Los ADRs argentinos en Wall Street y los bonos en dólares extendieron las caídas
El índice Merval cayó un 1,2% este viernes, arrastrado por la volatilidad en los mercados de Nueva York y la persistente incertidumbre local. La presión de Wall Street se hizo sentir sobre los activos argentinos, que operan con predominio de bajas.
En el panel líder de la Bolsa porteña, las pérdidas más destacadas las registraron Aluar (-4,3%), Sociedad Comercial del Plata (-2,7%), Central Puerto (-2,5%), Transportadora de Gas del Norte (-2,3%) y Ternium (-2,2%).
La misma tendencia se observó en las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, donde los ADRs retrocedieron ante la cautela global. Central Puerto cayó un 3,7%, Telecom Argentina un 3,6%, Transportadora de Gas del Sur un 3,1%, Loma Negra un 2,8% e YPF 2,4%.
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares cerraron con mayoría de bajas a lo largo de la curva, con el Bonar 2041 liderando los retrocesos (-1,5%), seguido por el Global 2046 (-1,2%). En contraste, los títulos en pesos ajustados por CER dejaron avances de hasta 0,1%, encabezados por el TX26.
En el plano local, fuentes del mercado señalaron a iProfesional que el directorio del Fondo Monetario Internacional tenía previsto analizar a fines de junio la revisión del acuerdo con la Argentina. Sin embargo, la instancia se habría pospuesto para julio o más adelante, con el objetivo de dar tiempo adicional al país para acercarse a la meta de reservas netas comprometida en el programa de Facilidades Extendidas (EFF).
Según el calendario vigente, Argentina debería sumar alrededor de u$s4.000 millones en reservas netas antes del 13 de junio, una meta que hoy luce desafiante dadas las tensiones cambiarias y el bajo ritmo de acumulación en las últimas semanas.
Bonos CER, la apuesta más sólida para estrategias en pesos según Cohen
Desde la sociedad de bolsa Cohen señalaron que la inflación en Argentina continúa mostrando señales de desaceleración. En abril, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se moderó al 2,8% mensual, tras el 3,7% registrado en marzo. Esta baja se explicó principalmente por la menor presión de los precios regulados y estacionales. En tanto, la inflación núcleo mantuvo un ritmo más firme, con una suba de 3,2%, en línea con la dinámica observada desde febrero. Con este escenario, los analistas del bróker anticipan que el índice inflacionario continuará en descenso, proyectando una variación mensual del 2,1% para mayo y un promedio de 1,4% mensual hasta octubre.
En este contexto, los especialistas del bróker consideran fundamental comparar los rendimientos directos de las letras y bonos a tasa fija —como Lecap y Boncap— con los retornos esperados de los bonos CER. Para ello, elaboraron proyecciones de inflación para 2025 y 2026, y estimaron el rendimiento potencial de estos instrumentos indexados, tomando como supuesto una tasa de salida (exit yield) equivalente a la actual TIR de mercado. Esta metodología les permitió identificar oportunidades claras de valorización.
A partir de este análisis, los bonos CER emergen como la alternativa más atractiva para estrategias en pesos. Incluso en un entorno de desinflación sostenida, estos títulos ofrecen un mayor potencial de rendimiento frente a las opciones a tasa fija. Además, brindan una cobertura efectiva ante eventuales rebrotes inflacionarios o pausas en la baja de precios, lo que les otorga una ventaja adicional en el actual escenario macroeconómico.
Los expertos de Cohen también subrayaron que, aunque el retorno final de los bonos CER depende de la tasa al momento de desarme de la posición, es posible determinar un umbral de rendimiento que iguale su rentabilidad con la de una alternativa a tasa fija. Este punto de equilibrio (breakeven) se sitúa en torno al 12,8% para los bonos con vencimiento en 2026 y en 11,1% para los de 2027. Si la tasa de salida se ubica por debajo de esos niveles, los bonos CER capturarían un spread positivo, lo que refuerza su preferencia por el TZXM6 (CER 9,1%) y el TZX26 (CER 9,6%) en horizontes de inversión de entre tres y seis meses.
Opciones de largo plazo y cambios en cartera
Para quienes buscan posicionamientos de más largo plazo, desde Cohen recomendaron una rotación en la cartera. En particular, proponen pasar del bono dual TTM26 al T13F6, considerando el comportamiento esperado de las tasas nominales en los próximos meses. La clave está en la tasa TAMAR breakeven, que actualmente se ubica en 24,9%. Esto significa que, para que el TTM26 termine pagando una tasa variable más conveniente que la fija, la tasa proyectada entre hoy y su vencimiento debería superar dicho umbral.
Según las proyecciones de los analistas, las tasas mayoristas tenderán a la baja, por lo que la TAMAR promedio estaría por debajo de ese nivel de referencia. De confirmarse este escenario, el bono TTM26 terminaría ofreciendo una menor rentabilidad que su alternativa a tasa fija, lo que justifica el cambio sugerido en la cartera. En números concretos, el rendimiento directo del TTM26 es del 23%, apenas por debajo del que ofrece el T13F6, lo cual consolida la decisión de sustituirlo en estrategias de mayor plazo.
Los especialistas del bróker también armaron una cartera recomendada para inversiones en pesos, diversificando instrumentos indexados y a tasa fija. La propuesta contempla un 10% en S15G5 y otro 10% en S29G5, ambos con tasa efectiva mensual (TEM) del 2,49%. A esto se suma un 30% en TZXM6 y otro 30% en TZX26 —ambos bonos CER con spreads atractivos—, y finalmente un 20% en T13F6, con una TEM del 2,44%. Esta combinación busca capturar rendimientos competitivos sin perder cobertura ante posibles desvíos inflacionarios.
Bonos en dólares: foco en el tramo largo con potencial de compresión de riesgo
En cuanto a las estrategias en dólares, los analistas de Cohen reafirmaron su preferencia por el tramo largo de los bonos soberanos bajo ley extranjera. En este sentido, destacaron particularmente al GD35 y al GD41, ambos con una tasa interna de retorno (TIR) del 11%. Estos instrumentos, según explicaron, son los que cuentan con mayor capacidad de apreciación en caso de que el riesgo país se reduzca por debajo de los 500 puntos básicos.
Desde la sociedad de bolsa matizaron, sin embargo, que no todo está dado para una caída sostenida del riesgo país. Si bien el resultado favorable del oficialismo en las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires es una señal política positiva de cara a octubre, la dinámica de acumulación de reservas sigue siendo una incógnita para el resto de 2025. Este factor será determinante para consolidar un entorno más benigno para los activos argentinos en moneda dura.
Los expertos recordaron que ya habían advertido sobre estas dificultades en análisis anteriores, como el titulado "Entre la desinflación y las reservas". Allí enfatizaron que, si bien la tendencia general del riesgo país había sido bajista durante 2024, no se podía descartar una reversión en caso de que los fundamentos macro no acompañen. Por ello, la elección de los bonos a mayor plazo se apoya en su capacidad de capturar un mayor upside si finalmente se consolida un escenario más estable.
Finalmente, Cohen mantiene una visión constructiva pero cautelosa respecto a los bonos soberanos en dólares. Insisten en que el GD35 y el GD41 continúan siendo los instrumentos más atractivos dentro de la curva, no solo por su rendimiento actual, sino también por el potencial que ofrecen en caso de que el mercado reconozca una mejora en la percepción de riesgo país. Su inclusión en carteras dolarizadas responde a una lógica de apuesta a mediano plazo, en un contexto donde las señales políticas y macroeconómicas serán clave.
Qué pasa en los mercados del mundo
Las acciones en Wall Street cerraron con caídas este viernes, en una jornada atravesada por nuevas tensiones comerciales con China y una desaceleración de la inflación, según el índice preferido por la Reserva Federal.
El S&P 500 cedió marginalmente un 0,01%, mientras que el Nasdaq Composite, de fuerte peso tecnológico, perdió un 0,32%. El Dow Jones avanzó un 0,13%.
El clima en los mercados se tornó más cauteloso luego de que el presidente Donald Trump acusara a China de "haber violado completamente" el acuerdo comercial alcanzado hace menos de tres semanas. Sus declaraciones reactivaron la incertidumbre en torno a las negociaciones bilaterales y frenaron el impulso que había generado la reciente tregua arancelaria entre ambas potencias.
Las conversaciones entre Washington y Beijing están "algo estancadas", según confirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en declaraciones a Fox News. Indicó que una llamada directa entre Trump y Xi Jinping sería necesaria para destrabar el diálogo, que sigue tensionado por los controles a los chips y las restricciones de visas.
A esto se suma el nuevo capítulo legal en torno a las tarifas: una corte de apelaciones de EE.UU. suspendió momentáneamente un fallo anterior que bloqueaba los aranceles globales impuestos por Trump, otorgando plazo hasta el lunes para que la Casa Blanca presente su apelación. Mientras tanto, el equipo del expresidente ya evalúa otras vías legales para restablecer las medidas.
En paralelo, el informe del índice de gastos de consumo personal (PCE) correspondiente a abril mostró que la inflación continúa moderándose. El índice núcleo, que excluye alimentos y energía y es el más seguido por la Fed, avanzó en línea con lo esperado tanto a nivel mensual como anual, reforzando las expectativas de que la autoridad monetaria mantendrá su tasa sin cambios.
A pesar de un mayo volátil, marcado por idas y vueltas en la guerra comercial, los principales índices bursátiles de EE.UU. se encaminan a cerrar el mes con importantes ganancias. El S&P 500 acumula una suba cercana al 6%, el Dow avanza un 4%, y el Nasdaq se destaca con un repunte de casi el 10%, impulsado por la recuperación de las acciones tecnológicas. La semana también concluirá con balance positivo para todos los índices.