mayor salto cambiario a la hora de unificar el precio del dólar.

La inflación se encuentra a la baja y podría llegar a un dígito en abril, el problema es que también cae el poder adquisitivo de los argentinos.
La inflación se encuentra a la baja y podría llegar a un dígito en abril, el problema es que también cae el poder adquisitivo de los argentinos.

-En marzo la inflación oficial fue 11% y en abril sería del 8%, ¿qué puede suceder con el índice de precios en este escenario económico para los próximos meses?

-Todo indica que la inflación mensual volvería al dígito en abril y que podría rondar 5% en mayo, producto de la decisión de congelar oficial de congelar precios regulados mencionada. La magnitud del deterioro del poder adquisitivo y de la recesión en general está ayudando a contener la puja distributiva, debido a que acota paritarias y reduce márgenes empresariales.

Pero la tasa de inflación tendería a estabilizarse, o incluso acelerarse, cuando la economía comience a recuperarse, los ajustes de tarifas de servicios públicos pospuestos se concreten para reducir genuinamente subsidios, y el Ejecutivo busque revertir el atraso cambiario acumulado por el crawling peg al 2% mensual.

-¿Qué puede pasar en los próximos meses en la economía?

-Hay tres temas claves a seguir en los próximos meses: la sostenibilidad del ajuste fiscal; la acumulación de reservas; y el deterioro socio-económico.

Respecto del primer punto, el Ejecutivo logró con esfuerzo y convicción mostrar un superávit financiero en el primer trimestre de 2024. Pero parte importante del ajuste del gasto público nacional no será fácil de sostener en el tiempo. Lo que sucedió con el DNU de la movilidad jubilatoria es un buen ejemplo. Asimismo, para bajar genuinamente los subsidios hay que subir las tarifas de los servicios públicos (se está avanzando a eso), ya que el artilugio de no pagar, como sucedió con Cammesa y ofrecer un bono con una quita del 50% para las generadoras de electricidad y gas acreedoras del ente mixto, sienta un pésimo precedente para el sector energético.

Por último, la profundidad de la recesión y el menor dinamismo esperado de la recuperación esperada, donde no habría "V", auguran una mayor caída de los impuestos de lo estipulado por el Gobierno, lo cual complicaría la consolidación del ajuste fiscal. Será clave que cambios implementará el senado al paquete fiscal aprobado en Diputados.

En cuanto a la acumulación de reservas, si el dólar oficial sigue al 2% hasta mediados de año, el atraso cambiario se agravaría, y junto con el mayor pago de deuda en moneda dura, complicaría la acumulación de reservas tras la cosecha gruesa. Algo que tendería a ampliar la brecha cambiaria.

Por último, la pregunta del millón es cuánta tolerancia social tendrán las políticas de ajuste del Gobierno. Hasta ahora el Ejecutivo ha logrado consenso en torno a un plan de sangre sudor y lágrimas para recomponer los superávits gemelos y bajar la inflación mensual a un dígito, pero la recesión es aguda y ya se percibe pérdida de empleos registrados.

Y la recuperación no sería rápida, pues no esperamos una mejora significativa de las exportaciones, debido a que el atraso cambiario las desincentiva, ni de las inversiones (predomina el "wait & see"), ni se aguarda una recuperación del consumo, que está muy golpeado por el ajuste del gasto público y los ingresos de las familias.

En síntesis, en los próximos meses empezaremos a vislumbrar si el esfuerzo del ajuste comienza a rendir sus frutos o si la sociedad empieza a reclamarle al Gobierno soluciones.-

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