Lacunza alerta sobre el dólar: "Dura poco si se lo pisa artificialmente"
El exministro de Economía, Hernán Lacunza, encendió una "luz amarilla" sobre el esquema cambiario que impulsa el gobierno de Javier Milei, en medio de una creciente tensión en el mercado del dólar.
En lo que va de julio, el dólar oficial subió $65 y cerró el martes a $1280, tocando un nuevo máximo desde la flexibilización del cepo cambiario. Incluso, el lunes había alcanzado los $1295 para la venta.
Consultado sobre la posibilidad de que el tipo de cambio se dispare hasta los $2000, Lacunza fue tajante: "No hay chance de un dólar a $2000", aunque remarcó que hay aspectos del régimen actual que generan preocupación.
"El precio del dólar es la inversa de la competitividad. Cuanto más eficientes seamos -con menos regulaciones, mejor infraestructura y un sistema tributario más simple- más bajo puede mantenerse el tipo de cambio", explicó en diálogo con LN+.
Sin embargo, advirtió que "pisar el dólar con la palabra o con intervenciones es artificial, y por lo tanto, dura poco", en referencia a la actual política de flotación administrada con bandas, que utiliza el Gobierno para evitar saltos bruscos en la cotización.
El equilibrio fiscal como ancla, pero con reservas que no alcanzan
Lacunza valoró la consistencia fiscal y monetaria del programa económico actual, aunque remarcó que en el frente cambiario todavía hay dudas. "Hay un programa con buena consistencia en lo fiscal, acompañado por una política monetaria prudente. Pero el examen cambiario sigue en curso y durará todo el año", evaluó.
Uno de los puntos críticos que mencionó es la escasa acumulación de reservas en el Banco Central: "El primer trimestre fue aprobado, pero no se acumularon reservas: desaprobado. El acuerdo con el Fondo, desaprobado. Es como un tanque pinchado: las reservas que entran se van."
Producción, empleo y una advertencia sobre el sector externo
Además del frente cambiario, Lacunza alertó sobre las señales que provienen de la actividad económica: "Importaciones que crecen ocho veces más rápido que el producto son una señal de alarma", afirmó.
Según el exministro, aunque el programa macroeconómico mantiene ciertos equilibrios, la falta de competitividad y la escasa creación de empleo privado reflejan un deterioro que debe atenderse cuanto antes.
"Vos me decís: ‘el plan es consistente’. Bueno, el combustible y el agua están bien, pero la caja de cambios empieza a fallar. Luz amarilla. El sector externo requiere atención. La producción se desacelera y no hay generación de empleo privado. Hay que corregir antes de que la luz se ponga roja", concluyó.