MERCADO CAMBIARIO

Los dólares financieros se recalentaron y el oficial saltó a $1.170: qué pasó con el blue

Mientras abundan los dólares no declarados, la falta de liquidez en pesos y las altas tasas ponen en jaque la recuperación del crédito y la actividad
Por Marcos Phillip
FINANZAS - 27 de Mayo, 2025

El dólar minorista cerró este martes con un incremento de diez pesos, a $1.170 en las pantallas del Banco Nación. En el circuito informal, el dólar blue se negoció con una baja de cinco pesos, a $1.165. En el ámbito financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) subió un 1,8% en $1.172, mientras que el dólar MEP avanzó un 1,4%, en $1.160.

En medio de un proceso de reconfiguración económica, expertos relevados por iProfesional analizaron el desafío central que enfrenta hoy la economía argentina: la escasez de moneda local y el intento del Gobierno por canalizar tanto pesos como dólares hacia el sistema financiero formal. Los analistas señalaron que, mientras la política monetaria se mantiene conservadora, con una marcada contención en la emisión y una demanda de dinero en recuperación, los dólares por fuera del sistema siguen representando una masa de recursos significativa, pero de difícil captación inmediata.

Los expertos comentaron que el plan oficial para captar parte del ahorro en divisas acumulado durante décadas apunta tanto a motorizar sectores clave —como el inmobiliario o el automotriz— como a robustecer la oferta de dólares en la economía. Sin embargo, advirtieron que una porción considerable de esos fondos no está en activos líquidos fácilmente volcables al sistema, lo cual limita su impacto en el corto plazo. En este sentido, los esfuerzos actuales parecen ser apenas un primer paso hacia una estrategia de largo aliento que requerirá estabilidad macroeconómica y reglas claras.

En paralelo, se observa una creciente presión sobre las tasas de interés en pesos. La demanda real de dinero crece, pero el sistema bancario ve restringida su capacidad de prestar debido a una política que busca inmovilizar pesos a través de mayores encajes. Los especialistas indicaron que, en un entorno de inflación descendente, este escenario podría derivar en tasas reales muy altas, dificultando el acceso al crédito y comprometiendo la recuperación de ciertos sectores productivos. Ante la falta de liquidez en moneda local, se apuesta al bimonetarismo como paliativo, intentando movilizar dólares para sostener la actividad.

Mientras tanto, las medidas adoptadas parecen orientarse más a ordenar las condiciones del juego que a generar un impacto inmediato. La clave para que estos recursos latentes se vuelquen al circuito formal dependerá, en última instancia, de que se consolide un entorno económico previsible, con incentivos claros y sostenidos en el tiempo, y del blindaje legislativo.

El plan para atraer los dólares fuera del sistema

En un intento por canalizar parte del ahorro argentino no bancarizado hacia la economía formal, el Gobierno lanzó recientemente el "Plan de reparación histórica de los ahorros argentinos". Desde la consultora ecómica Ecolatina analizaron los alcances y limitaciones de esta iniciativa, que busca no solo incentivar la bancarización de los fondos hoy en la informalidad, sino también dinamizar sectores clave como el automotriz o el inmobiliario.

Según explicaron sus expertos, este plan persigue un doble objetivo. Por un lado, motorizar la actividad económica utilizando los recursos hoy inmovilizados fuera del sistema financiero; por otro, aumentar la oferta de dólares genuinos dentro del circuito formal. El enfoque recuerda, en parte, al dinamismo que generó el último blanqueo, aunque las condiciones actuales presentan desafíos adicionales que podrían limitar su impacto inicial.

Para la consultora, la clave está en reducir los costos y la burocracia que enfrentan quienes buscan formalizar ahorros o transacciones. No obstante, advirtieron que la efectividad de la propuesta dependerá de la confianza que logre generar en los agentes económicos. En otras palabras, si bien la medida busca captar capitales fuera del sistema, su éxito no está garantizado en un contexto de incertidumbre y sin incentivos suficientemente potentes para repatriar o declarar dólares.

Los analistas de Ecolatina también destacaron que este tipo de iniciativas deben leerse como parte de una estrategia más amplia, que incluya reformas legales y garantías de estabilidad macroeconómica. Sin estas condiciones, resulta difícil esperar que una parte significativa del ahorro argentino acumulado en la informalidad se vuelque hacia el sistema formal en el corto plazo.

Radiografía del ahorro argentino fuera del sistema

Para entender el desafío que enfrenta el Gobierno, Ecolatina repasó los datos oficiales sobre la tenencia de dólares fuera del sistema financiero. El INDEC elabora estimaciones de los activos y pasivos de los distintos sectores con el resto del mundo, construyendo lo que se conoce como la Posición de Inversión Internacional Neta. En este marco, el Sector Privado No Financiero aparece como un actor central, con un rol acreedor que contrasta con el endeudamiento del Gobierno.

Según el análisis de la consultora, este sector cuenta con pasivos por unos u$s 228.000 millones, pero sus activos superan los u$s 400.000 millones. De este modo, se constituye como acreedor neto por más de u$s 172.000 millones, una cifra que contrasta con el saldo deudor del Gobierno general, que ronda los u$s 116.000 millones.

Desglosando los activos del Sector Privado No Financiero, Ecolatina detalló que cerca de u$s 51.500 millones corresponden a inversión directa, otros u$s 102.400 millones a inversión de cartera, y aproximadamente u$s 246.000 millones se incluyen en el rubro de "Otra inversión". Este último componente es el que suele identificarse con los dólares "debajo del colchón".

Este stock, señalaron desde la consultora, tiene una magnitud significativa: representa casi el 40% del PIB estimado para 2024, equivale a veinte veces la cantidad de billetes en pesos circulando en la economía y multiplica por nueve las reservas brutas del Banco Central. Por su tamaño, cualquier esfuerzo por captarlo podría tener un fuerte impacto económico si logra tener éxito.

¿Dónde están los dólares "debajo del colchón"?

Sin embargo, Ecolatina advierte que gran parte de este stock no se encuentra claramente identificado. Al tratarse de una estimación residual, basada en operaciones cuyos destinos no se pueden determinar con certeza, solo una fracción puede estar efectivamente en efectivo. El resto puede estar depositado en el exterior, guardado en cajas de seguridad o incluso invertido en activos no líquidos como propiedades.

Esto implica que, si bien la cifra estimada es imponente, el margen de maniobra real para movilizar estos fondos podría ser menor. Para los especialistas de la consultora, es clave entender que muchos de estos recursos no están fácilmente disponibles para ingresar al sistema financiero local, al menos no de forma inmediata.

Como ejemplo, mencionaron que parte del ahorro podría haberse canalizado hacia inversiones que hoy no son de fácil liquidación, lo que limita la posibilidad de que esos fondos se conviertan en depósitos bancarios o se utilicen para financiar sectores productivos. Además, la falta de confianza en la estabilidad del sistema desalienta una mayor bancarización.

Desde Ecolatina subrayaron que este aspecto es central para calibrar las expectativas en torno al plan oficial. Más allá de la voluntad del Gobierno de atraer estos fondos, la realidad muestra que los instrumentos para lograrlo deben ser lo suficientemente atractivos, seguros y sostenibles en el tiempo.

El antecedente del blanqueo y los límites del nuevo plan

Como antecedente relevante, Ecolatina analizó el efecto del último blanqueo. A pesar de que las estadísticas oficiales del INDEC reflejaron una caída del stock de "Otra inversión" por unos u$s 11.300 millones en 2024, los depósitos privados en dólares crecieron en casi u$s 13.000 millones en el mismo período.

Este fenómeno permitió no solo una mayor liquidez en los mercados financieros, sino también una expansión del crédito en dólares hacia sectores exportadores. Ese flujo adicional contribuyó a incrementar la oferta de divisas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), lo que facilitó al Banco Central la acumulación de reservas.

No obstante, desde la consultora advirtieron que las nuevas medidas no parecen tener la misma potencia. En lugar de apuntar específicamente a captar dólares líquidos, están más orientadas a formalizar dinero informal, sin diferenciar si se trata de pesos o moneda extranjera. Esto podría limitar su efectividad si el objetivo es recomponer las reservas del Banco Central.

Además, los analistas de Ecolatina plantearon dudas sobre la predisposición de los agentes a volver a ingresar dólares al sistema, especialmente luego de un blanqueo reciente. En ausencia de incentivos más potentes, parece poco probable que el grueso del ahorro informal se vuelque nuevamente al circuito formal.

Por eso, desde la consultora consideran que las acciones actuales deben leerse más como un primer paso en un camino más largo. Para que el ahorro argentino acumulado históricamente tenga mayor participación en la economía real, será indispensable consolidar una macroeconomía estable, sin controles cambiarios abruptos y con reglas claras y sostenibles en el tiempo.

Panorama monetario y escasez de pesos en la economía

A su turno, los especialistas de la sociedad de bolsa Mega QM analizaron los efectos de la Fase III del programa económico vigente, que se caracteriza por la flotación del tipo de cambio y un esquema de control sobre la cantidad de dinero. Este enfoque deja a la tasa de interés como una variable endógena, sujeta a los vaivenes diarios del mercado, en función de la oferta y demanda de divisas y del nivel de liquidez en la plaza financiera.

Para Mega QM, entender la evolución de la tasa de interés requiere analizar detenidamente los flujos que determinan la liquidez del sistema. En las últimas semanas, los analistas detectaron un escenario de mayor restricción monetaria, con una base monetaria que crece a un ritmo muy contenido. Esto se debe a la decisión del Banco Central de no intervenir activamente en el mercado cambiario, ni asistir al Tesoro, ni emitir para pagar intereses de sus pasivos remunerados.

En este contexto, la única fuente relevante de emisión primaria de dinero en lo que va del año ha sido el giro de utilidades del Banco Central al Tesoro por un monto cercano a los $12 billones. No obstante, desde Mega QM señalaron que el Tesoro ha administrado cuidadosamente estos fondos, utilizándolos para afrontar vencimientos de deuda cuando no logra renovar el total de sus compromisos.

A pesar de esta inyección puntual, el nivel de liquidez sigue siendo limitado. El Tesoro aún cuenta con depósitos en el BCRA por más de $10 billones, lo que equivale al 30% de la base monetaria actual. Sin embargo, advirtieron que este margen puede ser insuficiente si la demanda real de dinero continúa con su recuperación sostenida como hasta ahora.

Tensión en las tasas de interés ante un mercado más seco

Con una plaza financiera menos líquida y bancos en búsqueda de fondos frescos, los especialistas de Mega QM anticiparon una presión adicional sobre las tasas de interés en pesos. Esta dinámica puede impactar especialmente sobre las tasas activas, aquellas que los bancos cobran por otorgar crédito, en un contexto donde la inflación continúa en descenso.

El resultado de este proceso podría ser un escenario de tasas reales muy elevadas, difíciles de sostener para algunos sectores productivos. Esto podría generar un cuello de botella en la recuperación económica, ya que muchas empresas encontrarían poco atractivo endeudarse en un entorno de costos financieros elevados.

Desde la sociedad de bolsa advirtieron que, con un sistema financiero con márgenes limitados para expandir su cartera de créditos, los bancos están optando por desarmar posiciones en instrumentos del Tesoro y redirigir esos recursos hacia el financiamiento privado. Esta decisión responde a la necesidad de adaptarse a una economía donde la demanda de crédito comienza a despertar lentamente.

En este marco, la tasa de interés se convierte en una variable con mayor sensibilidad, ya que responde tanto a los movimientos del mercado como a las restricciones de liquidez impuestas por la política monetaria. Su comportamiento será clave para definir si el proceso de recuperación de la demanda de dinero puede consolidarse o encontrar nuevos obstáculos.

El bimonetarismo como estrategia complementaria ante la falta de pesos

Frente a la escasez estructural de pesos, desde Mega QM remarcaron que el equipo económico ha optado por fortalecer el esquema de bimonetarismo. Esta estrategia consiste en fomentar el uso de dólares como instrumento de dinamización de la actividad económica, canalizándolos hacia el sistema financiero y ampliando la capacidad prestable de los bancos.

Para los analistas del bróker, esta táctica responde a la necesidad de sostener el crédito en un escenario donde la expansión monetaria está fuertemente restringida. La intención es que los dólares circulantes fuera del sistema se incorporen al circuito formal, permitiendo así que las entidades financieras puedan ofrecer financiamiento en moneda extranjera, especialmente a sectores vinculados al comercio exterior.

Sin embargo, advirtieron que esta solución no resuelve el problema de fondo: la falta de pesos para financiar el consumo interno y las inversiones en sectores no exportadores. En una economía donde gran parte del financiamiento se realiza en moneda local, la escasez de liquidez en pesos representa una limitación concreta para el crecimiento.

Por eso, desde Mega QM consideran que, si bien el bimonetarismo puede ofrecer un alivio parcial, es necesario monitorear de cerca la evolución de la demanda de dinero, el comportamiento del crédito y la sostenibilidad de las tasas reales. Solo con un equilibrio adecuado entre todas estas variables será posible consolidar una recuperación económica sostenida.

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