Zuchovicki: "El crédito hipotecario se frenó, pero es temporal, y el metro cuadrado seguirá subiendo"

En el marco del cierre de la Expo Real Estate, organizada por Grupo Predial, el economista y referente del mercado de capitales Claudio Zuchovicki analizó la situación actual del sector inmobiliario argentino, el impacto de las tasas de interés, la confianza del consumidor y las nuevas modalidades de inversión.

Zuchovicki recordó que el año comenzó con la expectativa de que el crédito hipotecario reactivara una industria afectada por años de parálisis y por un alto stock de propiedades usadas sin vender.

"Hasta que no se venda el stock es difícil que se venda lo nuevo, y el metro cuadrado de construcción llegó a valer más que un usado. Hasta que no se equilibre eso, es difícil", advirtió.

Si bien reconoció que el impulso inicial del crédito se frenó por el aumento y la incertidumbre en las tasas de interés, consideró que se trata de un fenómeno temporal y condicionado por el contexto político-electoral.}

"Después de las elecciones se va a retomar la senda de crecimiento. Quizás sea más pausado, más sostenible en el tiempo. Los bancos tienen que acompañar y las tasas son un tema de corto plazo", sostuvo.

Financiamiento y tokenización inmobiliaria

El economista señaló que el mercado financiero debe enfocarse en financiar la economía real.

"Si el Banco Central no toma más plata y el Estado sigue con superávit fiscal, nosotros vamos a tener que financiar la economía real. Esa es nuestra función como mercado de capitales".

En este sentido, destacó el potencial de la tokenización del metro cuadrado como una herramienta de inversión accesible:

"Quizás no tenés US$100.000 para un departamento, pero sí US$1.000 para empezar. Comprás unidades como si fueran moneda. Apuesto a que eso va a subir más que la moneda".

Créditos hipotecarios en dólares y barreras culturales

Tras el anuncio del ministro Luis Caputo sobre créditos en dólares para desarrolladores a través del Banco Nación, Zuchovicki valoró la medida pero señaló que será necesario superar barreras culturales y de confianza.

"Hasta ahora los bancos prestaban en dólares solo a exportadores. El temor es lo que pasó en 2001, cuando se prestó en dólares a gente que ganaba en pesos", indicó.

En relación a experiencias pasadas como los créditos UVA, relativizó su impacto negativo: "No fue una catástrofe. Sí, muchas familias la pasaron mal, pero desde el negocio inmobiliario funcionó: el activo subía. El problema fue financiero y de corto plazo".

En su disertación, Zuchovicki planteó que el valor del metro cuadrado puede seguir subiendo y que la confianza y la expectativa son factores determinantes al señalar que "la confianza no se compra ni se vende; se siente o no se siente. Lo incierto es peor que lo malo: a lo malo me adapto; lo incierto me paraliza".

También destacó que el valor de una zona depende de aspectos como la seguridad y la logística, más allá del costo del ladrillo.

"Si la mayoría cree que vamos por el camino correcto, va a invertir. Si cree que vamos a chocar, va a desinvertir. Es la profecía autocumplida", añadió.

El analista afirmó que en el nuevo escenario económico, el consumidor es quien marca el rumbo.

"En la economía real no se puede esconder la ineficiencia en los precios. Para operar cantidad hay que invertir, y para invertir hay que creer".

Advirtió que no todas las empresas están preparadas y que podrían darse fusiones y adquisiciones en el sector. Además, señaló que esperar a que todo se estabilice puede implicar perder los precios actuales.

Perspectiva global y desafíos internos

Zuchovicki observó que el 90% de los cambios actuales son demográficos, con un impacto directo en el real estate.

"La inmigración cambia la cultura. Los sistemas jubilatorios fueron diseñados para cuando vivíamos 65 o 70 años; hoy todos están fundidos".

También mencionó que las principales economías del mundo enfrentan déficits elevados, lo que limita la capacidad de asistencia estatal y obliga a buscar financiamiento en el sector privado.

"En Argentina tenemos 268.000 millones de dólares declarados. La discusión es cómo canalizamos ese capital hacia inversión productiva sin que el Estado tenga que emitir, porque la emisión genera inflación".